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Participacion Ciudadana

yoni24 de Octubre de 2011

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Principios de Participación ciudadana

El término participación ciudadana hace referencia al conjunto de acciones o iniciativas que pretenden impulsar el desarrollo local y la democracia participativa a través de la integración de la comunidad al que hacer político. Está basada en varios mecanismos para que la población tenga acceso a las decisiones del gobierno de manera independiente sin necesidad de formar parte de la administración pública o de un partido político.

Otra forma en que se manifiesta la participación ciudadana es a través de las ONGs las cuales pugnan por ciertos temas sociales sin sustituir en las funciones del gobierno sino evaluándolas, cuestionándolas o apoyándolas (véase: lobby). También puede proponerse a través de la discusión de temas de importancia de los ciudadanos en foros organizados o por otras vías para llegar a un consenso.

Participación social, comunitaria, ciudadana y política. Un intento de caracterización.

El término participación en un sentido estrictamente sociológico tiene dos sentidos: En el sentido fuerte, participar significa intervenir en los centros de gobierno de una colectividad, es decir, en un grupo, una asociación, una organización, una comunidad local, un estado del que se es miembro; donde "participar" en las decisiones implica una posibilidad real y el acto concreto de concurrir a la determinación, en un plano de relativa igualdad con los demás miembros, de los objetivos principales de la vida de la colectividad, del destino de recursos de todo tipo a uno entre varios empleos alternativos, del modelo de convivencia hacia el cual se deba tender, de la distribución entre todos de los costos y beneficios.

En el sentido débil, participar significa tomar parte de un modo más o menos intenso y regular en las actividades características de un grupo, una asociación, etc., exista o no para el sujeto la posibilidad real de intervenir eficazmente en las decisiones de mayor relieve que se toman en los centros de gobierno de la colectividad en cuestión.

En las definiciones anteriores encontramos la primera diferenciación de dos formas de participación, una que se refiere a la posibilidad de intervenir en la toma de decisiones y otra que enfatiza la toma de posición de un individuo, independientemente de su poder de intervención en las decisiones públicas. De acuerdo con esta concepción existe una separación tajante entre dos formas de participación: en una se tiene poder de intervención y en otra no, no existen grados intermedios.

Probablemente la definición de sentido "débil" se refiere implícitamente a lo que también conocemos como participación social, popular o comunitaria, mientras que el sentido "fuerte" se acerca a la participación ciudadana o política. Por lo anterior, es importante distinguir a las diferentes formas de participación señaladas al principio.

Es importante considerar que el término participación va unido a dos elementos: una circunstancia específica y un conjunto de voluntades humanas. La participación es siempre, un acto social, colectivo y es producto de una decisión personal, contempla dos elementos complementarios: la influencia de la sociedad sobre el individuo, pero sobre todo, la voluntad personal de influir en la sociedad.

En esta definición destaca la importancia que se otorga a la voluntad del individuo como ser pensante que decide o no participar y por otra parte, destaca el carácter social de esta decisión.

Por otra parte, la participación no siempre puede darse igual para todos los individuos, no todos participan de la misma forma ni obtienen iguales beneficios. Los individuos participan a diferentes ritmos y magnitudes y obtienen también resultados diversos.

Una definición de participación sin adjetivar aún el término es "la intervención (directa o indirecta) de distintos actores en la definición de las metas de acción de una colectividad y de los medios para alcanzarlas. Es un proceso social que genera la interacción o relacionamiento de diferentes actores (individuales o colectivos) en la definición de su destino colectivo. Esta interacción involucra, relaciones de poder que se presentan en todos los espacios donde se despliegan relaciones humanas y que tienen una incidencia mayor o menor según los intereses, las valoraciones y las percepciones de los involucrados en la interacción. Estas expresiones de poder generan tensiones y conflictos que pueden tener un efecto positivo o negativo en los procesos de participación"

Se trata de una definición bastante genérica en la que entran componentes sociales y políticos, enfatizando la parte social, pero tocando la parte de relaciones de poder que existen en todo grupo social. Con esta primera definición nos percatamos de la dificultad de separar los distintos elementos que intervienen en el término participar.

