Resumen Convivencia Democrática Inclusión Y Cultura De Paz
Enviado por uniminuto0518 • 2 de Noviembre de 2013 • 1.496 Palabras (6 Páginas) • 2.779 Visitas
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Escuela comunicación y democracia
1. Educación como aporte a la construcción de una convivencia democrática y una cultura de paz
Se habla de una educación para la democracia y paz cuando existe la construcción de una experiencia escolar formativa donde se desarrollen valores, actitudes y habilidades socio-emocionales y éticas en la cual todos participan de una convivencia social plena. Una educación inclusiva, construye una base sólida y una convivencia social positiva en la cual todos hacen parte de ella y están dispuestos a colaborar a otros.
John Dewey sostiene que la filosofía puede dar cuenta de las tensiones y conflictos de intereses existentes en la sociedad y sugiere métodos para conciliarlos. Por eso señala que la filosofía necesita de la educación para realizarse, y la educación de la filosofía para orientarse. Dewey distingue las sociedades estáticas de las progresivas, una educación para la convivencia democrática y pacífica aspira a desarrollar en los estudiantes una disposición, una simpatía y un sentido hacia esta visión de vida, y además debe entrenarlos para desarrollar en ellos las habilidades que se requieren para la vida común.
Por eso plantea que las creencias y aspiraciones que forman parte del objetivo de compartir una vida en común, debe ser facilitadas en su desarrollo por un entorno favorable, en el que tales creencias tengan un sentido susceptible de ser experimentado en forma significativa por el educando. La demanda social por la formación en valores que se le hace a la escuela ha sido asumida de muy distintas maneras. La más antigua es la instruccional: la entrega de conocimientos de alguien que sabe a otro que no sabe y aprende.
Kohlberg propone la creación de escuelas que actúan como comunidades justas. Se basa en la creencia que los valores no se aprenden de la misma manera como un conocimiento, sino que las personas se apropian de estos a través de la construcción de vínculos de sentido a partir de experiencias pertinentes. Por eso el espacio formativo más importante es el de la convivencia, pues allí se ejercen y experimentan de manera significativa los valores.
Adela Cortina propone, en una síntesis sobre la formación moral que la educación del hombre y el ciudadano ha de tener en cuenta, por tanto, la dimensión comunitaria de las personas, su proyecto personal, y también su capacidad de universalización que debe ser dialógicamente ejercida.
2. Convivencia democrática, inclusión y cultura de paz ¿fin o medio?
Los programas e intervenciones educativas ponen el foco de su acción en la convivencia como un medio para el logro de los objetivos de aprendizaje en cualquiera de sus dimensiones. La convivencia opera como un implícito en la percepción de quienes se proponen introducir procesos de mejora en la escuela.
En un recorrido histórico respecto de la función de la escuela a la luz de principios de justicia política, Carlos Cullen muestra cómo con el surgimiento de la idea del conocimiento científico, fundado en razones argumentables, comienzan a conformarse como disciplinas racionales, la ética y la política y por lo mismo, como lugares relativamente críticos, con relación a las metas morales impuestas o a las formas de organización social vigente.
Para diversos pensadores, educadores y filósofos de fines del siglo XIX y primera mitad del XX en Europa y América, la escuela debe estar en diálogo permanente con la sociedad, para hacer posible la transformación política, socioeconómica y cultural. La nueva educación concibe la escuela como un ensayo para el ejercicio de la nueva ciudadanía participativa y comprometida. Una escuela con una comunidad realmente participativa, debe promover el diálogo y la reflexión, creando espacios de normas propias y definiendo en conjunto los valores y regulaciones de la colectividad (Carrillo, 2001).
Con la necesidad de construir un ambiente educativo pertinente y relevante que eduque para la democracia, y contar con personas constructoras de una cultura de paz, la convivencia escolar es esta donde debe focalizarse la acción. La inclusión, la convivencia democrática y cultura de paz, es un medio para mejorar las relaciones humanas, resolver conflictos o prevenir contra la violencia o el fracaso escolar, es un fin primordial de la acción educativa y misión de la escuela. La tarea principal de la escuela es generar y sostener una coherencia progresiva entre sus principios, sus propósitos educativos y sus prácticas cotidianas. No es posible construir una cultura de paz,
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