Resumen El Fantasma De Canterville

RESUMEN

Una familia estadounidense adquiere el Castillo de Canterville, en un hermoso lugar en Ascot, Inglaterra. La familia estaba compuesta por Sr. Hiram B. Otis, Ministro de la Unión Americana, Sra. Otis, sus hijos Washington el mayor, Virgina y unos gemelos más pequeños Estrellas y Bandas

Todo el mundo le dijo que cometía una gran necedad, porque la finca estaba embrujada hasta Lord Canterville, dueño anterior del mismo, le advierte que el fantasma sir Simon de Canterville anda en el edificio desde hace no menos de trescientos años, pese a las advertencias el Sr. Otis decide cerrar el trato.

La familia se traslada al Canterville Chase, sin embargo al entrar por la avenida camino al castillo, el ambiente cambió, el cielo se cubrió de nueves, se cruzaron unas aves por encimas de sus cabezas y antes de llegar al castillo cayeron unas gotas.

Fueron recibidos la Señora Umney, la ama de llaves. Al entrar y mirar el castillo la Sra. Otis se dio cuenta de una mancha roja oscura a un lado de la chimenea, la Sra. Ummey le dijo que era sangre de lady Leonor de Canterville, que fue muerta en ese mismo sitio por su propio marido, sir Simón de Canterville, en 1565. Sir Simón la sobrevivió nueve años, desapareciendo de repente en circunstancias misteriosa. Le dice que es imposible de quitar y que si lo hacían el fantasma se enojaría mucho, pero Washington dijo que eso es una exageración, y echara el quitamanchas Pikerton.

A pesar de poder borrarla la mancha continúo apareciendo pero cambiaba de color, a veces era carmesí, otras púrpura y una vez apareció verde.

Al día siguiente después de irse a sus dormitorios, el Sr. Otis oyó unos ruidos, era el fantasma que arrastraba sus cadenas. El Sr. Otis salió de su habitación y vio un viejo de aspecto terrible. Sus ojos parecían carbones encendidos. Una larga cabellera gris caía en mechones revueltos sobre sus hombros. Sus ropas, de corte anticuado, estaban manchadas. De sus muñecas y de sus tobillos colgaban unas pesadas cadenas y unos grilletes oxidados y le ofrece engrasador para que no rechinaran sus cadenas.

El fantasma se retiró enojado, lanzando gruñidos y arrojando una luz verde, cuando los de repente aparecieron los gemelos y le tiraron una almohada. Molesto se fue a su habitación secreta donde comenzó a recordar lo que había hecho antes para asustar a las personas: Cuando la duque sa viuda se asustó al verlo aparecer en el espejo. Las cuatro damas que trastorno sonriéndole desde las cortinas.

Al rector de la parroquia que le apagó la luz y desde entonces sufrió un desorden de nervios. A Madame Tremouillax que vio un esqueleto sentado en el sillón leyendo su diaria y sufrió un ataque cerebral, El administrador que se mató de un tiro por ver como una mano verde golpeaba la ventana. Y de cómo Lady Stutfield falleció ahogada en el estanque de las carpas.

Virginia, era la única que se preocupaba por la mancha de sangre que volvía a aparecer.

La segunda vez que se apareció quiso usar una armadura pero como ya estaba viejo y le pesaba mucho termino y en el suelo. Con el ruido bajaron todos y encontraron al fantasma en el sillón sobándose las rodillas. Cuando los gemelos lo vieron le empezaron a dar con sus cañas.

Enojado y lanzando un grito de furor desapareció en medio de ellos y de paso apagó la vela de Washington, subió al segundo piso y dio una fea carcajada. La Sra. Otis apareció y le dio un remedio pensando que estaba mal del estomago. Este se transformó en un perro negro pero se desvaneció cuando se dio cuenta que los gemelos venían por el.

Indignado decidió vengarse de toda la familia. A Washington lo apuñalaría, a la Sra. Otis le pondría una mano viscosa en la frente y al Sr. Otis le contaría los secretos de la tumba, a los gemelos los asfixiaría y a Virginia solo la asustaría.

Cuando iba al cuarto de Washington se encontró con otro horripilante fantasma inmóvil como una estatua, monstruoso como la pesadilla de un loco. La cabeza del espectro era pelada y reluciente; su faz, redonda, carnosa y blanca; una risa horrorosa parecía retorcer sus rasgos en una mueca eterna; por los ojos brotaba a oleadas una luz escarlata, la boca tenía el aspecto de un ancho pozo de fuego, y una vestidura horrible Sobre el pecho tenía colgado un cartel con una inscripción en caracteres extraños y antiguos y en su mano derecha una espada resplandeciente. Asustado huyó y regresó a su habitación hasta la mañana siguiente, entonces fue cuando se dio cuenta de que lo habían engañado pues no era un fantasma de verdad sino uno hecho de escoba y cortinas y el letrero que tenia colgando decía: Fantasma original de la familia Otis. Enfadado decidió asesinar a todo cuando el gallo cantara dos veces, sin embargo el gallo solo lo hizo una vez.

A pesar de lo cansado siguió con su rutina de apariciones, pero para que nadie lo oyera caminaba descalzo y le robo una botella de aceite al Sr. Otis para sus cadenas, pero los niños le seguían haciendo trampas, tendiendo hilos de un lado a otro en los pasillos y una vez resbalo hasta la escalera por un pasillo que los gemelos habían engrasado.

Por lo que eligió disfrazarse del “conde sin cabeza” para asustar a los gemelos, recordó como ese disfraz le había ayudado a asustar a Lady Bárbara, provocando que esta dejara al abuelo del actual Lord Canterville y se fuera con Jack Castleton que murió días después por un enfrentamiento que tuvo con el abuelo de Lord Canterville y tiempo más tarde Lady Bárbara falleció por complicaciones del corazón, pero al abrir la puerta le cayó una cubeta de agua que lo hizo enfermar de gripa, tiempo después fue presa de las burlas de los niños otra vez cuando los gemelos vestidos de fantasmas lo asustaron para luego ser mojado por Washington con la manguera del jardín.

No intento volver a asustarlos hasta que el duque de Cheschire se quedo a dormir en Canterville, decidió hacerlo vestido de el monje vampiro y recordó que con ese atuendo había logrado que Lady Starturp muriera tres días después de habérsele aparecido pero desheredando a toda su familia menos al boticario antes de morir, pero su miedo a los gemelos pudo más que sus ganas de asustarlo.

Al día siguiente a la hora del té, Virginia desapareció, su familia y el duque de Cheshire estaba enamorado de Virginia (También le llaman Cecil) salieron en su búsqueda y le reclama al padre de Virginia que si hubiese dado el consentimiento de casarse, esto no hubiese pasado.

Virginia encontró al fantasma muy triste y este le contó de cómo los hermanos de su esposa lo habían dejado morir de hambre después de haberla asesinado, ella le ofreció comida pero él le dijo que ya no podía comer, pero que ella era la única amable de su

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