Rieb Modulo 4

Producto de trabajo No. 16

¿En qué medida invitan las evaluaciones revisadas a reflexionar e interactuar al alumno, al maestro y a fortalecer el aprendizaje?

Es importante destacar que la narración de Jorge Ibargüengoitia por donde quiera que se le vea, deja entrever el tipo de educación que se impartía en ese tiempo. Sin importar la actitud que tome el maestro frente al grupo, se nota a todas luces que se trata de una educación tradicionalista, con una clase expositiva, con niños que obedecían normas estrictas, inflexibles, inquebrantables, con una evaluación de lo aprendido que significaba memorizar hechos, fechas, y conceptos. Solo bastaba poner atención, estar quietecito en el asiento y repetir planas, para tener éxito en las boletas, con la finalidad de asignar una calificación numérica. Se privilegiaba el avance en la enseñanza de los contenidos, sin importar la calidad del aprendizaje.

Los tiempos de hoy exigen una estructura distinta en el sistema educativo; para empezar: debe contar con contenidos actualizados apegados a los avances científicos y tecnológicos, (currículo, materiales y recursos didácticos), se necesita un maestro frente a grupo capaz de atender los intereses y necesidades del alumnado, que tenga dominio de los contenidos, con una planeación didáctica capaz de favorecer armónicamente un ambiente de aprendizaje que permita que el alumno interactúe con el objeto de conocimiento. Que el alumno lejos de ser solo un receptor de información, sea él el que descubra el por qué de las cosas, que construya sus propios saberes, y se forme el hábito de aprender y descubrir. Lo que implica una nueva forma de planear el proceso instructivo.

Si se habla de planeación, esta misma debe integrar un proceso de evaluación formativa, que prevea desde su inicio, el contexto, los recursos humanos y materiales con que se cuenta y vaya conduciendo acertadamente durante todo el proceso o desarrollo de las actividades al logro de los propósitos planteados, en los tiempos acordados (aprendizajes esperados), Que se agoten todos los recursos disponibles que favorezcan dicho proceso de manera que se asegure el éxito en los resultados al final del mismo (perfil de egreso). También, no hay que olvidar que debe existir un registro (instrumentos de evaluación) de todas las acciones emprendidas y sus resultados, basado en instrumentos tangibles (evidencias), de los que podamos sacar conclusiones efectivas para cambiar o fortalecer procesos futuros (retroalimentación).

Vista la evaluación desde otro punto, esta misma, debe reconocer el desempeño del alumno en procesos futuros, puesto que la planeación de la enseñanza tendrá que irse adecuando a sus ritmos y estilos de aprendizaje, a sus intereses y sus necesidades, a sus conocimientos previos, a su capacidad de reacción ante planteamientos propuestos, al nivel de motivación en los proyectos de trabajo y

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