Propuesta Curricular para la Educación Primaria de Jóvenes y Adultos
Enviado por maruka1977 • 29 de Agosto de 2016 • Trabajo • 103.903 Palabras (416 Páginas) • 339 Visitas
Anexo Único
Propuesta Curricular para la Educación Primaria de Jóvenes y Adultos
Marco General
Introducción
A seis años de la promulgación de la Ley Provincial de Educación N° 13688 que implica una transformación profunda en el sistema educativo provincial, en consonancia con los lineamientos nacionales de política educativa y frente a los diversos desafíos que plantea la inclusión de todas las personas jóvenes y adultas en la educación obligatoria, la Dirección General de Cultura y Educación, elabora la Propuesta Curricular y organizativa para la educación primaria de jóvenes y adultos. Ello significa poner a las instituciones que dependen de la Modalidad, en un pie de igualdad en relación con el resto de los niveles y modalidades de la jurisdicción, destinadas a garantizar la inclusión de todos los bonaerenses en el sistema educativo y su permanencia con aprendizaje para la acreditación de los niveles obligatorios.
Al mismo tiempo, la obligatoriedad de la educación secundaria, nos interpela e impone la necesidad de contar con otros dispositivos al interior de la educación primaria que garanticen su efectivo cumplimiento, ahora también con una función propedéutica en relación con la continuidad de los estudios posteriores, hecho que resultara inédito hasta la promulgación de las leyes nacionales y provinciales de educación elaboradas a partir del año 2005.
En este sentido, la política educativa comienza su transformación desde que la ley de financiamiento educativo en el año 2005, dispone de los recursos que permitieron luego materializar la inclusión en el sistema educativo. El reconocimiento de los derechos de los sujetos de la educación, cambia por completo la orientación de política educativa respecto de los períodos neoliberales anteriores. Por ello, implica una profunda transformación ideológica del papel de la educación y una escucha atenta de las demandas sociales en torno de las políticas públicas requeridas para el sector.
Imaginar estos nuevos escenarios, supone también imaginar y planificar sus condiciones de posibilidad. En este sentido, se inscribe la promulgación de la ley de financiamiento educativo como antecedente necesario de la transformación en curso.
Como otros hitos en ese derrotero de ampliación y cumplimiento efectivo de los derechos de los sujetos, se promulgan con posterioridad la ley nacional de educación en 2006 y la ley provincial de educación en 2007.
En las últimas décadas, se han producido cambios en el conjunto social que afectan tanto la composición como las demandas en torno de la educación de adultos, sin que se hayan producido, cambios estructurales en sus aspectos organizativos y curriculares concomitantes.
Es en este sentido, que la educación de adultos, nombrada en la actualidad con mayor justicia como educación de jóvenes y adultos, incorpora en sus instituciones cada vez un número mayor de jóvenes y adolescentes que traen consigo un conjunto de prácticas sociales propias y que interpelan a las instituciones otrora pobladas casi exclusivamente por adultos.
Es por todo lo expuesto que la comunidad educativa que participa de la modalidad se da a sí misma y tras un proceso de consulta y colaboración entre todos quienes la transitan –supervisores, equipos directivos y docentes, estudiantes, especialistas, comunidad - esta propuesta organizativa y curricular, en línea con el Marco General de Política Curricular y el Diseño Curricular del nivel primario que marca su horizonte, pero incorporando todos los matices y las grandes diferencias que hacen a su identidad y a la especificidad de sus destinatarios.
Esta nueva propuesta marca al mismo tiempo un profundo cambio y una continuidad en la concepción política-pedagógica de los sujetos destinatarios –siempre diversos, múltiples, portadores de prácticas, saberes, valores y hábitos diferentes entre sí- y se traduce en una nueva estructura para la educación primaria de jóvenes y adultos, que garantice la inclusión, la permanencia con aprendizaje y la acreditación del nivel para todas las personas mayores de 14 años de la provincia de Buenos Aires. Para el logro de dichos propósitos, se impone la necesidad de una propuesta de enseñanza, acorde con los lineamientos de política educativa vigentes, que sea capaz de incorporar también a todos quienes hoy no están en sus aulas. Por ello, es preciso que la escuela de jóvenes y adultos desde sus mejores tradiciones sea promotora de espacios sociales y centro de la vida cultural de la comunidad dentro de la cual está inmersa. Al mismo tiempo, es necesario profundizar la articulación entre la propuesta educativa y los saberes ligados al mundo del trabajo, no solo con criterios de inserción en la estructura ocupacional sino como saberes más generales vinculados al ámbito de la ciudadanía, en tanto los sujetos que la transitan y aquellos a quienes aún se debe incorporar, son portadores de derechos sociales en relación con el trabajo, la seguridad social y su participación gremial o sindical.
En síntesis, la educación primaria de jóvenes y adultos debe aportar una formación que, conforme con los lineamientos de la política educativa para el nivel, posibilite a los jóvenes y adultos continuar estudiando, mejorar su desempeño en el ámbito laboral e integrarse activamente en el mundo social, político y cultural del que participan y de cuya transformación pueden ser protagonistas.
En esta perspectiva, la educación de adultos ha garantizado a lo largo de su historia la inclusión de aquellos postergados y excluidos no solo de su derecho a la educación, sino de múltiples derechos. Se requiere por tanto que sea capaz de sostener y profundizar su capacidad inclusora asociada a las mejores tradiciones de la educación popular.
Propósitos de la educación de jóvenes y adultos
Los propósitos de la educación primaria de jóvenes y adultos en la provincia de Buenos Aires se vinculan con la concepción de sujeto y de conocimiento que deriva del marco general de la política curricular de la jurisdicción. Se parte de una concepción del sujeto destinatario como un sujeto de derecho, que en el caso de los jóvenes y adultos, se traduce en el ejercicio pleno de los derechos sociales, políticos y culturales. El conocimiento es concebido como una construcción social, históricamente situado, que es construido y reconstruido personalmente entre quienes comparten determinadas prácticas. Por lo mismo, la distribución democrática de la información que permita la construcción de conocimientos debe garantizar la participación de todos. Este es el sentido democratizador de la escuela pública, que se recupera en esta Propuesta.
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