TRABAJOS ACADÉMICOS: ENSAYO.
Enviado por enma0912 • 13 de Noviembre de 2013 • 5.224 Palabras (21 Páginas) • 473 Visitas
TRABAJOS ACADÉMICOS: ENSAYO.
En los niveles de enseñanza superior y medio superior, los trabajos académicos más requeridos a los estudiantes, por los docentes, son la monografía, la reseña y el ensayo. En este capítulo revisaremos estos textos a fin de precisar sus características.
Nuestra propuesta intenta precisar los elementos distintivos de cada uno de este tipo de trabajo así como uniformizar los conceptos correspondientes. La tarea no es sencilla, sabemos que cada área de conocimiento aporta matices que influyen en el significado par¬ticular de estos géneros, no obstante nuestro esfuerzo está encaminado a establecer un punto de partida que sirva de mínima referencia.
4.1. El ensayo
El ensayo, junto con la monografía y la reseña, es considerado uno de los géneros más importantes den¬tro de los llamados trabajos aca¬démicos y su característica distin¬tiva consiste en la propuesta per¬sonal que el autor presenta respec¬to del asunto que aborda.
4.1.1. El concepto de ensayo
En la actividad escolar, el ensayo se aleja de la formalidad exposi¬tiva de la monografía y del enfo¬que descriptivo-valorativo de la reseña, porque plantea la reflexión del autor sobre un tema determi¬nado, con lo que demuestra su comprensión y dominio, al tiempo que ejercita la intuición analítica y propositiva.
El ensayo es un texto propositivo porque sostiene un punto de vista, presenta una idea nueva, inaugura una forma distinta de in¬terpretar un problema viejo al pro¬poner un enfoque diferente a los existentes.
El ensayo es un planteamiento intelectual porque reflexiona acer¬ca de un asunto o enjuicia una si¬tuación determinada, plantea una solución original, un acercamiento distinto; descubre implicaciones o relaciones entre un problema y una solución no estudiada. A la luz de una nueva teoría, el ensayo replan¬tea un enfoque tradicional.
El ensayo no es un texto infor¬mativo ni un estudio sistemático, sino una interpretación personal, a menudo desde una perspectiva tan distinta a la visión tradicional, que sorprende al lector.
El ensayo es una disertación polémica que invita a la reflexión, al análisis y a la discusión; por tal motivo, debe ser original, ameno, claro y sencillo.
Pero el ensayo no sólo propo¬ne; de hecho, todo ensayo desa¬rrolla estrategias argumentativas que intentan persuadir acerca de lo pertinente de su planteamiento. El contenido, el orden de sus par¬tes y la relación entre ellas tienen como propósito demostrar que la propuesta presentada es correcta o, por lo menos, aceptable.
En otras palabras, y como su nombre lo dice, el ensayo ensaya una idea que inaugura un aspecto de un tema a la fecha inadvertido. El potencial intelectual del ensayo es muy grande y queda en eviden¬cia cuando sus propuestas apor¬tan valiosas soluciones a situaciones complejas o previenen proble¬mas futuros.
Los temas que puede abordar un ensayo son innumerables, tanto como la mente humana sea capaz de concebir; sin embargo, se su¬giere que los estudiantes aborden tema relacionados con su campo de estudio y que la profundidad de tratamiento sea acorde a su nivel de preparación.
4.1.2. El origen del ensayo como género
En la historia del ensayo como gé¬nero, podemos remontamos al si¬glo XVI con la publicación de En¬sayos de Montaigne (1580), quien sostiene «El juicio es el instrumen¬to necesario en el examen de toda clase de asuntos, por eso yo lo ejer-cito en toda ocasión en estos en¬sayos...». Por tal motivo, suele afir¬marse que el ensayo nació en el Renacimiento como el instrumen¬to intelectual que puso en duda las "verdades absolutas" de la Edad Media.
Ya en el siglo XVII, Francis Ba¬con, en su Ensays (1612), afirma «La palabra -ensayo- es reciente pero lo que nombra es antiguo» y sostiene que se pueden reconocer esbozos ensayísticos en libros orientales muy antiguos, por ejem¬plo: en las enseñanzas de Lao-Tsé (600 a.C.), en las sentencias de Confucio (551-479 a.C.).
Asimismo, podemos encontrar el género ensayístico en textos griegos y latinos, por ejemplo: en los Diálogos de Platón (428-34_ a.C.), en la Poética de Aristóteles (384-322 a.C.), los Tratados morales de Séneca (4-65), las Instituciones oratorias de Quintiliano (30 100) y las Vidas paralelas de Plutarco (50-125).
Otros textos que también pue. den ser considerados "ensayos” son: Memorabilia de Jenofonte (427-355 a.C.), los Caracteres de Teofrasto (372-287 a.C.), Arte y Poética de Horacio (65-8 a.C.), Los oficios de Cicerón (106-43 a.C.) los Soliloquios de Marco Aurelio (121-180), las Confesiones de San Agustín (354-430) y la Consolación de la Filosofía de Boecio (480 524).
Incluso, manteniendo la idea de ensayo como texto propositivo podemos encontrar que en el anti guo testamento Los proverbios, La sabiduría y El eclesiástico también son escritos ensayísticos.
Más cercano a nosotros podemos ver que el ensayo se consolidó como género en la frontera del conocimiento y la reflexión. Lo grandes ensayistas han sido aquellos filósofos y científicos que plantean aspectos novedosos: replantean la concepción del universo, le relaciones sociales, la problemática económica, la forma en la que el ser humano conoce y la manera en la que nos comunicamos.
4.1.3. Características del ensayo como trabajo académico.
El ensayo exige, además de la comprensión y el dominio de un tema, una visión global y profun¬da, pero en el ambiente académi¬co aborda un problema sin nece-sariamente resolverlo, esboza una aproximación sin comprometerse a agotar el tema ni concluirlo. No obstante, el estudiante debe de¬mostrar que mínimamente:
1. Comprendió los conceptos bá¬sicos de un curso.
2. Está en posibilidad de aplicar estos conceptos a nuevas situaciones o experiencias.
3. Es capaz de organizar y pre¬sentar la información apoyán¬dose en generalizaciones de un tema.
4. Plantea soluciones y respues¬tas originales a la problemáti¬ca revisada en el curso.
5. Demuestra habilidad en la uti¬lización de ideas y conceptos del curso, al ensayar un planteamiento nuevo.
Ahora bien, al elaborar un ensa¬yo debemos tener presente los. si¬guientes aspectos:
a) Considerar que se escribe para un lector que, aunque es inte¬ligente o tiene cierta prepara¬ción académica, no conoce a fondo todos los aspectos de la idea que se ensaya. Esto impi¬de que se dejen fuera algunos elementos fundamentales que sirven de base al tema. El ob¬jetivo principal es evidenciar o demostrar-el conocimiento, en la forma más entendible y com¬pleta posible.
b) Se expresa
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