POTOSI
Enviado por denisgch • 28 de Julio de 2013 • Tesis • 9.810 Palabras (40 Páginas) • 349 Visitas
DEPARTAMENTO DE POTOSÍ
CAPITAL: POTOSI
IDIOMA OFICIAL: CASTELLANO, QUECHUA Y AYMARÁ.
CLIMA: FRÍO Y SECO EN EL DEPARTEMENTO. TEMPERATURA -20ºC. EN EL SALAR DE UYUNI.
ENTIDAD PAIS: BOLIVIA
SUBDIVISIONES: 16 PROVINCIAS, 38 SECCIONES MUNICIPALES CON SUS RESPECTIVOS CANTONES
FECHA CIVICA: 10 DE NOVIEMBRE
SUPERFICIE: 118.218 Km2
POBLACION (2010): 788.406 Hab.
GENTILICIO: POTOSINA/O.
1. HISTORIA
Fue decretada como "Cuidad Imperial" por el Rey de España Carlos V, en el año de 1.553. Gracias a la plata comenzó su vertiginoso crecimiento, convirtiéndose en 1.650 en la ciudad más grande de América, con 160.000 habitantes. Posteriormente, las diversas crisis mineras que fueron afectando a la plata y al estaño afectaron también al desarrollo de esta ciudad. Hoy en día es uno de los departamentos más pobres del país.
De acuerdo con muchos cronistas, cuando el Inca Huaina Kapac envió gente a trabajar minas en el Sumaj Orcko (montaña majestuosa), se oyó un espantoso estruendo y una voz que dijo:"No saquen plata de este cerro, porque será para otra gente". Asombrados, dieron cuenta del suceso al Inca, usando la palabra "Pptojsi", que en idioma quechua significa "reventar". Esto sucedió 83 años antes de la llegada de los españoles a Potosí.
Otra versión sostiene que el nombre deriva de la palabra aymara-quechua "Pptoj", que significa "brotar", lo cual se justifica por el gran número de manantiales, que brotan de las faldas donde está edificada la ciudad. En 1.945 o antes, el indio Diego Huallpa, buscando llamas perdidas, subió al Sumaj Orcko, y al arrancar unas matas de paja brava encontró una rica veta de plata nativa. Otros dicen que debido al intenso frío, encendió una fogata, cuyo calor fundió el mineral y aparecieron hilos de plata pura.
El emperador Carlos V le concedió un escudo de armas y el título de "Villa Imperial" (1.545).
El virrey Toledo llegó a Potosí en 1.572. Este gran organizador y legislador introdujo en las minas el sistema de la Mita y el proceso de amalgamación. La mita es un viejo sistema de trabajo, organizado por grupos andinos preincaicos para trabajos colectivos. Fue institucionalizado por los Incas y aprovechado amplia y eficazmente por el Virrey Toledo.
El primer repartimiento de mitayos se efectuó en 1.573 y asignó a 3.773 indios para trabajos de minas, construcción de ingenios y lagunas, caminos y otros. Sin embargo, el trabajo obligatorio de la mita se prestó a un generalizado abuso por parte de los españoles y produjo la muerte de miles de indios.
En 1.630, Potosí llega a tener 160.000 habitantes, algo más que las ciudades de París y Londres de esa época. Sus minas producían para enriquecer a la corona y para promover las artes, las construcciones y la expansión territorial. Se incrementó el comercio.
Potosí fue un imán poderoso, donde se vendían perlas de Ceylán y se acuñan monedas para las Filipinas.
Para significar la opulencia se hizo corriente la exclamación de "Vale un Potosí", como referencia al Cerro Rico de Potosí (Sumaj Orcko), majestuosa montaña de plata y estaño, de donde salieron inconmensurables cantidades de plata a España, lo que creó la leyenda de que con tanto mineral de plata, se hubiese podido tender un puente de plata entre Potosí y Madrid.
El trabajo organizado, constante y tenaz de los vascos y su consecuente poderío económico, despierta la envidia en otros grupos étnicos españoles y en los hijos de españoles nacidos en América (criollos), que bajo el liderazgo de Alonso de Ibáñez (1.617) se rebelan contra el orden establecido, provocando la guerra entre vicuñas (criollos) y vascongados.
En 1.623 revienta la laguna artificial de San Idelfonso segando más de 2.000 vidas. Pero la plata da para todo y nuevamente empieza el trabajo para "hacer la América".
En esta misma época Juan Fernández se declara rey de Potosí y es ahorcado.
En 1.750, se produce un nuevo auge de la minería potosina hasta la decadencia de la explotación argentífera, que empieza en 1.810 con la llamada guerra de la independencia, en contra del régimen español. Esta guerra durará 15 años hasta la obtención de la libertad de las provincias del Alto Perú en 1.825. Potosí es la joya más apetecida, unas veces se encuentra en poder de los Republicanos y otras cae en poder de los Realistas.
Su población es diezmada, pierde sus riquezas acumuladas, quedando al finalizar la guerra con sólo 9.000 habitantes con sus templos saqueados y sus capitales trasladadas al bajo Perú y a las provincias del Río de la Plata, cuando no a Europa.
El libertador Simón Bolívar confesó su admiración por la opulencia argentífera de Potosí y juró su devoción a la causa libertaria de América en la cúspide del histórico Sumaj Orcko, a casi 5.000 metros de altura sobre el nivel del mar.
En 1.850, en medio de una notable decadencia de los precios de la plata, surge el estaño y con él, una nueva era económica en todo el distrito. Las viejas minas se rehabilitan para el trabajo de este mineral, conocido y despreciado durante todo el período colonial. Potosí revive, aumenta su población; se convierte ahora en el alma y razón de la nueva república, Bolivia.
Potosí viene a ser la capital económica de Bolivia y Sucre su capital política. Se descubren los grandes yacimientos de estaño del distrito de Llallagua y de otros centros mineros. En 1.879, se produce la guerra del Pacífico, quedando Bolivia sin puertos, y Potosí pierde una gran parte de su territorio.
En 1.932, se produce la Guerra del Chaco, que integra al país y lo une políticamente. Posteriormente, las secuelas de la guerra dan como resultado la revolución de 1.952, a la que se debe la nacionalización de las minas y la reforma agraria.
El 7 de Diciembre de 1.987, la ciudad de Potosí es declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO.
1.1 LEYENDAS FUNDACIONALES
La historia inicial de la ciudad es una mezcla intrincada de hechos fantásticos con verídicos, por lo que es difícil distinguir la historia de la leyenda. Se dice que las vetas de plata fueron descubiertas de forma casual, una noche del año 1545, por un pastor quechua llamado Diego Huallpa, que se perdió mientras regresaba con su rebaño de llamas. Decidió acampar al pie del Cerro Rico y encendió una gran fogata para abrigarse del frío. Cuando hubo despertado por la mañana, se encontró con que, entre las brasas humeantes de la fogata, brillaban hilillos de plata, fundidos y derretidos por el calor del fuego. El cerro, aparentemente,
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