En las siguientes líneas intentaremos substraer los distintos componentes de la participación social, ciudadana, comunitaria y política, procurando dibujar las líneas, no siempre visibles que separan cada significado.

Sin lugar a dudas el discurso sobre la participación no puede separarse de las distintas épocas históricas en las que el término apareció así, en la década de los sesenta la participación era concebida como el mecanismo a través del cual se contribuía al logro de una sociedad más moderna. Los teóricos de la marginalidad calificaron a la participación como el instrumento más apropiado para lograr la incorporación de los sectores marginados de las sociedades latinoamericanas a la dinámica del desarrollo. (ibid. p. 157).

Para la década de los setenta la crisis de representatividad se expresaba en la poca incidencia de los órganos de representación frente al gobierno y al creciente burocratismo estatal. La participación se convertía en el instrumento mediante el cual otras instancias u órganos asumirían el papel del estado y llevarían a la población a intervenir en la satisfacción de las necesidades no atendidas.

La participación ha sido vista desde los supuestos de la modernización del Estado en el sentido de que se debía crear una nueva relación entre éste y la sociedad civil a partir de la formulación de políticas, programas de desarrollo, en la iniciativa, en la concertación y fiscalización. (ibid. p. 158)

Una autora que ha trabajado en forma seria el tema es Nuria Cunill, su análisis se ha convertido en un clásico en la caracterización del concepto de participación y particularmente de participación ciudadana en el contexto latinoamericano .

Esta autora encuentra dos dimensiones en el fenómeno de la participación ciudadana: 1) como medio de socialización de la política y 2) como forma de ampliar el campo de lo público hacia esferas de la sociedad civil y por lo tanto, fortalecer a ésta. (Cunill p. 44)

En este sentido participación quiere decir que se está "tomando parte", por lo tanto en el caso específico de la participación ciudadana, se supone que los individuos como ciudadanos toman parte en alguna actividad pública.

Cunill define a la participación ciudadana como "la intervención de los individuos en actividades públicas, en tanto portadores de intereses sociales." (ibid. p. 48).

Para hacer más clara esta definición, la autora expone otras clases de participación:

Intervención en el curso de una actividad pública.

La participación social. Esta se refiere a los fenómenos de agrupación de los individuos en organizaciones a nivel de la sociedad civil para la defensa de sus intereses sociales. La diferencia con la participación ciudadana está en el hecho de que en la participación social los individuos se relacionan no con el Estado sino con otras instituciones sociales.

La participación comunitaria supone una relación con el Estado pero en un sentido sólo de impulso asistencial de acciones que, son ejecutadas por los ciudadanos y que se refieren a cuestiones vinculadas a su vida más inmediata.

Otra forma de participación son las experiencias autónomas de la sociedad civil, en este caso, las experiencias de autogobierno por parte de los movimientos sociales y las experiencias de organización de la comunidad que surgen y se resuelven en su propio seno, tampoco se engloban dentro del fenómeno de participación ciudadana. Esto debido a la "autonomía" que implica la intervención de un solo sujeto social, a diferencia de la participación que implica al menos la intervención de dos sujetos.

El considerar a la participación ciudadana como intervención en una actividad pública, la diferencia de la participación social y de las experiencias autónomas. (ibid. p. 44-48)

Existe una fuerte discusión sobre las diferencias entre participación ciudadana y política, mientras para algunos autores como Cunill, la participación política es diferente a la ciudadana, para otros como Merino cuando los ciudadanos se unen para influir, están tomando parte en la política (Merino, op. cit. p.30). Pensamos que esta segunda posición tiene mayor solidez en los hechos pero empíricamente resulta muy complicado para el investigador distinguir cuando un acto en el que toma parte un gran número de ciudadanos es una forma de participación ciudadana o de participación política.

En un intento de hacer más clara esta separación, rescatamos varios elementos característicos de la participación política. De acuerdo con Verba, Nie y On Kim existen cuatro formas de participación política de los ciudadanos:

1) El ejercicio del voto, 2) actividad en campañas políticas, 3) práctica de actividades comunitarias

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