Preescolar

A largo de mi quehacer docente me enfrentado a retos y consignas a largo y mediano plazo con las cuales he ido adquiriendo aprendizajes, sin embargo sé que estoy en la etapa de retroalimentarme de todas las vivencias con mis alumnos y hoy profesor me ha puesto en la línea de recordar una de las vivencias que recuerdo con nostalgia y con un dejo de impotencia al encarar la problemática de uno de mis alumnos, a su vez para observar actitudes que antes no visualizamos y que por lo desconocido del conflicto no entendemos el origen y las causa que lo provocan.

Sin percatarnos nos involucramos en los entornos familiares al detectar algún problema en el desempeño y conducta de los niños.

El pequeño Yael que cursaba en aquel entonces preescolar 2, con 4 años se encontraba en la etapa preoperacional (2-7 años) en su desarrollo cognitivo en un constante esfuerzo por adaptarse al entorno en términos de asimilación y acomodación, donde el niño utiliza el pensamiento simbólico, donde se guía por la intuición, animista, egocéntrico, su mayor actividad el juego y el dibujo, incluye el lenguaje para hacerse entender y que hace que el niño entienda el mundo desde una perspectiva, la suya.

Al realizar la situación didáctica “Un viaje imaginario”, donde se cuenta la historia de un extraterrestre que nos ha invitado a su planeta para que conocieran a su familia, como vivían, que comían y que actividades compartían en familia.

Utilizamos una grabadora, música y mucha imaginación.

Al terminar nuestro viaje pedí a los niños sus opiniones sobre que les había gustado de este viaje imaginario, los comentarios fueron diversos, a Yael le había gustado la familia de su amigo, porque decía, estaba su mamá, papá y hermanos, y la comida pues su mamá también le preparaba spaguetti como a su amigo.

Mas tarde les pedí a los niños que dibujarán su casa y me llamo mucho la atención porque él dibujo su casa pero no le puso color, pues el comento que su casa estaba triste y que no estaba pintada no tenía color.

Esta situación me alarmo ya que la actitud de Yael era de tristeza y nostalgia pero no sabía el porqué, ¿qué estaba pasando en casa? Al pasar los días observe el comportamiento de Yael, ya que de repente lloraba sin motivo aparente y pedía que fuera su mamá, se portaba agresivo y no quería trabajar ni jugar con sus compañeros.

Esta situación me preocupo y un día sin esperarlo llegó su papá por el niño, le solicite unos minutos para platicar de la conducta de Yael, el señor primero se mostro sorprendido pero finalmente al hablarle del comportamiento de Yael en los últimos días, me platico la situación que vivía al irse su esposa de su lado, que Yael se tenía que quedar con su abuelita y eso no le gustaba.

Ahora me daba cuenta del porqué de su conducta y de la actitud de enojo y agresión, era la manera de reaccionar a lo que no comprendía.

El

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