Sociedad

Se menciona que probablemente se halla elegido un juego que no es de acuerdo a la edad de los alumnos que lo jugaron, en este punto, el maestro suele hablar del juego pero no planificar los juegos a menos que estén vinculados con algún contenido disciplinar.

Entonces se planifica el contenido pero no el juego

Cuando planificamos juegos, a las variables propias de la agenda didáctica tradicional (objetivos, contenidos, tiempo, espacio, materiales y recursos, estrategias para el niño y el maestro, modos de evaluación) se le agregan aquellas que son específicas del hecho de jugar. Señalamos sólo dos por la importancia que tienen a la hora del diseño:

Así como no se puede enseñar lo que no se sabe, no se puede enseñar a jugar sino se juega o no se tiene una actitud “lúdica” en torno a la propuesta que se hacen.

Es muy importante ver como un juego en este caso el juego de la oca los niños y los maestros lo ven de manera diferente. Lo que para uno es un error, para los otros es una suerte de variación de sentido.

Frente a estas observaciones se precisaron algunos elementos que convendría atender frente a estos diversos sentidos que participan del juego al jugar juntos pero “no tanto”:

Planificación y juego. Qué, cuándo y cómo planificar

La imprevisibilidad, complejidad, no linealidad propia de la enseñanza y del juego en particular hacen que el diseño y la planificación de las propuestas de enseñanza sean los mejores aliados a la hora de generar prácticas de calidad.

El contexto escolar y el juego. La escuela es el lugar donde pasamos la mayor cantidad de tiempo durante nuestra infancia, por lo tanto nos desarrollamos y aprendemos y creo yo donde forjamos las bases que traemos de casa, A diferencia del hogar, los adultos responsables tienen una misión específica a desarrollar durante el tiempo en que los niños asisten.

Muchas veces por parte del maestro, el modo en que se organiza la tarea lo pone frente a una serie de problemas que muchas veces no resultan fáciles de resolver. Los tiempos no son manejados.

En algunos temas, el maestro puede ser competente, en otros necesita volver a estudiarlos. Algunos le son totalmente ajenos, especialmente aquellos que para los niños son de mayor interés (argumentos de series televisivas, juegos con pantallas, tarjetas o figuritas coleccionables etc.

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