Número Phi / Número Áureo

Número Phi / Número Áureo

La aplicación de este número en la vida cotidiana es muy amplio ya que se encuentra en muchísimas cosas que nunca había imaginado que se relaciona totalmente con este número. Ejemplos de rectángulos áureos los podemos encontrar en las tarjetas de crédito, en nuestro carnet y también en las cajetillas de cigarro. También lo podemos encontrar en la construcción de muebles, marcos para ventanas, en las camas, etc.

En la naturaleza, aparece también la proporción áurea en el crecimiento de las plantas, las pinas, la distribución de las hojas en un tallo, dimensiones de insectos y pájaros.

Pero el que más me sorprende de esta representación del número áureo es en la aplicación en el hombre, ya que para mí el cuerpo humano, es la mejor obra de arte que se haya podido crear en la humanidad. El número áureo se representa en el cuerpo humano aparece en muchas medidas en la relación entre las falanges de los dedos es el número áureo, la relación entre la longitud de la cabeza y su anchura es también este número. Según el libro La Divina proporción de Luca Pacioli, apoyándose con el dibujo de Leonardo da Vinci propone un hombre perfecto en el que las relaciones entre las distintas partes de su cuerpo sean proporciones áureas. Estirando manos y pies y haciendo centro en el ombligo se dibuja la circunferencia. El cuadrado tiene por lado la altura del cuerpo que coincide, en un cuerpo armonioso, con la longitud entre los extremos de los dedos de ambas manos cuando los brazos están extendidos y formando un ángulo de 90º con el tronco. Resulta que el cociente entre la altura del hombre (lado del cuadrado) y la distancia del ombligo a la punta de la mano (radio de la circunferencia) es el número áureo.

Como mencioné al inicio, el número áureo se encuentra en nuestra vida cotidiana desde tiempos inmemorables, por lo cual se debe su gran reconocimiento ya que con este conocimiento se pudieron elaborar grandes obras de arte como La Gioconda de Leonardo da Vinci, la Pirámide de Keops, el Partenón Griego y muchas otras bellezas, que afortunadamente conocemos hoy en día, y todas éstas gracias al dominio del número áureo.

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