PODER Y ENAJENACION DEL ESTADO
Enviado por ulaa • 14 de Abril de 2012 • Informe • 1.704 Palabras (7 Páginas) • 1.012 Visitas
PODER Y ENAJENACION DEL ESTADO
“El hombre sabio procura que sus actos parezcan siempre voluntarios y no forzados, por mucho que pueda obligarle la necesidad a realizarlos…”
La sociedad contemporánea en la que estamos inmersos está precedida de la aplicación del poder en todas sus esferas, dicho de otro modo, el poder en su apreciación literal debería manifestarse a través de todos los integrantes de dicha sociedad, sin embargo sabemos que esta capacidad esta monopolizada entre unos cuantos. El poder según Durkheim, es la capacidad para dirigir e imponer el pensamiento propio sobre el pensamiento ajeno aun y cuando exista resistencia, partiendo de este concepto tenemos que el poder ejercido a través de unas cuantas personas resulta poco eficaz pues no es difundido homogéneamente, por esta razón se visualiza la enajenación en las distintas formas de gobierno.
La enajenación en su significado literal es la transmisión de una cosa o de un derecho sobre algo, el mal funcionamiento de los elementos integrantes de un ente en base a una modalidad de costumbre o adquisición indiscriminada de esencias que no se adecuan a su función original. El principio que domina la enajenación, es el de que nadie puede transmitir más bienes o derechos de los que legítimamente le pertenecen. La enajenación puede ser voluntaria o forzosa, luego entonces la enajenación del poder será una delegación obligada de los derechos y obligaciones que integran el poder a los gobernantes, cuando deberían de ser ejercidos por los mismos integrantes de la sociedad.
¿Sera el gobierno el único generador de un poder enajenado?
La pregunta anterior deja entrever que es el gobierno como institución y no de forma individual quien de manera virtual despoja a las personas de su capacidad tanto de pensar como de discernir y de esta forma obtener una calidad de vida generadora de oportunidades y alejada de la inseguridad social.
Para Foucault el poder es una relación asimétrica que está constituida por dos entes: la autoridad y la obediencia, y no sería un objeto preexistente en un soberano usado para dominar a sus súbditos, además es una situación estratégica que se da en una determinada sociedad; el poder incita, suscita y produce, de ahí que el poder no debe ser adquirido a través de la coacción sino de forma voluntaria en beneficio de la colectividad.
En la formación del poder se dan dos elementos, los cuáles son únicos e interdependientes, estamos hablando de los dominados y los dominantes, que más que poseer el poder lo ejercen, ya que éste no se puede poseer, compartir ni perder, debido a que no es un elemento físico. Estos factores se han dado a lo largo de la historia y están presenten en la actualidad, dominados y dominantes se manifiestan en cada ámbito en que vivimos, ya sea en la familia, trabajo y hasta en la amistad; son la base de toda relación y de toda acción, y nos permiten “guiar la posibilidad de conducta y poner en orden sus efectos posibles”. A pesar de que dominados y dominantes son la raíz de todo vínculo, tanto los primeros como los segundos pueden ejecutar algún tipo de resistencia al poder, ya sea para no ser “conducidos” o para no “liderar”, resistencia que está presente en todos los actos del poder y que no lo daña, sino que constituye una parte más de éste, al igual como lo hace la libertad, subordinación e insurgencia.
"En cuanto al poder disciplinario, se ejerce haciéndose invisible; en cambio impone a aquellos a quienes somete un principio de visibilidad obligatorio." Sostiene Foucault, lo que nos deja entrever que lo importante en la disciplina es tener la capacidad de ver a quienes se someten, ya que esto respalda el dominio del poder que se ejerce sobre ellos, sin embargo no es suficiente con percibir quien se somete, deberíamos generar una conciencia autónoma a través de la cual nos sea permitido una adecuada adquisición y aplicación del poder, en primer lugar para contribuir de manera activa a la formación de una sociedad estructurada correctamente en la que todos sus integrantes se desempeñen dentro de sus estándares normativos y en segundo lugar para que los gobernantes no se vuelquen en contra de los intereses valorados colectivamente.
Aquí estamos, siempre con la misma incapacidad para franquear la línea, para pasar del otro lado. Siempre la misma elección del lado del poder de lo que dice o hace decir; si queremos entender que quiso decir Foucault con esta frase, debemos basarnos en el principio que constantemente somos actores protagonistas de la resistencia en la cual en poder nos encasilla, ejercerlo o ser mandados, estando incapacitados de dejar de hacer lo primero o lo segundo según haya sido nuestra elección.
Michel Foucault considera insuficiente la crítica que se realiza a la sociedad a partir de las nociones de ideología y represión, las cuales presuponen un papel determinante del Estado y la economía, pues, reducen lo político, descuidan las relaciones de poder que están entre lo más oculto de cuerpo social y conducen a un naturalismo o a una cierta teoría o creencia según la cual por debajo del poder, sus violencias y sus artificios, sería posible encontrar las cosas mismas en su vivacidad primitiva.
El poder
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