PROBLEMAS DE LA ETICA KANTIANA.
Enviado por maria0614 • 7 de Abril de 2017 • Informe • 953 Palabras (4 Páginas) • 350 Visitas
INTRODUCCION A LA ETICA
PROBLEMAS DE LA ETICA KANTIANA
JUAN JOSE FRANCO GUTIERREZ
UNIVERSIDAD DEL VALLE
FACULTAD DE HUMANIDADES
LICENCIATURA EN FILOSOFIA
CALI
2016
PROBLEMAS DE LA ETICA KANTIANA
A lo largo de este semestre hemos visto muchos temas los cuales nos abren la mente, para así ver las cosas de una manera distinta; uno de los pilares fundamentales para el desenvolvimiento adecuado de conocimientos ha sido Immanuel Kant, quien junto con sus imperativos, han sido una herramienta constante en el aprendizaje.
La ética Kantiana, nos dice que la autonomía del hombre está regulada por principios ya impuestos por la razón, lo que Kant llama imperativo categórico, y no por simples casualidades que se presentan en nuestra vida diaria.
Los comportamientos humanos están llenos de variables que en muchos casos dependen de la situación en la que nos encontremos; mientras que en la naturaleza todo se encuentra condicionado por las leyes de la casualidad, en la conciencia moral rige el imperativo categórico el cual no conoce condiciones.
Kant nos habla también de imperativos hipotéticos, los cuales según él, salen del campo de lo moral puesto que se deja a un lado el imperativo categórico, para reducir así la acción, a un mandato que depende de las circunstancias particulares en las que se encuentre el individuo.
Al tener claro que el hombre no es puramente racional, sino que también maneja una parte sensible, Kant sigue su idea de conciencia moral pero descubre que también existen inclinaciones en el ser humano, como el amor, el odio, el placer… Las cuales a menudo se manifiestan y generan una tensión constante a la hora de actuar; así que para Kant, la acción moral es correcta siempre y cuando se ejerza lo que él llama una buena voluntad y así alejar la influencia de cualquier deseo. Por otra parte, la ética utilitarista de John Stuart Mill, no recae en la intencionalidad de la acción, sino en su con secuencialidad, y si aplicamos los principios de estas dos éticas a la sociedad, siendo el de la Kantiana “Obra como si la máxima de tu acción pudiese convertirse en ley para una legislación universal” y el de la utilitarista “La acción moral es correcta siempre y cuando genere placer para el mayor número”, consideraría que la mayoría de las personas optarían por el segundo principio.
Estuve y estoy de acuerdo con la crítica de Mill a Kant, (John Stuart Mill. (2002). El utilitarismo. España: Alianza editorial), que afirma que la moral no puede fundamentarse a priori; el ser humano es inestable, no es posible fundar un principio absoluto que lo rija en el campo ético-moral; a pesar de que Kant trata de fundamentar su principio moral en sus libros “Critica a la razón práctica” y “Fundamentación para la metafísica de las costumbres” no termina de convencer por completo.
Kant saca de lo moral con una mirada muy Griega lo que nos hace humanos, las pasiones, el desenfreno de nuestras inclinaciones, que si lo vemos desde una perspectiva distinta, es la esencia del ser humano.
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