Mi Confrontación Con La Docencia
Enviado por misolkja • 2 de Diciembre de 2014 • 703 Palabras (3 Páginas) • 242 Visitas
MI CONFRONTACIÓN CON LA DOCENCIA
Profra. Ma. Antonia Benítez Márquez
Estoy completamente segura de que esta es la primera vez que hago una reflexión de este tipo. Al pasar el tiempo y mirar atrás me doy cuenta de lo mucho que han cambiaron mis expectativas laborales y como lo que ahora llena mi vida es tan importante como jamás lo imaginé.
Como hija de padres emigrados a los Estados Unidos no era fácil ir a la escuela. Quería ser investigador privado, me apasionaba la idea de descubrir ladrones o asesinos, de ser un poco como los personajes de Agatha Christie (me encantaba el personaje de Jane Marple). No había suficiente dinero para costearme la carrera al mismo tiempo que dar estudio a mis tres hermanos así que tuve que trabajar duro e ir a la escuela con el deseo constante de superación y de alcanzar mis sueños. Estudié Contabilidad e Inglés como carrera porque fueron-además de lo que pude pagarme-algo que también me gustaba, aunque no de igual manera. Al darme cuenta de que no podría ser como Miss Maple tuve que empezar a soñar con otros horizontes. Quería trabajar en una gran empresa y ser bilingüe me abría un abanico de posibilidades. Hasta ese momento jamás pensé en la docencia. Cuando llegué a vivir a México nuevamente y empecé a buscar empleo, me di cuenta que no podría ejercer como contador por el momento a causa de las diferencias. Yo había estudiado para trabajar en otro país. Me tomaría tiempo hacer la revalidación y aprender lo que me hacía falta para desempeñarme en México, pero me quedaba el inglés, seguro habría algo que podría hacer con ello.
Me llegó la oportunidad de impartir cursos de inglés a profesionistas y luego después de un tiempo, alguien me recomendó para ingresar a la escuela preparatoria donde ahora laboro. No fue difícil trabajar con adultos porque mi práctica estaba dirigida explícitamente a lo que ellos necesitaban aprender, esto era: traducción y tecnicismos. Los ingenieros-que era a quienes atendía- ya sabían comunicarse en el idioma de Shakespeare, yo sólo les ayudé a complementarlo. Lo que me asustó fue trabajar con adolescentes. Empezar de cero con ellos era aterrador para mí. No tenía ni idea de cómo planear las actividades y ni siquiera conocía de términos educativos. Lo único que me alentaba era que al menos no desconocía la materia, estaba en mi área, cosa que no siempre le sucede al docente.
Me tomó tiempo reconocer que ya formaba parte del proceso formativo de alguien. Ser responsable del futuro de los alumnos no es cosa simple. Es algo muy serio y como tal debe asumirse. El compromiso va más allá de cumplir con el trabajo, es laborar día a día con la intención de proporcionarle armas al estudiante para enfrentar su porvenir. Recapacitar acerca de esta responsabilidad me impulsa a mejorar, creo que no se vale decir me equivoqué o no sabía.
A pesar de que
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