TECHO DE CRISTAL UNIZAR.
Enviado por Juan C • 23 de Mayo de 2016 • Trabajo • 4.525 Palabras (19 Páginas) • 250 Visitas
Tabla de contenido
1. Introducción.
2. La mujer en el mercado laboral.
3. El techo de cristal.
4. El techo de cristal en UNIZAR.
5. Legislación Laboral aplicable.
6. CONCLUSIÓN
7. Bibliografía
Introducción.
Si observamos las estadísticas actuales sobre las mujeres en los respectivos escalafones de poder en las universidades se llega a una conclusión: la presencia va desapareciendo según asciende el escalafón. En la universidad española las mujeres suponen un 54,3% del alumnado y un 57,6% de los titulados. A partir de ahí su presencia se va desapareciendo de forma gradual, a medida que sube el escalafón en la universidad.
Por ello, he decidido adentrarme en este trabajo sobre las condiciones del techo de cristal en el ámbito universitario de la Universidad de Zaragoza. Para ello previamente, expondré en el documento, explicaciones de este fenómeno.
La mujer en el mercado laboral.
Se presume que estamos en el siglo XXI, el siglo donde se presume que hay progresos sociales y donde se dejan los prejuicios sobre las capacidades laborales en relación al sexo de lado. Los datos estadísticos muestran lo contrario. Por ello a continuación se van a exponer una serie de datos estadísticos del mercado laboral general en Aragón que servirán de base para hacer más tarde la comparación con los datos extraídos de UNIZAR.
2015 | |
Ambos sexos | 642,0 (100%) |
Hombres | 350,1 (54,5%) |
Mujeres | 291,8 (46,5%) |
Tabla 1.Población activa en Aragón, último trimestre de 2015.
La tabla uno que acabamos de visualizar ya muestra unos datos críticos sin adentrarnos en los escalafones de poder. Los hombres abarcan un 54,5% de la población activa del mercado laboral mientras que las mujeres abarcan un 46,5%. Aunque para la veracidad de estos datos habría que realizar encuestas a una muestra de esta población para intentar averiguar las causas de porque se dan estos resultados.
Pero algunos de los resultados los podríamos presuponer y más tarde confirmarlo con un estudio de una muestra pero sería objeto de otro estudio. Se puede achacar a los antecedentes de la mujer en el mercado laboral que desde la última década del pasado milenio, empezaron a tener mayor presencia. Su presencia aumenta de forma muy gradual de un 37,8% en 1997 a un 46% en 2015. Como se puede ver en casi 15 años, solo ha subido un 10%. Por lo tanto una de las causas que podíamos achacar a este reparto de porcentaje desigual sería el hecho de que en los últimos años es cuando han decido adentrarse en el mercado laboral.
En relación con el anterior párrafo, el concepto de cuidado del hogar estaba estrechamente relacionando. Sin ir más lejos, si hablamos de la Ley Moyano de 1857, se exponía un modelo educativo con referencias al ámbito doméstico en el caso de la mujer. Se fue progresando gradualmente a través de los sexenios democráticos, II Republica donde empezó la alfabetización de la mujer y su mayor incorporación. Pero sin ir más lejos en octubre de 1941 se promulga un decreto que establece la obligación de impartir en todos los centros de enseñanza primaria y secundaria las asignaturas la enseñanza del Hogar para las niñas. Esta implantación de la enseñanza no finalizaría hasta casi el final de la dictadura. Por lo tanto, esta sería otra de las posibles causas del bajo porcentaje de mujeres en el ámbito laboral. Las mujeres han estado siempre ligadas a tareas del hogar y no será hasta principios del siglo XX cuando realmente empieza la escolarización libre, siendo la presencia de la mujer un 5% en la segunda década del S XX.
En la actualidad, aunque hemos progresado, todavía hay secuelas de estos dos factores. Las nuevas generaciones son las que están empezando a ingresar en estudios superiores siendo actualmente su presencia mayor (55%) que la del alumnado masculino. En aproximadamente cien años su presencia se ha aumentado alrededor del 50% de la población total universitaria. Pero aun siendo su presencia en estudios superiores, los hombres siguen ocupando los puestos de relevancia.
En conclusión, sin tener datos que nos aporten fiabilidad, se puede decir que la presencia de la mujer ira aumentando en el mercado laboral a medida que la sociedad progresa. Estarán mejor formadas y ello hará que vayan entrando al mercado laboral en condiciones igualitarias al hombre.
El techo de cristal.
“Se denomina así a una superficie superior invisible en la carrera laboral de las mujeres, difícil de traspasar, que nos impide seguir avanzando. Su carácter de invisibilidad viene dado por el hecho de que no existen leyes ni dispositivos sociales establecidos ni códigos visibles que impongan a las mujeres semejante limitación, sino que está construido sobre la base de otros rasgos que por su invisibilidad son difíciles de detectar.” Murin, Mabel.
En este punto vamos a desarrollar de forma global el techo de cristal de la mujer. Existen leyes que fomentan la igualdad pero como dice la definición que se ha citado, se encuentran con un obstáculo, ser mujeres. Se presume que estamos en una sociedad progresista pero si somos realistas, queda mucho camino por recorrer. Para ejemplificar, cito datos de la OIT a continuación:
- Que las mujeres sólo desempeñan del 1 al 3 por ciento de los máximos puestos ejecutivos en las mayores empresas del mundo.
- Que sólo 8 países tienen como jefa de estado una mujer.
- Que las mujeres constituyen el 13 por ciento de los parlamentarios del mundo; y 21 países cuentan con una mujer desempeñando la vicepresidencia o segunda magistratura del Estado.
- Que, aunque las mujeres representan casi el 40 por ciento de los miembros de las organizaciones sindicales, sólo son mujeres el 1 por ciento de los dirigentes de los sindicatos.
- Que el “diferencial salarial” llega a ser de un 10 a un 30 por ciento en detrimento de las mujeres, incluso en los países que están más avanzados en términos de igualdad de género.
- Que las mujeres trabajan más que los hombres en casi todos los países y que son ellas quienes siguen realizando la mayor parte del trabajo no retribuido.
Si analizamos estos datos, no podemos presumir de esa sociedad que presuponíamos progresista donde se sigue dando más valor al trabajo de un hombre por el hecho de haber nacido que a una mujer que desempeñe de manera más satisfactoria las tareas.
Mabel Burin afirma que parte del “Techo de Cristal” comienza en la infancia y empieza a tomar relevancia en la pubertad. Se refiere a la educación, la base de todo.
Toda forma parte de una evolución. Actualmente no existe una meritocracia para acceso a puestos de relevancia. Existe una jerarquización de un principio de cooptación que tiene como base al varón. De hecho si una mujer trabaja en un puesto que siempre se ha relacionado su ocupación con el hombre, se les exigirá excelencia.
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