Paisajes rurales y urbanos

Colombia es un país donde varían las culturas, los pensamientos, los paisajes rurales y urbanos, además de ser reconocido a nivel mundial por su alegría y las personas carismáticas, “bonitas” y emprendedoras.

Todos estas características se deben quizás a nosotros mismos, es decir, los colombianos nos hemos encargado de autodenominarnos así, por la necesidad de querer sobresalir. No obstante, existen otros factores culturales, económicos y políticos que permiten calificarnos así, y a los que no todos los colombianos responden de manera asertiva y claramente significativa.

Estamos acostumbrados a poner apodos y alias a los demás, a las confianzas con desconocidos, a pensar que si somos amables con los demás también lo serán con nosotros, a dirigentes corruptos, al narcotráfico, la prostitución, a tener el pensamiento errado de que “el que peca y reza empata”. Todas estas particularidades, las vemos muy normales, y es precisamente por la cultura que hemos creado y desarrollado poco a poco. Le cambiamos el nombre y el significado a todo, olvidamos los formalismos cuando es estrictamente necesaria la formalidad, hacemos fiestas por todo, y sobre todo, somos muy familiares. Esencialmente, los aspectos mencionados, son los que nos diferencias de los demás países y culturas del mundo; claro está, que hace referencia a la mayoría de los colombianos, pero no a su totalidad.

Otro de los aspectos claves en la idiosincrasia colombiana, es el poder político y económico, desde años atrás, y desde generaciones muy tempranas, el poder se concentra en la clase alta, es decir, nuestros dirigentes vienen de descendencia de clases dominantes, lo que nos alienta a perder credibilidad en el sistema político y económico de nuestro país. Nos rige una constitución que en algunos aspectos en sólida y contundente ante el delito, pero que en su mayoría es débil y no logra promover cambios significativos para la sociedad colombiana.

La cultura inminente en la que se desarrolla Colombia y sus Habitantes, no es cuestión de la época actual, se viene construyendo desde antepasados y desde la colonización, es gracias a todos los hechos pasados y pensamientos propios de los colonos, que estamos inmersos en una civilización carente de pensamientos sistémicos, acostumbrados a que la riqueza se concentra sólo en unos pocos, a el vandalismo y la corrupción, a que la clase trabajadora no tiene los mismos derechos que la clase dirigente, a un pensamiento errado y carente de crítica, a justificar todo lo que nos sucede con la frase: “esto es lo que nos toca vivir”.

Sin embargo, existen salidas y oportunidades que los colombianos no sabemos identificar, situaciones que pasamos por alto, o que simplemente no consideramos relevantes cuando verdaderamente lo son, en el sentido de un cambio radical y positivo a nivel individual y para la sociedad en general.

El texto que habla sobre la idiosincrasia colombiana, expresa untos claves para entender el pensamiento y comportamiento de los colombianos, aunque no precisamente de manera rígida y estrictamente personal.

Menciona aspectos culturales, económicos, sociales, políticos y motivacionales propios de la idiosincrasia colombiana, analizando sus causas y consecuencias más significativas dentro de las cuales el país es su principal protagonista.

Uno de los aspectos con los que más me identifico del texto, es cuando mencionan la importancia de que los colombianos ejerzan el derecho al voto, es decir, hablan de que en su mayoría de nosotros hablamos y criticamos la forma en que los dirigentes manejan el poder, nos quejamos de las malas acciones de los jefes de estado y sus aliados, cuando ni siquiera vamos a las urnas a votar. Pero mi pregunta es ¿es importante ejercer el derecho al voto, cuando creemos que siempre ganan aquellos que más le convienen a los dirigentes actuales?

Particularmente, considero que los colombianos creen innecesario salir a votar, debido a las malas administraciones que se han presentado en la historia de Colombia y que hasta ahora no se ha producido muchos cambios significativos. Aquí

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