Mujeres En Aviación Militar
Enviado por cobra1962 • 11 de Septiembre de 2012 • 2.526 Palabras (11 Páginas) • 623 Visitas
Mujeres en Aviación Militar
a. Características Biológicas Hombre vs. Mujer
Para el presente estudio fue necesario revisar la información disponible en cuanto a las características biológicas de los hombres vs. las mujeres a fin de determinar si existen algunas diferencias limitativas de las mujeres para el pilotaje militar.
Para desempeñarse adecuadamente, el hombre y la mujer necesitan recibir energéticos (comidas, agua y oxigeno). Las deficiencias o supresión de estos pueden afectar el desempeño o el bienestar. Las personas funcionan eficientemente dentro de una franja estrecha de condiciones ambientales. La temperatura, la vibración, la luminosidad, el ruido etc. son variables que influyen en el desempeño del ser humano
Teniendo en cuenta las variables físicas, fisiológicas y ambientales en el hombre y en la mujer nos referimos a:
a.1 Características Físicas
• Composición del cuerpo.
Observamos que en general el fluido total del cuerpo y el peso esquelético de la mujer adulta es menor que el del hombre, con un porcentaje más alto de tejido adiposo que el hombre. El peso absoluto del cuerpo de la mujer promedio de 25 años de edad es aproximadamente de 55kg. De dicho peso, solo 41.8kg (76%) es peso magro, 5.5Kg (10%) es tejido adiposo y 7.7Kg (14%) es peso esquelético.
El hombre promedio de 25 años de edad cuenta con un peso del cuerpo de 70 Kg. con 58.1Kg (83%) de peso magro, 2.1Kg (3%) es tejido adiposo y 9.8Kg (14%) es peso esquelético. El hombre y la mujer tienen las mismas proporciones de músculos y huesos. Sin embargo, el hombre tiene músculos más fuertes y más grandes que pesan más. Los huesos del hombre también son más grandes. La mujer es más pequeña, con menos músculos y más tejido adiposo que el hombre, por estas razones existe cierta inquietud de que no esté formada físicamente. Sin embargo, hasta la fecha, ningún estudio ha demostrado que la diferencia en la composición del cuerpo entre el hombre y la mujer sea significativa como para descalificarla. Actualmente la evolución de las tecnologías aplicables a los más modernos sistemas de armas, invalida el argumento que rechaza a las mujeres por sus escasos músculos. Ya que cada vez es menos necesaria la fuerza física. Como también no es menos cierto que algunas mujeres en las Fuerzas Armadas Europeas encuentren el entrenamiento físico relacionado con la instrucción de combate de la infantería muy severo.
• Antropometría.
Entre ambos géneros existen diferencias en la estructura del cuerpo. En general, el hombre es más alto y cuenta con mayor longitud de brazos y piernas con relación a la longitud del cuerpo de la mujer. La mujer tiende a tener caderas más anchas y hombros más angostos, manos más pequeñas es también una característica general en la mujer.
Esta estructura más pequeña y la masa del cuerpo de la mujer inciden en la fortaleza del cuerpo. Greenhorn y Stevenson definen la fortaleza como “La capacidad máxima de aplicar o resistir la fuerza”. Por lo regular, a causa de la estructura de su cuerpo la mujer tiene menos fortaleza que el hombre.
Estas diferencias en fortaleza son más pronunciadas en extremidades superiores. Las medidas de fortaleza de la mujer para sus extremidades superiores oscilan entre 35 y 79% de la fortaleza de la parte superior del cuerpo del hombre. (Laubach,1976). La fortaleza de las extremidades inferiores de la mujer fue del 37 al 70% de las del hombre.
A pesar de las diferencias obvias en las capacidades de fortaleza del hombre y de la mujer se superponen en algunas áreas comunes. Exactamente de cuanta superposición hay depende de cual de los grupos de músculos se está analizando y cuales tareas se están llevando a cabo. “No obstante se puede esperar que alrededor de un tercio de las mujeres posean una fortaleza muscular que esté dentro del porcentaje de la fortaleza muscular del hombre”.
La mayoría de los estudios realizados pretende situar a la mujer en el límite de su capacidad para establecer que no es apta para la vida militar.
En circunstancias que hay hombres que tampoco alcanzan las normas físicas exigidas para incorporarse, las limitaciones no pueden fijarse en función del sexo, sino de las condiciones particulares de cada persona de acuerdo con las determinadas exigencias físicas o académicas que aparezcan en las convocatorias.
Contra las mujeres se argumenta la falta de fuerza en los brazos y se supone que esto las excluye automáticamente de alistarse en la carrera de las armas; apoyándose en la situación de enfrentarla a tener que cargar material pesado o manipular grandes herramientas.
a.2 Características Fisiológicas
Dentro del aspecto fisiológico, la resistencia o la resistencia total a la fatiga, es un componente de la fisiología humana, la fatiga es el conjunto de manifestaciones traducidas por fenómenos de naturaleza subjetiva (angustia, apatía etc) y objetiva( disminución del rendimiento físico, alteraciones orgánicas, etc. producidas por condiciones de trabajo que supera la capacidad de adaptación del organismo llevando a comprometer el desempeño
En cuanto a resistencia física (Lyons, 1997) asevera lo siguiente: ”En promedio el hombre cuenta con mayor capacidad aeróbica que la mujer”. No obstante estas diferencias se tornan casi nulas cuando las medidas de utilización de oxigeno (VO2max) se ajustan para el peso y cuando el entrenamiento aeróbico intenso forma parte de la vida diaria de la persona.
Lyons resalta que el rendimiento a tareas físicas en las que se midió el VO2 máximo no era diferente para el hombre y la mujer.
En cuanto al mantenimiento constante de la temperatura interna del cuerpo independientemente de las influencias del medio ambiente, es decir la termorregulación, en la mujer es un detalle de mayor consideración.
Numerosos estudios han demostrado que la mujer es mucho menos tolerante a situaciones en ambientes calientes.
En respuestas a cargas de calor iguales, la mujer tiende a tener temperatura central y de la piel más alta, frecuencia cardiaca más alta e índice de sudor más bajo que el hombre. Por otro lado en cambio si bien la mujer tiende a tener un mayor contenido de tejido adiposo que el hombre, este aislamiento no la protege de ambientes fríos.
En un ambiente caracterizado por la posible perdida de calor convectivo alto (cabinas por ejemplo), la mujer se enfría más rápido que el hombre a causa de su relación de zona de superficie alta a masa y su producción de calor más baja.(Kolka 1997). La
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