PROYECTO DE ACUERDOS ESCOLARES DE CONVIVENCIA
Enviado por laale100 • 9 de Septiembre de 2014 • 4.682 Palabras (19 Páginas) • 680 Visitas
ESCUELA SUPERIOR DE COMERCIO
PROYECTO DE ACUERDOS ESCOLARES
DE CONVIVENCIA
PROYECTO DE ACUERDOS ESCOLARES
DE CONVIVENCIA
Directora: Prof. Marta A. Carballo
Vice Directores: Prof. Eduardo F. Espíndola – Prof. Elina Ronchetti
Diseño y elaboración del Diagnóstico Situacional Institucional:
Equipo Directivo: Prof. Marta A. Carballo
Prof. Eduardo F. Espíndola
Prof. Elina Ronchetti
Profesores: Silvia Cassín
Karina Grandi
Psicopedagoga: Noelia García.
Colaboración: Prof. Lic. Marta Zarza
Implementación y colaboración: Profesores:
Ciencias Sociales: Claudia Baldi – Claudia Ponce
Ciencias Naturales: Stella Maris Garello – Ángela Rodini
Artística: Silvia Dómini
Contable y Tecnología: María Inés Fandiño- Laura Dominguez
Matemática: Laura Angles- Claudia Morán
Lengua: Susana Cerutti- Eduardo Guevara
Lengua Extranjera (Inglés): María Teresa Giacinto- Marcela Coquet
Informática: Beatriz Quiroga
Humanidades: Silvia Cassín- Karina Grandi
Educación Física: Vanesa Amaya- Amilcar Candioti
Preceptores: Lorena Parodi- Lorena Malano
A.T.P.: Daniel Piazza
FUNDAMENTACIÓN
El hecho de convivir con nuestros semejantes diferentes resulta problemático desde siempre; más allá incluso desde el ámbito en el que la convivencia tenga lugar. Existen modos de convivencia posibles en el seno de las instituciones educativas. Esto en virtud de que interpela aquellas nominaciones tradicionales y sesgadas que hacen referencia a la indisciplina, la mala conducta o la violencia escolar. Estas expresiones subrayan el comportamiento indeseable solo de uno de los sectores que participan de la vida institucional: los alumnos. Aquí se advierte una omisión en un doble sentido: primero en cuanto a la responsabilidad que cabe a los adultos en aquellos comportamientos de los menores, y segundo, en cuanto que desatiende el comportamiento de los mayores. Este reduccionismo está de tal forma naturalizado en esos espacios que causa sorpresa cuando aseveramos que la indisciplina, inconducta o violencia son una posibilidad que atañe a todos y cada uno de los miembros de una comunidad educativa. Esto admite un análisis diferente, esto es, estructural y complejo de la convivencia en el marco institucional.
A fines del siglo pasado, calificados especialistas de la UNESCO elaboraron un informe en relación con el perfil que debería tener la Educación en el siglo XXI. Esta comisión determinó la necesidad de construirla sobre cuatro pilares fundamentales:
• Aprender a conocer: dada la rapidez de los cambios sociales producidos en función del progreso científico y de las nuevas formas de actividad económica y social, se hace necesario promover el acceso permanente a nuevos contenidos.
• Aprender a hacer: indica la conveniencia de adquirir competencias que posibiliten hacer frente a nuevas situaciones laborales, propiciando el trabajo en equipo.
• Aprender a ser: porque el progreso de la sociedad depende de la creatividad y capacidad de innovación de cada individuo o grupo.
• Aprender a convivir: alude al desarrollo de conocimientos sobre los demás, sus historias, costumbres, tradiciones y su espiritualidad en el marco de una sociedad cada vez más multicultural y competitiva.
La convivencia es motivo de aprendizaje; es preciso que deje de ser visualizada simplemente como un asunto natural y espontáneo; se trata de una cuestión cultural que debe ser construida y apropiada de manera sistemática. Tanto los menores como los mayores – sin excepción – deben apropiarse de las reglas y mandatos de la cultura, tanto para formar parte como para desenvolverse en ella. Existen códigos que es necesario acatar para poder convivir; y en esto de acatar los adultos (familiares primero, educadores después), tienen la responsabilidad superlativa en relación con los menores.
Centrado el concepto de convivencia en la dimensión institucional, ésta debe ser formalizada de manera escrita. Para ello se hace indispensable la elaboración del Proyecto de Acuerdos Escolares de Convivencia (PAEC) con la participación de todos los miembros de la comunidad educativa. Esto conlleva a la modificación de las dimensiones de la actividad pedagógica. Consideramos que son dos los aspectos básicos de esta transformación que tiene que ver con:
a) Las modalidades de gestión institucional.
b) Las modalidades de regulación de la convivencia áulica e institucional.
En cuanto a las primeras, creemos que cuando son inoportunas e inapropiadas tienen una incidencia directa en la presencia de conflictos permanentes e incluso violentos. Cuando se ejercen con criterios democráticos promoviendo el trabajo en equipo y alentando el respeto por la diversidad, la buena convivencia, esa que no está exenta de conflictos, redunda a favor de una vida institucional sana y facilitadora de la producción que corresponda (enseñanza – aprendizaje, conducción directiva, administrativa, etc.), de todos sus miembros.
En cuanto al segundo punto, nos corresponde a los docentes gestionar alternativas que regulen la convivencia áulica e institucional. Consideramos que la Convivencia satisfactoria es aquella que se nutre de la diversidad; en un aula coexisten inteligencias distintas, deseos distintos, éticas distintas, estéticas distintas, ritmos distintos, responsabilidades distintas, etc. Si esto no se tiene en cuenta, la convivencia se complica y produce efectos indeseables.
Entendemos que, inserto en el Proyecto Educativo Institucional, el Proyecto de Acuerdos Escolares de Convivencia estipula los modos de relacionarse, las normas de convivencia, los acuerdos y consensos para resolver las situaciones conflictivas a fin de promover un clima favorable para el trabajo. Para esto es necesaria la participación de todos los actores que integran la comunidad educativa, es decir, los directivos, los preceptores, los docentes, los alumnos, los padres, los auxiliares, los administrativos y técnicos. También es conveniente la participación de consultores externos y/o especialistas en lo pedagógico – legal.
OBJETIVOS
• Conocer la opinión que tienen personal docente, no docente, alumnos y padres de primer año – como miembros importantes de la comunidad educativa – sobre la convivencia escolar.
• Analizar la legislación vigente referida a
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