PRODUCTO AMPLIADO Y ENFASIS EN BENEFICIOS AJENOS AL PRODUCTO
Enviado por Alexandrasarabia • 2 de Julio de 2014 • Síntesis • 1.800 Palabras (8 Páginas) • 406 Visitas
PRODUCTO AMPLIADO Y ENFASIS EN BENEFICIOS AJENOS AL PRODUCTO
Si además de vender deseamos alcanzar ventas repetitivas, debemos ofrecer servicios y beneficios adicionales, éstos constituyen un producto aumentado o producto ampliado. Entendemos como beneficios adicionales la atención al personal, la entrega oportuna, la garantía de devolución del dinero si el producto es deficiente, las facilidades de crédito, la asistencia técnica, a esto corresponde el lema "si no está satisfecho le devolveremos el valor pagado por el producto". (Valor agregado del producto).
Se debe tener en cuenta que en la actualidad la competencia no se da entre lo que la empresa produce en sus fábricas, sino entre lo que añada al producto; como empaque, servicios, facilidades de crédito, forma de distribución y entrega, publicidad, asesoría al cliente, etc. El público diferencia y aprecia estos aspectos, lo cual significa que cada vez los productos serán más iguales y que el público comprará por los valores agregados al mismo. Este es un aspecto que debemos mirar muy cuidadosamente hacia el futuro.
Así las cosas, los énfasis en beneficios ajenos al producto, cobran mayor vigencia, puesto que la diferenciación tangible de los productos es cada vez más difícil de sostener y pierde significado para los compradores. La atención del consumidor se concentra en:
- Mayor calidad sin costo
- Capacidad de respuesta mediante mayores servicios
- Orientación al consumidor y retención del mismo
Clasificación de los productos
Del mismo modo que es necesario segmentar los mercados para mejorar los programas de mercadotecnia en muchas firmas, también es útil dividir los productos en clasificación homogénea.
Buscando estrategias de mercadotecnia para ciertos productos en especial, los mercadólogos han desarrollado varios sistemas de clasificación de productos normalmente en una o dos veces que se basan en sus características.
Los productos pueden clasificarse en productos de consumo o industriales:
Los bienes no duraderos son bienes tangibles que se consumen por lo general en una o varias veces que se usen. Ejemplos de ello son la cerveza, el jabón y la sal.
Los bienes duraderos son bienes tangibles que suelen sobrevivir al uso. Los ejemplos incluyen refrigeradores, maquinas herramientas y ropa. Los servicios son actividades, beneficios o satisfacciones que se ofrecen en venta; por ejemplo, cortes de cabello y reparaciones.
Productos de consumo. Los bienes de consumo son los que compran los consumidores definitivos para su propio consumo. Por lo general, los mercadólogos clasifican estos bienes basándose en los hábitos de compra del consumidor.
Los bienes de uso común son bienes de consumo que el cliente suele comprar con frecuencia, de manera inmediata y con el mínimo esfuerzo en la comparación y la compra. Los ejemplos incluyen el tabaco, el jabón y los periódicos. Los bienes de uso común se pueden subdividir en bienes básicos, de impulso y de emergencia.
Los bienes básicos son aquellos que los consumidores compran de manera regular, como la salsa kétchup, Heinz, o las galletas Ritz. Los bienes de adquisición impulsiva se compran sin planearse o buscarse; por lo general se encuentran al alcance en muchos lugares, porque los clientes rara vez los buscan. Así, los chocolates y las revistas se encuentran cerca de las cajas, ya que de otra forma a los clientes no se les ocurrirá comprarlos.
Los bienes de emergencia se compran cuando la necesidad es urgente: paraguas durante un aguacero, o botas y palas durante una tormenta de nieve. Los fabricantes de bienes de emergencia los colocan en muchos puntos de venta, para evitar perder esta ejemplo: el momento en que el cliente los necesita.
Los bienes de comparación son bienes de consumo que suelen pasar por un proceso de selección durante el cual el cliente los compara en cuanto a su idoneidad, calidad, precio y estilo. Son ejemplos de ello los muebles, la ropa, los autos de segunda mano y la mayor parte de los aparatos electrodomésticos. Los bienes de comparaci6n pueden dividirse en uniformes y no uniformes.
Los bienes de comparación uniformes son similares en cuanto a la calidad, pero lo bastante diferentes en cuanto al precio. Pero cuando alguien busca ropa, muebles u otros bienes no uniformes, las características del producto son a menudo más importantes que el precio. Si lo que el cliente quiere comprar es un traje nuevo, el corte, la calidad y el aspecto serán más importantes que una pequeña diferencia en el precio. El que vende bienes de comparación no uniformes tiene que ofrecer un gran surtido para satisfacer los gustos de cada individuo y también tener vendedores bien entrenados capaces de proporcionar información y consejo al cliente.
Los bienes de especialidad son bienes de consumo con alguna característica muy especial, o de una marca específica, por los cuales un grupo importante de compradores está dispuesto a hacer un esfuerzo de compra. Los ejemplos incluyen ciertas marcas y algunos tipos específicos de autos, componentes de aparatos estereofónicos, equipo fotográfico y ropa de hombre. Los compradores no suelen comparar los bienes de especialidad: no invierten en ello más que el tiempo suficiente para llegar a la tienda y llevarse el producto. Aunque este tipo de tiendas no necesitan estar en lugares especialmente cómodos, si tienen que informar a sus clientes sobre su localización.
Los bienes de consumo que el cliente no conoce. Los nuevos que aunque sepa de ellos no la compra, como los detectores de humo o los aparatos de discos compactos son productos, hasta que el consumidor se entera de su existencia por los medios.
Productos industriales. Los bienes industriales son aquellos que compran individuos u organizaciones para procesarlos o utilizarlos en el manejo de un negocio. Así, la diferencia entre los bienes de consumo y los industriales se basa en la finalidad por la cual se compran. Si un consumidor compra una podadora
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