¿Puede el docente ejercer su rol libremente sin ser afectado por la coyuntura que lo rodea?

¿Puede el docente ejercer su rol libremente sin ser afectado por la coyuntura que lo rodea?

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Autor: Cristian Gonzalo Pimentel.

Introducción:

La sociedad parece siempre esperar de un docente que se comporte de un forma impoluta, que no manifieste su ideología, que no sea afectado por los vaivenes económicos, que no tenga prejuicios, que deje los problemas personales fuera del aula. Parece exigirle al docente que sea un Ser cercano a la perfección.

 Es objeto de críticas si pelea por sus derechos, se lo juzga por sus clases y debe dar explicaciones, a alumnos, padres y autoridades educativas permanentemente.

 Ese ser al que la sociedad espera sea la persona que transforme individuos para bien y genere sólidos valores en su alumnado, debe convivir con una coyuntura social y un sistema educativo en el que muchas veces se encuentra desprotegido.

 En el desarrollo de este ensayo intentaré analizar, si es posible que el docente pueda lograr el nivel de abstracción suficiente que le permita abocarse plenamente a su clase sin tener en cuenta la coyuntura que lo rodea o si esta,  influye en el docente como persona y por consiguiente en su rol frente al alumnado.  

Desarrollo:

Desde que nacemos, crecemos y nos desarrollamos en una determinada cultura, en un contexto familiar, nos vinculamos con determinados amigos, estudiamos en determinado ámbito (público o privado). Lo mencionado anteriormente (entre otras muchas cuestiones) va formando en nosotros una determinada forma de pensar, un ser que desarrolla una ideología determinada, una mirada frente a las clases sociales, una mirada frente al rol del Estado, un ser al que le despierta más o menos interés la política, un ser abierto o cosmopolita, o un ser cerrado o provinciano.

 Con todo este bagage cultural a cuesta, un día comienzas el rol como docente, y no solo debes convivir con tu mirada hacia los demás, resultado de tu historia de vida, sino de la mirada de cada uno de tus alumnos en el cual coexiste un historia también, de las autoridades educativas con las que podes tener coincidencias ideológicas o no, y la mirada de los padres, algunos más activos, otros más pasivos en su participación, diferentes núcleos familiares, diferentes formas de educar a sus hijos, nietos, sobrinos, etc cual haya resultado ser su núcleo familiar.

 Así es como, en las instituciones educativas conviven un grupo de personas heterogéneas con diferentes formas de pensar, formado por la historia personal de cada uno de los docentes y autoridades. Todos ellos conviven en una institución, en un momento histórico determinado, con un determinado contexto social y con un sistema educativo determinado, definido por un determinado gobierno con el que sentís más o menos afinidad ideológica.

 Este conjunto de variables, son las que conviven con el rol del docente. Intentaré enfocarme en dos variables (el contexto socioeconómico y el sociocultural apuntando principalmente cambio producido por el avance de la tecnología) para entender cómo el docente debe lidiar con el contexto que lo rodea y ejercer su rol dentro del mismo.

 Si pensamos en el momento histórico socioeconómico, podemos pensar en que un docente pudo ejercer su rol de la misma manera en el inicio de la la democracia, en el que se tomó la decisión de llenar la escuela de alumnos, sin la infraestructura necesaria para llevar adelante y a costa de sacrificar el sueldo docente, que en la época del Menemismo, donde se transfirió la responsabilidad de la educación a cada una de las provincias sin el presupuesto adecuado para tremenda responsabilidad, se sancionó la Ley federal de educación en el que entre otras cosas, extendíó los años de escolaridad y cambió la estructura educativa (primaria pasó a llamarse Educación General Básica, y el secundario Polimodal) , o pudo un docente pensar en ejercer su rol y brindar su currícula educativa en el contexto del país en la crisis del 2001, en donde muchos chicos de escuelas pública de todo el país llegaban mal alimentados, y con muchos problemas en sus núcleos familiar por la falta de trabajo. Fue lo mismo para el docente, cuando Néstor Kirchner asume la presidencia y toma como política de Estado a la educación estableciendo los 180 días de clases como mínimo (tema que al día de hoy en muchas jurisdicciones del país no se ha logrado), volvió la educación técnica y un aspecto importantísimo, la ley de financiamiento educativo, sancionada en 2006, que destinó un 6% del PBI (producto bruto interno) a educación. En el  contexto actual, con un presidente neoliberal que, con sus políticas económicas destruye la industria, perdiendo miles de puestos de trabajo día a día, llevando a que los comedores escolares, se encuentren cada vez con más chicos, que el hambre y la situación del hogar sea nuevamente un eje central a tener en cuenta por el docente a la hora de ejercer su rol. Como se puede ver en lo antes mencionado, parece difícil que el docente pueda ejercer su rol de igual manera en cualquier contexto histórico socioeconómico.

 Ahora pensemos cómo el docente ejerce su rol frente a los cambios socioculturales, y que en los últimos años fue acompañado por un ritmo vertiginoso debido al avance y a los cambios de paradigmas impulsados por la tecnología, lo que impulsa a repensar y reveer la currícula educativa y el rol del docente frente a un aula, y la transformación del sujeto que aprende.

 Si pensamos en la educación hasta hace 20 años atrás, el acceso a la información era limitado, ya existía internet pero las comunicaciones eran lentas y caras y el uso no era masivo. En ese contexto el rol docente era el de transmitir la información, los alumnos iban aprender de lo que transmitía el docente, era un contexto que le otorgaba al docente, si se quiere cierta “seguridad” él era quien enseñaba y eso le otorgaba cierto poder frente al alumnado. En ese contexto el docente conductista no estaba mal visto, el alumno aprendía memorizar lo que transmita el docente, eso le alcanzaba para aprobar. No se trabajaba sobre la idea de  un alumno que interprete la información, sino de un alumno que memorize, si el alumno memorizaba, el alumno aprobaba aunque ese conocimiento finalmente se esfuma semanas después de haberlo rendido.

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