PUNTO DE PARTIDA
Enviado por zulla123 • 6 de Diciembre de 2012 • 2.244 Palabras (9 Páginas) • 610 Visitas
PUNTO DE PARTIDA:
Cuando el profesor de educación religiosa decide llevar al campo de acción o la escuela, el conjunto de conocimientos y valores cristianos a través de la enseñanza de los mismos siempre se encuentra con una serie de cuestionamientos, de preguntas como ¿Qué es la religión? ¿Qué enseña la religión? ¿Qué estrategias debo utilizar? ¿Cómo evaluar? Y mas allá de todas las interrogantes, la enseñanza de la religión exige algo que otras materias no requieren: la fe, el compromiso, el testimonio de vida.
Enseñar religión no es una simple tarea instructiva, una transmisión de conocimientos, enseñar religión implica educar con el ejemplo, testimoniar lo que se cree lo que se profesa, sembrar en los alumnos la semilla de la fe y procurar que germine, se desarrolle, crezca y produzca frutos buenos.
• La asignatura de educación religiosa más o menos estructurada ha estado reservada a núcleos eclesiásticos y religiosos.
• Dentro del proceso colonizador de América latina no se trabajo con base a una auténtica evangelización, sino que se insistió solo en el aspecto sacramental y externo de la religión de forma que la fe de nuestro pueblo responde más a unas tradiciones que ha situaciones y actitudes que sean el fruto de una real opción personal frente a la diversidad.
• También se ha venido formando la creencia de la poca importancia que tiene la enseñanza de la religión en la escuela, convirtiéndola muchas veces en solo un relleno que debe figurar en el horario escolar para cumplir con el MED y que no tiene ninguna trascendencia para la formación del alumno.
• Finalmente, la enseñanza de la educación religiosa ha sido asignada con mucha frecuencia a personas con buena voluntad pero sin elementos pedagógicos y didácticos adecuados convirtiendo la clase en la más tediosa y aburrida de la jornada.
CONCEPTO DE DIDÁCTICA DE LA EDUCACIÓN RELIGIOSA.
También según los enfoques pedagógicos, autores y tendencias modernas, la Didáctica de la Educación Religiosa se define de muchas maneras, pero mantiene la esencia moderna de la definición estructural: “La ciencia que estudia los diversos componentes humanos y materiales que intervienen en el proceso enseñanza – aprendizaje con el fin de establecer sus funciones e interrelaciones y dinamizar el acto docente – dicente”, lo que incluye en esta estructura es la dimensión espiritual y de fe que contribuye a la formación integral de la persona. Y si hablamos propiamente de la persona como un ser bio-psico-social-espiritual, esa dimensión no puede obviarse ni mutilarla.
Esta Didáctica mantiene sus esencias pedagógicas y clarifica el aspecto religioso como centro y motor de su vida interior.
No se debe confundir Catequesis con la Educación Religiosa, para ello presentamos este cuadro comparativo
FUNCIONES
La didáctica hace referencia a dos funciones: una trata de enseñanza como función magistral, la otra se refiere a la función del alumno y a unos objetivos del aprendizaje muy concretos.
OBJETIVOS:
Se dividen en dos objetivos una material y otra formal:
1. Objetivo material:
Que dirige al conocimiento de los elementos materiales y humanos que intervienen en el proceso de enseñanza aprendizaje.
Ejem: materiales audiovisuales, didácticos lúdicos.
Desempeño docente y la respuesta de los alumnos en las diversas etapas del proceso educativo.
2. Objetivo formal:
En la dirección del aprendizaje y de la formación de los alumnos.
Ejem: criterios de evaluación técnicas etc.
ELEMENTOS:
Como ya hemos estudiado son cinco elementos básicos que van a actuar muy unidos y correlacionados todos tienen la misma importancia, pero van a variar sus objetivos, las condiciones del docente, el contenido y sus métodos propios.
1. Los objetivos en la didáctica de la educación religiosa están acorde con el proceso evolutivo del alumno y el gradual proceso de lo que se quiere alcanzar en relación a los contenidos de su propia evangelización y educación de la fe.
2. El educador de esta didáctica será llamado “Educador de la Fe”, con características diferentes a cualquier maestro. Estas características son:
• Seria competencia profesional como maestro y una desinteresada dedicación a sus alumnos. Para ello deberé tener una adecuada preparación doctrinal y preparación pedagógica.
• En el documento conciliar “Gravissimum educationis” n°8 nos recuerdan a los maestros cristianos la necesidad de adquirir una solida preparación profesional y cristiana.
• En el ambiente escolar la presencia del profesor de religión debe ser comparable al novel profesional de los otros profesores además de una especialización para que no sea considerado como un extraño.
• Debe exponer la doctrina de Cristo con claridad y precisión y poseer el arte de motivar a los alumnos en todo momento para que reciban sus enseñanzas con entusiasmo.
• Tener una fe alegre y viva por el misterio de Cristo que ha elegido propagar.
• Estar impregnado de un amor desinteresado y respetuoso hacia los educandos siendo fiel a la integridad del mensaje.
• El educador de la fe será eficaz cuanto mayor sea su personalidad y para ello deberá tener un equilibrio emocional, alta autoestima que lo lleve a liderar a sus grupos.
• Debe desarrollar cualidades de conciencia recta, firmeza y ecuanimidad, que no pierda la serenidad y que pueda solucionar adecuadamente y en forma justa cualquier conflicto.
• Debe actuar con oración y experiencia, lo principal no es transmitir un saber sino una vida encamada en su propio vivir, de tal manera que podamos decir como Job(42,5) “Yo te conocía solo de oídas, mas ahora te han visto mis ojos”.
• Debe presentarse frente a sus alumnos con amor y entrega pues esto es más importante que el saber, es más fácil ser funcionario que ser presencia del amor de Dios.
• Capacidad de escucha es decir una condición para el dialogo y la comunicación autentica consigo mismo, con el otro y con el grupo, con empatía afrontando prejuicios, evitando juzgar y evaluar.
• Cualidades humanas, tales como el dialogo, comprensión, aceptación incondicional, cercanía, simpatía y amistad.
• Saber trabajar en equipo, creando un adecuado clima institucional para ello debe saber respetar y escuchar, saber establecer y mantener relaciones humanas, saber valorar a cada persona, saber dialogar o consensuar, delegar responsabilidades, comprometerse en los proyectos.
• Tener un adecuado cuidado en su presentación personal y física, en su vestimenta y aseo personal, vistiendo con decoro y
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