Responsabilidad Social
Enviado por kakaroto16 • 12 de Enero de 2015 • 6.223 Palabras (25 Páginas) • 132 Visitas
LIBERTAD Y RESPONSABILIDAD.
1. CONDUCTA MORAL Y LIBERTAD.
1.1. INTRODUCCIÓN.
En la Unidad 4 hemos explicado qué entendemos por ética y moral, así como las relaciones que pueden establecerse entre ambas. Allí hemos definido la ética como una disciplina filosófica que analiza la Moral y busca darle un fundamento, generando así morales racionales. A su vez, la conducta moral era definida como una conducta libre guiada por normas y valores morales. Entendiendo por normas y valores morales aquéllos que son asumidos en conciencia y funcionan como criterios de de¬cisión últimos para el individuo que los asume.
De esta definición podemos concluir que una condición indispensable pa¬ra que exista conducta moral, es que está sea libre. Cuando, por el contra¬rio, es una conducta predeterminada por las leyes rígidas de la naturaleza, o por instintos incontrolables, no puede ser juzgada en términos morales. Así, si un rayo mata a un hombre que pasea por el campo, o un león se come a un turista despistado, no por ello consideramos las conductas del rayo o del león, moralmente reprobables. Al actuar como lo hacen siguen su propia naturaleza. Pero si es un ser 'humano el que mata, tortura o humilla a otro, entonces sentimos la necesidad de condenar moralmente su conducta (al margen de que también pueda ser penalizada judicialmente). La diferencia radica en que, en este segundo caso, consideramos que el individuo ha po¬dido elegir qué hacer, tiene libertad para decidir. Pero, ¿realmente hay conductas libres? A continuación intentaremos aclarar qué entendemos por libertad, si la libertad es posible y cuáles son sus límites.
1.2. LA LIBERTAD: DEFINICIÓN Y TIPOS.
El término libertad se emplea con múltiples sentidos, que vamos a reducir a cuatro básicos:
• Libertad entendida como ausencia de obstáculos (libertad de). De¬cimos que algo se conduce libremente, en primer lugar, cuando nada impide que siga su curso natural. Así, decimos que el agua circula libremente cuan¬do, por ejemplo, baja por un regato sin que, ni embalses, ni acumulación de basuras, impidan su circulación. O decimos que un animal se conduce libremente cuando no hay jaulas ni cadenas que impidan la satisfacción de sus deseos y apetitos. En este caso la libertad concuerda con la necesidad, con la determinación natural. Algunos filósofos, entre los que destaca Spinoza (1632-1677), consideran que ésta es la única concepción posible de la libertad. Pero también podemos incluir aquí aquellas conductas sociales que sur¬gen cuando se eliminan obstáculos impuestos socialmente. Por ejemplo, decimos que hay libertad de prensa cuando no existe la censura.
• Libertad entendida como azar o indeterminación. Decimos que un suceso es indeterminado o azaroso cuando se produce de modo imprevisi¬ble, cuando no sigue una ley o regla en base a la cual podría haberse previs¬to de antemano ese suceso. Por ejemplo, cuando lanzamos un dado al aire no podemos tener, de antemano, la seguridad de que nos vaya a salir uno u otro valor. Aunque en este caso la imposibilidad de predecir el resultado de nuestra jugada se deba a que nos faltan datos, cabe la posibilidad de que haya fenómenos que sean impredecibles de suyo.
¿Qué significa «ser persona»? ¿Y «ser responsable»?
Supón que, bajo hipnosis, se te pu¬diese obligar a cometer un robo. ¿Se¬rías responsable de tu acción? ¿Bajo qué condiciones se puede considerar a alguien responsable de lo que ha¬ce?
¿Tiene sentido decir que somos lo que hacemos? Razónalo.
Intenta definir «libertad» y «determi¬nismo».
¿Has oído hablar alguna vez de la libertad interior»? ¿Qué crees que significa esa expresión?
• Libertad entendida como capacidad de elegir. Es la manera más habi¬tual de entender la libertad. La libertad de la que hacemos uso cuando elegi¬mos qué ropa ponernos por la mañana, a qué partido político votar, etc. Algunos filósofos y teólogos, como Agustín de Hipona, diferencian entre el libre albedrío, que sería la capacidad general de elegir, y la libertad, que se da cuando elegimos correctamente, cuando elegimos el bien. Solo en és¬te segunda caso habría libertad en sentido estricto porque solo en este caso el individuo domina sus inclinaciones (que pueden arrastrarle a elegir lo que no debe).
• Libertad entendida como capacidad de crear, de hacer, de tomar de-cisiones sobre lo que queremos que haya (libertad para). Se trata de la capacidad de hacer surgir algo nuevo, algo que antes no había en el mundo y que nosotros nos hemos propuesto conscientemente que haya. La cons¬ciencia es un componente esencial de la creación, pues la capacidad de hacer surgir algo nuevo al azar o por una combinación mecánica predeter¬minada de elementos ya existentes también es propia de la naturaleza. La capacidad creadora comienza por la propia actividad linguística: ya hemos visto en la Unidad 7 cómo el ser humano es capaz de producir, de una manera consciente y premeditada, una indefinida cantidad de oraciones con sentido. Pero también incluye la capacidad para diseñar objetos útiles, bellos, sorprendentes, etc.; para formular leyes, hipótesis o teorías; y, de modo eminente, la capacidad para hacer proyectos de vida, de diseñar có¬mo ha de ser nuestra propia vida.
Estas dos últimas acepciones de la libertad son interdependientes, pues no parece que pueda existir libertad creadora sin capacidad para elegir; y, al menos en algunos casos, no parece que pueda existir capacidad de elegir si no hemos diseñado de antemano planes o proyectos que guíen nuestra elección.
No obstante, a lo largo de la historia del pensamiento, que la libertad exista ha sido negado muchas veces y de muchas maneras. Quienes recha¬zan la existencia de la libertad, al menos tal como es entendida bajo las tres últimas acepciones, lo hacen desde posiciones deterministas.
La capacidad de producir algo nuevo siguiendo un plan diseñado de antemano, esto es, conscientemente, constituye una forma de libertad específicamente humana.
2. LIBERTAD Y DETERMINISMO.
Podemos definir en general el determinismo como la tesis que sostiene que lo que haya de suceder está ya determinado de antemano. Una concepción determinista de la conducta humana es la que sostiene que ésta viene predeterminada por causas que el individuo no puede con¬trolar y a las que no puede sustraerse. El determinismo ha adoptado históricamente nu¬merosas formas. Vamos a mostrar las más relevantes acompañadas de las objeciones que en cada mo¬mento se han realizado a estas concepciones deter¬ministas.
2.1. EL DETERMINISMO EN EL PENSAMIENTO MÍTICO Y RELIGIOSO.
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