SORDOS Y DEBILES AUDITIVOS

SORDERA Y DEBILES AUDITIVOS

Hablando un poco de historia Girolamo Cardano, médico italiano, nos habla de que en escencia el sordo podría ser enseñado a comprender símbolos, asociando estos con el objeto que ellos representaban.

Podemos hablar de diferencias auditivas, ya que este padecimiento o discapacidad constituye grupos heterogéneos.

El desarrollo comunicativo o lingüístico de niños sordos con una pérdida auditiva profunda presenta rasgos distintos a otros con pérdidas ligeras o hipoacústicos.

Por ejemplo; la sordera conductiva o de transmisión, nos habla de que la lesión se encuentra en el oído externo o en el oído medio, lo que impide o dificulta la transmisión de ondas sonoras hasta el oído interno.

Por otro lado las sorderas conductivas no son normalmente graves ni duraderas y tienen la posibilidad de sr tratadas médica o quirúrgicamente, produce alteración en cuanto se escucha, más no en la calidad de cómo se escucha.

La pérdida auditiva se sitúa como máximo en 60 decibeles. Se puede lograr adquirir el lenguaje y no presenta grandes conflictos en ello.

Se puede mencionar también la sordera neurosensorial o de percepción, su origen puede ser genético, producido por intoxicación, por infección, alteraciones vasculares y de los líquidos linfáticos del oído interno.

Las sorderas neurosensoriales suelen ser permanentes y en el mejor de los casos y a través de una reeducación se consigue que aprendan a discriminar el lenguaje.

En la pérdida auditiva mixta, se presenta un problema en la pérdida auditiva conductiva y sensorioneurales, esto es que todo problema en el oído externo o medio que impida que el sonido se transmita adecuadamente se conoce como pérdida auditiva conductiva o de transmisión. Las pérdidas auditivas conductivas son generalmente de grado leve o moderado, oscilando entre los 25 y los 65 decibelios.

En algunos casos, la pérdida auditiva conductiva puede ser temporal. Dependiendo de la causa específica del problema, se puede solucionar con medicación o cirugía. La pérdida auditiva conductiva se puede corregir también con un audífono o un implante de oído medio.

La pérdida auditiva neurosensorial es el resultado del deterioro o ausencia de células sensoriales (células ciliadas) en la cóclea y suele ser permanente. Conocida también como “sordera del nervio”, la pérdida auditiva neurosensorial puede ser leve, moderada, severa o profunda.

La pérdida auditiva neurosensorial de leve a severa se puede corregir habitualmente con un audífono o un implante de oído medio. En muchos casos, los implantes cocleares son una solución para la pérdida auditiva severa o profunda.

Algunas personas sufren una pérdida auditiva neurosensorial sólo en las altas frecuencias, lo que se conoce también como sordera parcial. En estos casos, sólo

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