Propuestas para trabajar la ecología y el medio ambiente

El presente trabajo es una Propuestas para trabajar la ecología y el medio ambiente como temas que permiten articular, en su abordaje, diferentes perspectivas disciplinares.

La destrucción de la capa de ozono, el cambio del clima, la escasez de agua dulce y la reducción de la biodiversidad son todos problemas que demuestran, entre otros, el daño ambiental provocado por diversos factores; estas conductas han causado un enorme deterioro de los ecosistemas, llegando al extremo que hoy en día los problemas ya no son locales, sino globales. Con el fin de producir los cambios de actitud y de conducta en los niños que tiendan mejorar la calidad de vida e implementar estrategias favorables, se ha desarrollado esta propuesta sobre la educación ambiental.

“La educación ambiental es un proceso dirigido a desarrollar una población mundial que esté consciente y preocupada del medio ambiente y de sus problemas y que tenga los conocimientos, actitud, habilidades, motivación y conductas para trabajar, ya sea individual o colectivamente, en la solución de los problemas presentes y en la prevención de los futuros”.

Específicamente, la educación ambiental enfatiza estos cinco objetivos de desarrollo:

1.- Conciencia: Ayudar a la población a adquirir conciencia y sensibilidad del medio ambiente y sus problemas; desarrollar la habilidad de percibir y discriminar entre estímulos; procesar, mejorar y aumentar estas percepciones; usar estas habilidades en una gama de situaciones nuevas.

2.- Conocimiento: Ayudar a la población a comprender cómo funciona el medio ambiente, cómo el ser humano interactúa con el medio ambiente, y cómo conflictos y problemas relacionados con el medio ambiente se inician y se resuelven.

3.- Actitudes: Ayudar a la población a adquirir un conjunto de valores y sentimientos de preocupación por el entorno, las motivaciones y la decisión de participar en la mejoría del medio ambiente.

4.- Habilidades: Ayudar a los educandos a adquirir las habilidades necesarias para identificar e investigar problemas ambientales y contribuir a la solución de ellos.

5.- Participar: Ayudar a los educandos a adquirir experiencia en el uso de sus conocimientos y habilidades para actuar reflexiva y positivamente en la solución de conflictos y problemas ambientales.

La educación ambiental busca un cambio cultural, que debe comenzar por establecer, el sentimiento de ser parte de la naturaleza. Sin embargo, es más frecuente que se tenga una percepción utilitaria de la naturaleza y de sus recursos y que se ignoren los límites naturales del crecimiento de las poblaciones y del uso de los recursos. Y que no se sienta ninguna conexión entre la conducta personal y los problemas ambientales. El cambio cultural se puede lograr con la colaboración de las autoridades educacionales y participación de toda la comunidad educativa haciendo actividades esporádicas y temporales.

Nosotros como profesores, debemos organizar programas de aprendizaje orientados a desarrollar y fortalecer conocimientos y habilidades, dentro de un marco de buenas relaciones interpersonales. Así como también debemos fomentar: la educación de valores y el desarrollo de una ética ambiental basado en principios de respeto, aprecio y valoración del medio ambiente. Los educadores debemos conocer las estrategias y tener las habilidades necesarias para organizar programas educativos orientados a la formación ética y valórica, y al desarrollo moral del individuo.

Las actividades que se proponen ayudan a mejorar nuestro medio ambiente y a crear conciencia en los niños sobre el cuidado del mismo:

ACTIVIDAD 1: LOS ÁRBOLES: UN HOGAR PARA TODOS

Objetivo: Sensibilizar y aumentar el amor y conocimiento de los arboles y comprender lo que es un hábitat y que los árboles proveen hábitat para muchos seres vivos.

Desarrollo:

- Explicar con palabras simples los conceptos de hábitat y biodiversidad.

- Conocer los tipos de árboles que hay en el patio de la escuela y en parejas se convertirán en amigos de un árbol.

Procedimiento: Un compañero tendrá una venda y el otro actuará de guía, el alumno sin venda guiará a su compañero hacia un árbol que exista en el lugar, el alumno vendado deberá tocar y conocer el árbol: explorar su corteza, ramas, irregularidades, hojas, etc. Su compañero le dará datos, como colores y formas.

Después de vivida la experiencia, llevará a su compañero, todavía vendado, hacia el lugar de partida, tras sacarse la venda, el niño que estuvo vendado tendrá que identificar a su árbol amigo, pudiendo el otro alumno dar algunas pistas para que lo reconozca.

Luego, se invierten los papeles: quien fue guiado ahora debe actuar de guía, procediendo a realizar la misma acción anterior, después cada niño se ubicará frente a su árbol amigo y lo dibujará y/o pintará. A partir de los dibujos de sus árboles amigos que hicieron los niños, se identificará cada uno con un letrero hecho de papel

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