VIOLENCIA Y CONVIVENCIA ESCOLAR - Proyecto

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Introducción:

El siguiente trabajo tiene como objetivo invitar a la comunidad educativa a mirar “la violencia” desde cada uno como actor principal. Partimos de un interrogante base: ¿Cuáles son los sentidos que los actores atribuyen a la violencia y construcción de convivencia?, y la respuesta será el primer paso para poder brindar un espacio de reflexión crítica y aprendizajes compartidos.

Citamos lo que, en una primera instancia, describimos como actos violentos dentro del aula:

 “Una de las experiencias de violencias que viví en el aula fue cuando, Uno de los alumnos tomó la carpeta para golpear a otro. El motivo que llevó a éste niño a ejercer este acto fue, el sentirse ofendido ante las palabras de su compañero, no tuvo otro modo de defenderse que a través de un golpe.” (Cintia)

“Dentro del aula donde me tocó trabajar se hicieron manifiestas distintos tipos de violencia. En la institución en general pude notar, en demasía, la violencia verbal, aunque lamentablemente en su mayoría, entre docentes y personal auxiliar.

Particularmente en el aula, alumnos de nivel primario, recurren constantemente a la violencia física frente a cualquier problema. La mayoría no fueron situaciones graves, pero siempre están presentes los empujones, los golpes con la cartuchera, afiches, etc. En esta aula, un alumno en específico presenta falta de tolerancia y paciencia limitada, lo que termina siempre en actos violentos (físicos y verbales). Por situaciones como, por ejemplo, que un compañero no quiera sentarse con él o que un docente no lo elija para determinadas tareas.” (Noelí)

“En una de las escuelas donde trabajo como profesora, es muy notable el nivel de violencia física y verbal. A pesar de que la institución trabaja en problemáticas como “la violencia”, trata de impartir y educar a los niños y jóvenes en valores, los adolescentes no escuchan y no quieren aprender. En esta escuela hay afiches por todos lados sobre la educación en valores y aun así los alumnos la están deteriorando. Son irrespetuosos, gritan y levantan la voz a los docentes.” (Mónica)

“La violencia es un tema antiguo como nuevo. Las formas en cómo esta se manifiesta en las escuelas  cambiaron, quizás por la sociedad en continuo cambio, por las presiones económicas de cada grupo familiar o las exigencias continuas para permanecer en un grupo, etc. Alarma el grado de violencia que un alumno de 7 años puede tener, como me ocurrió recientemente con Joaquín, quién sólo concurrió al establecimiento en tres oportunidades. Su padre aludió que su esposa no lo tiene listo para llevarlo a clases a tiempo. Su antigua docente atribuye que la falta de atención de su familia afecta negativamente. ¿Qué hacer si Joaquín sale de la escuela y su realidad no cambia, por más empeño que el docente trabaje en su diario quehacer? Lo real es que Joaquín pelea como un niño mayor, adoptando comportamientos propios de niños que viven o pasan mucho tiempo en la calle. Sabe de códigos de violencia como, mirar fuerte a alguien, con lo cual, quizás desata una pelea de puños y malas palabras.” (Irma) 

 “Desde mis prácticas como docente, pude observar y vivencia tipos de diferentes tipos de violencia entre todos los miembros de la comunidad educativa.

Un acto de violencia que pude presenciar fue  cuando una de las docentes se quiso retirar antes de arriar la bandera y la secretaria no la dejó .Se insultaron verbalmente llegando a la violencia física (la secretaria la tomó de los cabellos a la docente insultándola).Con respeto a los alumnos, uno de los causantes de ciertos actos violentos, era un niño con problemas psicológicos, la mayoría de estos apuntaban hacia los varones.” (Ramona)

“En mi práctica actos de violencia eran generados por las diferencias que se presentaban entre los alumnos. Estos ante cualquier problema generaban malestar, ya sea insultándose o agrediéndose a través de empujones y golpes.” (Mariela).

Es destacable que la mayoría de las situaciones descriptas apuntan al alumno como causante de malestar y violencia en la escuela, así mismo estos actos están delimitados por las paredes del aula. En general notamos que no importa la edad de los actores o el nivel que ocupan dentro de la institución, todos en algún sentido, son causas o provocan situaciones que incluyen agresiones, maltratos, insultos, etc. En ese aspecto no hay diferencias entre edades, aunque si entre géneros, ya que es más común en los alumnos varones las situaciones de violencia física, pero en el personal docente femenino las situaciones de violencia emocional o verbal.

Así mismo entendemos que para poder generar un proyecto de prevención de violencia y construir una mejor convivencia debemos involucrarnos completamente como docentes. Un ponto clave es preguntarnos si lo que nosotras como docentes observamos como violencia es lo único a que este concepto hace alusión, es decir preguntarnos ¿Qué es violencia para los alumnos? ¿Para los padres? ¿Para la comunidad educativa? Además ¿Qué factores influyen en la misma? ¿Cómo podemos generar propuestas de cambios?

Fundamentación:

Actualmente podemos decir que habitamos una sociedad marcada por la violencia, estas se manifiestan en diversas formas, explícitas o solapadas, y en todos los ámbitos sociales. “Los intercambios sociales informales, eventuales, formales y estructurados están signados por la violencia, que se evidencia en diversas situaciones de la cotidianidad de los ciudadanos y expresiones de agresión verbal, física y por sus formas simbólicas. El concepto de violencia ha sido y continúa siendo materia de debate en el campo de las ciencias sociales.

Y la escuela no escapa a esta situación, es por esto que se pretende analizarla desde los diferentes puntos de vista de los actores involucrados, con la intención de poder generar un cambio (a corto y largo plazo).

Es notorio que en muchas instituciones los docentes manifiestan su malestar frente a esta problemática, pero no se ha generado ningún tipo de cambio en ningún aspecto. Es decir que, aparentemente, se ha visualizado el problema desde una mirada ajena, y no se pretende intervenir. Sin embargo, es destacable que los alumnos (de manera indirecta muchas veces) han expresado interés y compromiso por participar. Es mucho lo que los docentes y la comunidad educativa en su conjunto, pueden hacer en relación a la disminución de episodios de violencia en las escuelas.

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