¿Sabes lo que comes en la calle?

¿Les has prestado atención a tus hijos últimamente? ¿Qué es lo que regularmente compras cuando vas al súper? ¿Sabes lo que comes en la calle? Desde los años ochentas, los niños han tenido la inclinación por consumir alimentos distintos a los acostumbraos en la familia; desean comer la denominada “rápida” como hamburguesas, pizzas, hot-dogs, pollo frito, etc. Aquellos de familias de recursos económicos bajos, comen de lo que hay en casa y buscan otro sabor que disfrutar inclinándose por la comida chatarra. Asimismo, la actividad física se hace cada vez más inaudita; lo peor es que se está heredando a los niños estos hábitos de vida pasiva. Según la “Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos” -OCDE-  México ocupa el primer lugar del mundo en población que sufre de obesidad infantil y el segundo en obesidad en adultos, precedido sólo por los Estados Unidos. Problema que está presente no sólo en la infancia y la adolescencia, sino también en población en edad preescolar. Efectivamente una de cada tres adolescentes entre 10 y 19 años presenta sobrepeso u obesidad según la  -UNICEF- Otros datos menos optimistas las tiene la “Secretaria de Salud” que dice que el 72 por ciento de las mujeres mayores de 20 años  66 por ciento de los hombres mayores de 20 años y el 26 por ciento de niños en edad escolar sufren esta enfermedad. Hay que distinguir el sobrepeso de la obesidad, una persona tiene sobrepeso cuando su peso está por encima del aconsejado en relación con la talla, y esto se calcula con el Índice de Masa Corporal -IMC-. Se considera que existe sobrepeso cuando el IMC se encuentra entre 25 y 29,9, mientras que a partir de un IMC 30 se considera que la persona es obesa. Pero ¿cuál es la causa? Para empezar, el estilo de vida sedentario y los malos hábitos alimenticios son las causas principales que se le pueden atribuir a este fenómeno, la educación alimenticia es una de las mejores soluciones que se le puede dar a esta situación, aunque por lo mientras gracias a una reforma fiscal aprobada en el 2013, se cobra un impuesto adicional de un peso por litro de refresco, mientras que a la comida chatarra que tenga una densidad calórica de 275 kilocalorías o más por cada 100 gramos se le impuso una tasa del ocho por ciento, además de otro 10 por ciento por la importación del producto. Este impuesto se le añade a botanas, chocolate y demás productos derivados del cacao,  alimentos preparados a base de cereales, así como helados, nieves y paletas de hielo. Gracias a esto, la cantidad de impuestos recaudados por productos no petroleros reportó un aumento del 79.5 por ciento, lo que se interpreta como que a pesar de las medidas para reducir su consumo, aún siguen siendo un producto que la gente sigue comprando a pesar del impuesto extra. Existen además reglamentos en los que la promoción de estos productos está prohibida en cadena nacional “Está prohibido transmitir de lunes a viernes, de las 14:30 a las 19:30 horas, así como los sábados y domingos, de 7:00 a 19:30 horas” siendo las compañías que producen chicles sin azúcar las únicas permitidas para anunciarse en esos horarios. Se espera que con estas medidas poco sutiles para la población pueda disminuir este índice, que para hacerlo peor todavía el 70 por ciento de población que padece de obesidad infantil lleva la enfermedad a su vida adulta, la cual representa un riesgo constante a su salud y bienestar. A partir de ahora, ponte a pensar en ti y en tu familia, en los alimentos que consumen y los que no consumen, visita a tu medico y pídele información de la obesidad, haz ejercicio,  aliméntate sanamente, compra más frutas y vegetales que comidas rápidas,  reduce el uso de refrescos, bebidas azucaradas y antojitos con mucha grasa y azúcar, en vez de eso, bebe mucha agua, leche baja en grasa y tentempiés saludables, utiliza métodos de cocina con poca grasa, como hornear, asar a la parrilla y cocer al vapor, en lugar de freír, consume porciones más pequeñas, evita que los niños vean la comida como un premio o incentivo, no permitas que los niños se salten el desayuno, pues es probable que después coman de más, reúnanse a la mesa para comer; hacerlo frente al televisor o a la pantalla de la computadora fomenta el consumo y reduce la sensación de saciedad, fomenta las actividades físicas como andar en bicicleta, jugar a la pelota y saltar la cuerda, reduce el tiempo que se pasa viendo la televisión, frente a la computadora o con los juegos de video, planifica actividades familiares en las que se haga más ejercicio, como ir al zoológico, a nadar o a jugar en el parque, pon un buen ejemplo respecto a la comida sana, y sobretodo ten una buena actitud y autoestima, amate como eres pero preocúpate por tu salud la obesidad no es estar bien saludable, es una enfermedad y puede curarse.  

...