Retos Educativoa La Nueva Sociedad

MTRO: JOS E DE JESUS ESTRELLA SEVILLA.

Retos educativos de la nueva sociedad

La etapa central de la vida humana: la sociedad industrial.

La información-la menos la información que realmente sirva al progreso humano-no va ser sin la educación.

Sino que es la educación que echo conseguirá, con su acción o su dejación que todos esos importantes objetivos, contenidos y medidos colaboren al progreso de la sociedad de un mundo u otro, positivo o no tanto, enriquecedor o deletéreo.

La escuela en la nueva sociedad

La escuela de hoy se halla desfasada por ser un producto de otro tiempo, de la sociedad industrial concretamente y que, en consecuencia, se adapta mal a la sociedad de la información en la que nos hemos ya instalado.

En realidad no son las escuelas las que se presentan como producto de la sociedad industrial, sino las estructuras en las que han sido insertadas: los sistemas educativos.

Los sistemas educativos se convierten desde entonces en el principal apoyo de la economía, sirviendo a al economía propia de al sociedad industrial.

Los componentes esenciales de la función docente.

La personalidad, una destacada personalidad, es tan fundamental en el docente como pudiera serlo en un actor o en un dirigente político.

El docente tiene que seguir siendo reconocido y respetado por su saber en relación a al materia o habilidad que enseña.

Le ultimo elemento que se considera esencial es el de ejemplaridad.

Es al actitud ante al estudio, ante la ciencia, al generosidad en el ejemplo de su tiempo, el dialogo abierto, la dedicación corregir ejercicios, la coherencia una vez más: todo eso es lo que hace el docente que su labor docente sea eficaz.

Desafíos a la personalidad del docente

Al profesor se le exige, en realidad, que sea un superficial: que sea completamente en su materia, que sepa translimitar, que lleve al éxito escolar a sus alumnos, animándoles y a la vez exigiéndoles; que sea bueno, ejemplar, paciente, buen organizador, siempre disponible y afectuoso con los alumnos, capaz de mantener excelentes relaciones publicas con estos y, lo que a veces es más difícil, con sus padres.

Desafíos a sus conocimientos y destrezas

Para mi esta claro que el docente ha de ser especialista en el área, materia o habilidad cuyo aprendizaje pretende obtener de unos alumnos.

El especialísimo se convierte en el mayor enemigo de esa sociedad “sociedad del conocimiento” a la que aparentemente quería servir.

Muy en contra de esta realidad, que sigue amenazando el horizonte futuro, se insiste hoy en necesidad de recuperar las humanidades.

Todo docente tiene que ser mucho más un “humanista” que un experto.

Desafíos a su capacidad como promotor de aprendizaje.

Hoy especialmente

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