Roman Riquelme
Enviado por FlorVaccarzza12 • 6 de Agosto de 2014 • 335 Palabras (2 Páginas) • 199 Visitas
"En un momento del partido ante Argentinos, en un tiro de esquina, el diez más grande de la historia del Xeneize se acomodó para disputar el centro. Sin embargo, se distrajo con un hincha. Un chiquillo, de no más de diez años, que le había dicho algo y aferraba con sus manitas el alambrado, como queriendo o deseando atravesarlo y poder abrazar a la leyenda humana que yacía frente a sus ojos, posicionado en su imponencia, mirando a todos desde arriba. El chiquillo, repentinamente, vio que el diez lo observó con cierta curiosidad, a lo que él replicó contemplándolo con indulgencia, con ese amor que sólo un nene puede desplegar. Riquelme, ese al que millones de personas repudian y tratan de derrocar, con esa mano que decenas de copas levantó acarició la manito del nene, quien era consciente, si bien no tenía aún una consciencia definida, de que lo que estaba sucediendo marcaría su vida. Y se observaron los dos. Momentáneamente, todo sucedió en una fracción de segundo, pero ellos se visualizaron mutuamente, compartiendo un silencio al unísono, Riquelme con la mirada sabia, repleta de conocimiento como es habitual en él, y el chiquillo con plena y simple inocencia. Fue estremecedor. Se apreciaron dos generaciones, la que todo lo vivió, o la gran mayoría, y el que venía al mundo para abrazar esta pasión y, desde entonces hacia adelante, vivir a raíz de este sentimiento. Toda la Bombonera quedó opacada por esa escena, escena instantánea, pero conmovedora. Un gesto que desnuda el alma, la acaricia y la deja reposar en el suelo del templo boquense, a la presencia de todo y todos, sin nada que ocultar. Un gesto que señala, indiscutiblemente, y confirma la grandeza de un hombre, que no es sólo grande por su historia, sino, por sus acciones como persona. Entre la penumbra, refulgió ese destello. En medio de la oscuridad, esa estrella alumbró el atardecer adormecido. Entre la monstruosidad en la que nos sumimos, apreciamos un gesto de humanidad. Por siempre Román"
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