Presentación la universidad autónoma de guerrero por el H. consejo universitario, ha asumido como uno de sus ejes trasversales la incorporación de la perspectiva de género en todos los procesos que se desarrollan en esta institución.

Cuaderno 1: guía para el uso de lenguaje incluyente

Lilit cortes gallardo

Hablando también se incluye, se respeta, se visibiliza, se reconoce

Colección UAGro: “hacia una cultura institucional con perspectiva de género”

Presentación la universidad autónoma de guerrero por el H. consejo universitario, ha asumido como uno de sus ejes trasversales la incorporación de la perspectiva de género en todos los procesos que se desarrollan en esta institución.

En este sentido, y como primer paso para su consecución, la coordinación de asuntos de genero pone a disposición de la comunidad universitaria esta guía que pretende ser una herramienta practica y sencilla, para que cada universitario o universitaria pueda en lo sucesivo, iniciar con un proceso de reeducación y así evitar el uso sexista del lenguaje de parte del personal directivo tanto en sus expresiones, como en los documentos administrativos; del personal docente y de investigación en su práctica diaria.

Podrán incursionar a esta nueva forma de comunicación mediante el aporte de ideas para solución sencilla, no discriminatoria ni violentas, recurriendo a la riqueza de los elementos que componen nuestra lengua.

Esto llevara a que el estudiantado incorpore en su proceso de formación integral, nuevas formas de comunicación y de relaciones igualitarias, con el reconocimiento a la otredad, incorporando valores como el respeto y la inclusión. Y como consecuencia una forma ejemplar de expresión para la sociedad en general.

Dr. Alberto Salgado Rodríguez

Rector

“la discriminación contra la mujer viola los principios de la igualdad de derechos y del respeto de la dignidad humana, que dificultan la participación de las mujeres en las mismas condiciones que el hombre, en la vida política, social, económica y cultural de su país”. Convención sobra todas las formas de discriminación contra la mujer, CEDAW, por sus siglas en ingles. ONU

Introducción

Dada la importancia de dar cumplimiento al marco normativo para la igualdad de género, en el mundo se han elaborado diversos documentos que invitan al uso del lenguaje incluyente o no sexista, por esta razón, se han revisado los que al final se citan. Con este documento queremos contribuir a hacer más corto el camino hacia la igualdad a través de la equidad de género.

Mucho se ha dicho ya, que el lenguaje es un producto social e histórico que incide en nuestra percepción de la realidad, no es una creación arbitraria del imaginario humano. Es una vía para transmitir socialmente de generación a generación las experiencias acumuladas con anterioridad, de esta manera, se condiciona nuestro pensamiento y determina nuestra visión del mundo.

La real academia española indica que “las lenguas cambian de continuo y lo hacen de modo especial en su componente léxico. Por ello los diccionarios nunca están terminados: son una obra viva que se esfuerza en reflejar la evolución registrada nuevas formas y atendiendo a las mutaciones de significado”.

Al aprender a hablar se van asimilando conceptos de los que se desprenden conductas y forma de pensar; una idea concreta del mundo y la información que incluye valores, prejuicios y estereotipos que serán parte fundamental de la forma de relaciones entre personas.

La lengua conlleva cargas sociales y estructurales que dificulta su modificación en poco tiempo. Las palabras definen la realidad y esta es cambiante, por tanto, es susceptible a la evolución. Las lenguas son dúctiles, maleables no estáticas, si el mundo cambia, también las lenguas también, a partir de propuestas dirigidas a las transformación mediante un uso no sexista de las palabras.

El lenguaje crea conciencia, cultura, ideología y modifica el pensamiento de las personas. Así, al cambiar la forma de hablar o escribir se modifica la mentalidad de las personas, sus conductas y a la sociedad misma transformando sus relaciones.

Por esta razón, la lengua se convierte en una herramienta, una forma viva que permite el cambio y es altamente posible (depende de cada persona) ir incluyendo algunas modificaciones que dan cuenta de los diverso que es el mundo y la sociedad.

Los prejuicios sexista que el lenguaje trasmite sobre las mujeres son el reflejo del papel social atribuido a estas durante generaciones producto del pensamiento patriarcal y la asignación de género, donde uno de los géneros – el masculino – está sobrevalorado en detrimento del femenino.

Como en muchas áreas de la vida, la identidad, los valores, la cultura y la comunicación se han construido desde el pensamiento patriarcal a partir del sexo de la persona, y el lenguaje y la forma de comunicación entre mujeres y hombres, no está exento de esta forma de construcción.

Gracias a los estudios de género, se ha podido develar que desde el nacimiento, e incluso antes, al ver a una mujer embarazada, todos nuestros comportamientos y pensamientos están condicionados por el género. Lo primero que se pregunta a una mujer embarazada o a su pareja, es por el sexo del futuro bebe y ahí comienza la construcción del género al asignarle un color a partir de la diferencia sexual. Si es niña se le pinta un mundo color rosa y si es niño su mundo será azul, los colores forman parte de los estereotipos que le darán identidad de género.

Con la asignación de genero atribuyen ya al futuro bebe características, comportamientos, actitudes, intereses y roles, que serán distintas según se trate de niña o niño. La identidad, femenina o masculina esta, por tanto, condicionada, determina el actuar, sentir y pensar según sea mujer u hombre.

Todo ello con base en la distinción sexual y en función de ello la sociedad valora de forma diferente en un sistema denominado sexo/genero. Esta realidad impera hoy día, pese a que el papel de las mujeres en la sociedad ha experimentado cambios importantes desde las últimas décadas del siglo XX.

Los mensajes, sexistas que el lenguaje sigue transmitiendo, refuerzan los roles tradicionales y dan una imagen de las mujeres relacionadas con el sexo y no con sus capacidades y aptitudes, intrínsecas a todos los seres humanos.

La familia es la primera institución que asigna el género, luego es reforzada por la escuela, la iglesia y todas las instituciones de la sociedad. Los medios de comunicación fortalecen aún más la asignación de los roles genero de manera estereotipada, lo que conlleva a relaciones desiguales.

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