Motricidad: sus componentes y repercusiones en el desarrollo y la cognición
Enviado por Lia_Rom17 • 22 de Mayo de 2017 • Ensayo • 1.318 Palabras (6 Páginas) • 355 Visitas
Motricidad: sus componentes y repercusiones en el desarrollo y la cognición
Cuando se refiere a la conducta motriz, se dice que se trata de la organización significante de las acciones y reacciones de una persona actuando; No hay que conceptualizar conducta motriz como algo reductible, ni como una secuencia de manifestaciones observables; para Parlebas, este concepto responde a la totalidad de la persona actuando, a la síntesis unitaria de la acción significante.
Comprensión de la afectividad infantil:
La comprensión de la afectividad es más difícil que la de cualquier otro sector del psiquismo infantil. Gesell e Ilg afirman que “los procesos psíquicos más íntimos del lactante nos están velados siempre”, y que “nuestro conocimiento de su personalidad es extremadamente débil y fragmentario”.
Quizás uno de los problemas más centrales y polémicos en el estudio actual de la emoción es articular las relaciones entre emoción y cognición. Al plantearse la relación entre ambas, se parte del argumento de que la emoción y la cognición son sistemas separados.
Por otro lado, se ha de considerar que en las emociones están implicadas conductas, estados corporales de activación o desactivación fisiológica y cogniciones, por lo que las combinaciones de estos elementos hacen que las emociones sean subjetivas y, como consecuencia, diferentes ante un mismo estímulo o contexto y en distintos individuos.
Los defensores de la emoción como un proceso innato y con una visión claramente neurofisiológica consideran que la emoción puede estar gobernada por estructuras anatómicas a nivel cerebral distintas a las que gobiernan la cognición (ver Pansksepp, 1982, 1986). Asimismo, por ejemplo, Le Doux (1989) considera que ambos sistemas también pueden funcionar independientemente y que “los cómputos afectivos pueden ser ejecutados sin la asistencia de los computos cognitivos” (p.279). De este modo, se considera que la emoción y cognición pueden obedecer a mecanismos y procesos distintos.
Lazarus basa su argumento en la definición de emoción y cognición que propone, según la cual, por supuesto, el afecto no puede ser independiente de la cognición porque ésta es una precondición necesaria para la activación afectiva.
Brirdgesa través de un estudio llego a identificar tres características generales en el desarrollo emocional:
1. La intensidad de las respuestas emocionales disminuye gradualmente con el tiempo.
2. Estas van siendo gradualmente canalizadas hacia modalidades socialmente aprobadas.
3. El ejercicio y las presiones sociales producen un cambio gradual en las expresiones de dichas respuestas emocionales.
Pero hay que mencionar que realmente estos aspectos poco son tomados en cuenta dentro del contexto escolar.
En su particular, el desarrollo cognitivo se centra en los procesos de pensamiento, los cuales son producidos como consecuencia de una interacción con el entorno. Del entorno que nos rodea recibimos continuamente información, como aquella que nos pueden proporcionar los objetos con los que interactuamos en la vida diaria, refiriéndonos con esto no solo a estructuras inanimadas sino también al resto de personas con las que ya desde el nacimiento establecemos unos lazos interactivos que se tornarían en afectivos con el aprendizaje de capacidades tales como la denominación de estados afectivos o el ser capaz de experimentar las sensaciones del otro individuo poniéndonos simbólicamente en su lugar; el desarrollo de estas capacidades se denomina empatia y si bien al tratarlos estaríamos soslayando el ámbito concerniente en defeco del denominado ámbito afectivo, nunca está de mas tener presente la totalidad de los ámbitos constituyentes del desarrollo humano y en este caso la capacidad de empatizar al ser fundamental en la estructuración de un factor emocional dentro de nuestra inteligencia, completando la amalgama de elementos que nos proporcionan un entendimiento acerca del mundo en el que vivimos y las causas que rigen muchas de nuestras motivaciones. Volviendo a los objetos, podremos edificar una estructura de conocimiento acerca de los mismos no mediante un aprendizaje meramente teórico acerca del objeto al que nos referimos, o mediante una adquisición de conocimiento por medio de una acción educativa externa que evita cualquier interacción física e influenciadora por parte del discente sobre el objeto referido, esto tendrá como consecuencia la adquisición de un conocimiento desestructurado e inocuo puesto que la experiencia real obtenida estará fundamentada en una relación que haga el alumno de experiencias anteriores y relacionables con esta nueva o, en ausencia de las mismas a una mera simbolización por parte del individuo dependiente a si vez el grado de habilidad simbólica de que pueda disponer. Siendo as y dando la razón a Piaget, afirmaremos que el verdadero conocimiento o la para la consecución final del mismo será necesaria la acción, de lo que deduciremos que para conocer realmente un objeto se torna un imperativo ejecutar una acción transformadora con la intención de captación de los mecanismos de esta transformación en relación con las acciones transformadoras, puestas en marcha por el individuo.
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