SIETE HERRAMIENTAS PARA LA CALIDAD

Las siete herramientas de la calidad

Cuando en el año 2014 se habla de la calidad de un producto, ya no se refiere a la calidad del producto final sino a la calidad del producto en todas sus etapas, desde el diseño hasta la obtención del producto final. Las empresas deben garantizar la calidad del producto que entregan al mercado, para ello utilizan muchas herramientas para controlar y garantizar lo indicado, sin embargo, es mejor realizar controles en proceso que eviten que se obtengan producto terminados defectuosos pues son más caros y quizás más difíciles o imposibles de reprocesar que un producto en etapa intermedia. Según Vilar (1997) se tienen siete herramientas clásicas que por ser muy básicas deberían ser usadas básicamente por el personal de línea o por especialistas en el caso de las estadísticas y además se tienen siete nuevas herramientas que deben ser utilizadas por la dirección, por lo tanto y a la luz de esta observación nace la siguiente pregunta ¿Son las siete herramientas clásicas de la calidad las únicas a través de las cuales se puede definir la calidad de un producto o servicio?. Como hipótesis se plantea que no solo con estas herramientas se puede definir la calidad de un producto sino que todas las herramientas de la calidad se complementan entre sí, pues cada una de ellas aporta información haciendo así más fácil la toma de una decisión que ayude a mejorar la calidad del producto. Además se debe tener en cuenta que el uso de cada herramienta dependerá de la persona que lo ejecute y del público al que está dirigido el estudio pues las herramientas pueden utilizar valores cuantitativos o valores cualitativos.

Como se mencionó según Vilar (1997) además de las siete herramientas clásicas que sirven de apoyo al departamento de fabricación a través de los círculos de calidad se tienen siete herramientas de la calidad nuevas que se utilizan principalmente en las áreas funcionales de la organización y que deben ser utilizados por los directivos de manera que la dirección de la empresa también se comprometa con la calidad total de los productos. Dichas herramientas deben ser usadas en la etapa de planificación del ciclo de Deming. Además se debe tener en cuenta que la planificación se divide en general, intermedia o detallada y de acuerdo a ello el uso que se puede dar a cada una de las herramientas.

De acuerdo a Palomino (2013) las herramientas básicas de la calidad son: diagrama de flujo, diagrama causa-efecto, diagrama de pareto, hoja de chequeo, grafico de control, histograma, diagrama de dispersión. Además indica que el uso de estas herramientas generará mejora en la calidad de los productos, mejora en la productividad, disminución de las mermas y mayor satisfacción del cliente. Como podemos ver por estas afirmación cada una de ellas trae como consecuencia la siguiente, es decir, si la calidad del producto mejora se obtendrán mayores unidades conformes lo que lleva a obtener mejor productividad pues la proporción de productos buenos dentro de una producción será mayor y esto a la vez tendrá como consecuencia una disminución de los productos con fallas, es decir, menor porcentaje de mermas. Todo esto traerá como consecuencia una mayor satisfacción del cliente.

La diferencia entre las siete herramientas básicas y las siete herramientas nuevas es el usuario al que van dirigidos. Como afirmó Vilar (1997) la creación de las siete herramientas nuevas se debió a que era necesario comprometer en el proceso de la mejora de la calidad a los directivos de las empresas de manera que se puedan comprometer, identificar oportunidades de mejora y puedan implantar programas de mejora. Las siete nuevas herramientas seleccionadas fueron: diagrama de afinidad, diagrama de relaciones, diagrama de árbol, matrices de priorización, diagramas matriciales, diagramas del proceso de decisión y diagramas de flechas. Para Vilar (1997) las siete herramientas clásicas se crearon para enfrentar los problemas que se presentan durante el proceso de producción que por lo general son muchos y las nuevas siete herramientas se crearon para resolver los problemas pocos pero importantes que se presentan durante la etapa de planificación del ciclo de mejora de la calidad. Otra diferencia que tienen estas siete herramientas nuevas es que con ellas se pueden tratar datos cualitativos que con las herramientas clásicas no podrían ser evaluadas.

A continuación se explicará brevemente cada una de las herramientas, sus usos y beneficios comenzando con el diagrama de flujo que según Alteco (2013) es una representación gráfica de un proceso, que sirve para conocerlo, el conocimiento de dicho proceso ayuda a definir los indicadores que se pueden implementar en él. El diagrama causa-efecto ayuda a identificar las causas primarias del problema que se quieren evaluar, por lo tanto facilita la aplicación de una acción que anule dicho problema. El diagrama de pareto jerarquiza los problemas de manera que podamos identificar aquellos que son más relevantes y por lo tanto concentrar los esfuerzos en resolverlos. El diagrama de chequeo es un formato que debe ser elaborado en función a la información que se quiere recoger. El gráfico de control evalúa la estabilidad

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