RELACION DE LA SABIDURIA DOCENTE CON EL SABER CIENTIFICO PEDAGOGICO

RELACION DE LA SABIDURÍA

DOCENTE CON EL SABER

CIENTIFICO-PEDAGOGICO*

Introducción

Este texto realiza una opinión acerca de los saberes científico-pedagógicos que plantean los autores ya citados, en contraste con los saberes docentes que he adquirido en mi experiencia en el aula. Estoy de acuerdo en la importancia que tienen los saberes científicos, sin embargo difiero en que sean los únicos elementos, o los enfoques más valorados para llevar un proceso de enseñanza-aprendizaje, en las siguientes líneas redacto más explícitamente este supuesto.

En el desarrollo de mi quehacer educativo, he capturado algunos saberes que me ayudan a desarrollarlo, entre éstos saberes puedo rescatar que en primer término es importante conocer la estructura del programa de estudios, para realizar así mi planeación diaria que debo desmenuzar perfectamente para poder lograr los objetivos que emanan cada uno de los contenidos, de acuerdo al contexto en que viven mis alumnos (rural) considerando que éste resulta una limitante para llevar a cabo muchas actividades que podrían en realizarse por ejemplo en la ciudad, sé que es de suma importancia dejar a los alumnos actividades extra clase que le ayudan a reforzar los conocimientos adquiridos en clase. Aunque también considero que la relación que yo como docente establezca con los padres de familia, así como la comunicación y la interacción que desarrolle con ellos, determina hasta cierto grado la formación que alcancen mis alumnos. Tengo la certeza que la alimentación, la atención familiar y los problemas socioeconómicos son elementos extremadamente influyentes en la disposición que tienen los niños al llegar al salón de clases. Reconozco que el nivel económico resulta un limitante para la adquisición de material didáctico o recursos que pueden mejorar su aprendizaje, También sé que la escuela es el lugar en donde los niños no sólo adquieren conocimientos, sino también, valores, responsabilidades y actitudes que refleja el personal y sobre todo su maestro, por lo que pienso que la actitud que yo reflejo, la disposición y mi presentación deja de manifiesto la actitud que deseo que adopten los niños.

He podido percatarme que los saberes científico-pedagógicos expuestos por Carr y Kemis, son propuestas susceptibles a cambios en contraste con la experiencia vivida. Un punto de partida en este contrapuesto, es que los saberes científicos pedagógicos no son los elementos unitarios que responden a nuestras problemáticas que se presentan en nuestra labor, desde un enfoque particular puedo prescindir la premisa de que los saberes científicos son infalibles en la praxis, considero que la acción escolar tiene mucho más énfasis, pues los resultados vistos

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