Repensar la enseñanza para fortalecer el vínculo con el saber y acompañamiento personal

Repensar la enseñanza para fortalecer el vínculo con el saber y acompañamiento personal

               La escuela cobra vida con las personas que confluye en ella, por si sola se muestra fría e inerte a las situaciones que se viven en su contexto, el calor, la vida y las experiencias las experimentan y la viven los que día a día damos sentido a lo que nombramos escuela, centro educativo, institución etc. Las emociones en el desarrollo y la forma de relacionarse juegan un papel muy importante en el ser humano, por ello la educación debe incluir una pedagogía de las emociones que permita preparar a las personas para enfrentar los retos que la vida nos presente.

Como parte de mi ejercicio educativo, el tomarlas en cuenta para el desarrollo de mis actividades es fundamental, permitiéndome orientar a alumnos, padres de familia y docentes, manteniendo una estrecha relación, tomando en cuenta necesidades, costumbres, diversidad de pensamientos y creencias, fomentando el respeto, la tolerancia, la equidad y la empatía.

La educación a distancia resultó ser un desafío para todos, docentes, alumnos y padres de familia, pensar en la utilización de herramientas digitales para llevar a cabo el proceso educativo era impensable antes de la pandemia, el ejercicio y la búsqueda de alternativas para continuar con el trabajo a distancia, ante la imposibilidad del regreso presencial, nos vimos en la necesidad de recurrir a diversas estrategia que nos permitiera mantener una comunicación con nuestros alumnos, la comunicación por medio de celulares se volvió una de las estrategias mas efectivas, por ser la herramienta con el que la mayoría contaba, mediante llamadas telefónicas, grupos de WhatsApp, es como se empezó a contactar a la mayoría de los alumnos y continuar con las actividades de aprendizaje.

Por otro lado, la pandemia evidencio la desigualdad de oportunidades en la sociedad como el acceso de la tecnología y la conectividad, pero a pesar de estas desigualdades los esfuerzos por lograr mantener una comunicación con los alumnos fueron prioritario para llevar a cabo la educación a distancia, ahora aprovechar la inclusión de la tecnología, y el acercar a los estudiantes a hacer un uso adecuado de la tecnología formará parte de nuestro currículo y nuestro quehacer cotidiano. Mostrar a nuestra sociedad que la educación esta cambiando, repensar la forma de enseñanza, más universal, pero a la vez con una mayor calidez, donde nos sensibilicemos y formemos desde lo afectivo y lo socioemocional, si bien es importante incluir los avances tecnológicos, también debemos cuidar la parte humana de la educación.

En conclusión, como parte de nuestra formación como profesionales de la educación, es estar en constante replanteamiento de nuestro quehacer educativo, repensar, y reorientar nuestra práctica, formando alumnos críticos, reflexivos y emocionalmente fuertes, con herramientas que les permita transformar su realidad, haciendo uso de los medios que estén a su alcance, cuidar de si mismos, de los demás y de la naturaleza.

Prepararnos para situaciones inesperadas como lo son las emergencias sanitarias, los desastres naturales, desplazamientos por inseguridad, conflictos bélicos, entre otros problemas de orden mundial, con una actitud positiva ante las adversidades, desarrollando habilidades tales como la comprensión, la comunicación, el aprendizaje colaborativo, la creatividad, y el pensamiento crítico, que nos permitan salir avante de cualquier situación y trascender como sociedad.

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