Planificación estratégica reseña
Enviado por Danny Pérez • 7 de Noviembre de 2017 • Ensayo • 2.241 Palabras (9 Páginas) • 187 Visitas
PLANIFICACIÓN ESTRATÉGICA
Nombres | : Gabriela Pérez Fecha: 23-10-2017 |
Paralelo | : Aula N°29 |
Informe Abstract
Tema: El Análisis económico y la política ambiental
Autor: Guillermo Rudas Lleras
Resumen: El análisis económico es de vital importancia para comprender los problemas ambientales y orientar la toma de decisiones de política en este terreno. Debido a lo formulado anteriormente, en el presente artículo se tiene un especial énfasis en los siguientes temas: el concepto de externalidades ambientales, el papel de los instrumentos económicos y los principios de equidad y trasectorialidad.
Summary: Economic analysis is vital for understanding environmental problems and guiding policy-making in this area. Due to the above, this article has a special emphasis on the following themes: the concept of environmental externalities, the role of economic instruments and the principles of equity and transectorality.
El análisis económico de problemas ambientales y de los recursos naturales tiene ya una amplia trayectoria dentro del desarrollo de la teoría económica. Las bases de lo que después sería catalogado como la teoría de las externalidades formuladas por Coase (1960) y la teoría sobre las relaciones entre la escasez de los recursos naturales y el crecimiento económico de Barnetty Morse (1963), marcaron hitos fundamentales en el desarrollo de la teoría económica aplicada al análisis de las relaciones entre el sistema económico y el ambiente natural.
Desde una perspectiva más heterodoxa marcaron hitos en el desarrollo del análisis de las relaciones entre la economía y el ambiente los autores como Georgesco Roegen (1989) con su trabajo sobre La Ley de la Entropía y el problema económico y Herman Daly (1989) con su Introducción a la economía en estado estacionario.
Durante mucho tiempo estos aspectos fueron tratados únicamente por economistas especializados. La enseñanza de la economía se está poniendo a tono con la importancia que estos temas adquieren, con cada vez mayor fuerza, en el mundo moderno. La mayoría de los textos modernos de economía son una muestra palpable, incluyen un capítulo muy bien detallado sobre bienes públicos. Para esto, se abre un espacio para textos académicos especializados en estos temas, tales como los de Hartwick y Olewiler (1986), Pearce y Turner (1995), etc.
En el presente artículo se presentan algunas reflexiones acerca de la convivencia de aplicación del análisis de problemas ambientales y a la formulación de políticas en este terreno.
El ambiente, los mercados y las externalidades negativas
El ambiente puede ser definido como el entorno dentro del cual se realizan todo tipo de actividades humanas y dentro del cual opera la sociedad en sus diversas dimensiones económicas, culturales, políticas y organizativas. De esta forma la comprensión de las relaciones existentes entre las actividades humanas y el medio natural, es obligatoria para efectos de la definición de una adecuada política ambiental.
Para entender el tipo de relaciones entre beneficiarios del daño ambiental y los perjudicados por dicho daño, es conveniente hacer referencia a la forma en que operan las relaciones entre distintos actores económicos. De hecho, cualquier actividad económica expresa relaciones de intercambio de bienes y servicios que satisfacen necesidades humanas. Sin embargo, es muy frecuente que muchas de estas actividades de intercambio económico generen situaciones indeseables tanto para los participantes directos como para otros miembros de la colectividad
Cuando una determinada decisión incide negativamente sobre quienes participan directamente en la toma de dicha dedición, se puede afirmar que el impacto negativo queda incluido dentro del balance entre ventajas y desventajas que formula cada uno de los participantes en función de obtener su máximo provecho.
Un ejemplo de esta primera situación es el caso en donde se adquiere y consume un alimento contaminado con pesticidas tóxicos que mejoran su productividad, disminuyen sus costos directos de producción e incrementan sus utilidades. Por su parte, el consumidor del producto contaminado también expresa sus preferencias al adquirirlo en el mercado, pagando el respectivo precio. Si se presume que el mercado es suficientemente transparente, podría afirmarse que el consumidor asume, deliberadamente, el riesgo de intoxicarse.
En este caso se podría concluir que el consumidor expresa sus preferencias al pagar un determinado precio por un producto contaminado con sustancias tóxicas; y en contraprestación satisface sus necesidades adquiriendo un producto que tiene además otras características que resultan atractivas y que tiene un precio probablemente menor al que tendría si además no estuviese contaminado (supuesta transparencia de mercado).
Sin embargo, en muchos casos se presentan serias imperfecciones en los mercados que impiden una clara expresión de las preferencias del consumidor. Este sería el caso de la inexistencia de productos sustitutos no contaminados o una imperfecta información acerca de las consecuencias nocivas para la salud derivada del consumo de alimentos con sustancias toxicas. El consumidor no es compensado por el riesgo de consumir productos contaminados por estos insumos.
El segundo escenario hace referencia a quienes se ven afectados por las consecuencias nocivas de una decisión, sin haber tenido ninguna injerencia en la toma de la decisión misma. Por ejemplo, un grupo de población localizada fuera del área de influencia económica de la zona en donde se realiza la producción agrícola, que además no consume los alimentos que allí se producen, pero que es usuario de las aguas contaminadas por los tóxicos empelados durante la producción de dichos alimentos.
Esta población no tiene forma de expresar sus preferencias por el producto contaminado en ningún mercado porque no es demandante de estos alimentos. No obstante esta población, sí se ve afectada por las consecuencias nocivas de la utilización de agroquímicos tóxicos en la producción de alimentos, al tener que usar el agua contaminada. Dichas población no recibe ninguna compensación por los daños provocados de la utilización del agua contaminada pero, muy posiblemente tendrá que asumir mayores costos en el tratamiento de estas aguas para hacerlas para el consumo.
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