Reflexión sobre la "neutralidad del docente"

Dentro de la docencia los profesores/as que desarrollan las materias ciencias sociales o humanidades están expuestos a explicar sus contenidos con cierta carga de subjetividad, porque es muy complicado mantener cierta objetividad dentro de la clase en donde lo que se enseña está influenciado por las experiencias, creencias e intereses que mantiene el docente en su vida cotidiana.

Teniendo en cuenta que en nuestro país existen leyes que consideran incorrecto hablar de política, religión u otro movimiento ideológico que promueva un cierto adoctrinamiento hacia los estudiantes. Dentro de la filosofía podemos pensar en muchos conceptos contradictorios respecto a lo que se dicta en el sistema educativo, si bien la escuela exige a los docentes a crear ciudadanos críticos y a darles una visión latinoamericana asociada a la independencia de Europa, sin embargo nos encontramos con la filosofía de la liberación promovida por Dussel, en donde el punto de partida es la realidad latinoamericana que nos ubica en la periferia respecto a Europa. Considerando las palabras de este filosofo, para lograr que Latinoamérica tenga un pensamiento autentico, es necesario dar un discurso que esté en contra del eurocentrismo, una crítica al orden actual. Sin embargo de qué manera se puede dar una clase objetiva y a la vez criticar al sistema actual.

Otro punto para tener en cuenta es que dentro del proceso de enseñanza el docente a la hora de explicar o enseñar, puede utilizar algunas palabras que pueden tener un tinte ideológico de trasfondo que denotan algún tipo de inclinación política. Como menciona el pensador leninista y marxista, Althusser, "las palabras son armas para la revolución". y esto contribuye a formar personas más inclinadas a cierto ideal político.

Otra contradicción que se puede analizar es la que propone la filosofía de Leopoldo Zea, en la que desarrolla que el ser humano es un ente comprometido y condenado a elegir, esto se lo puede relacionar con la idea de hacer o tomar una postura política, en donde incluso al permanecer neutral también se está haciendo política, la acción de no interesarse en política es al fin y al cabo una ideología de carácter político.

Sin embargo, a pesar de estas dificultades dentro de la enseñanza de las ciencias sociales, las clases deben mantener una cierta objetividad, a pesar que es difícil lograrla por completo, se puede alcanzar de una forma parcial. Se puede exponer el gusto por algunos temas políticos, religiosos o tecnológicos, siempre y cuando que el docente sepa comunicarse y escuchar de manera activa y respetuosa las diferentes posturas, e incluir y valorar las diferencias, así como despertar curiosidad por el conocimiento, de acuerdo con las etapas de desarrollo de cada estudiante.

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