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Temas Selectos De Pedagogía


Enviado por   •  5 de Enero de 2014  •  5.696 Palabras (23 Páginas)  •  446 Visitas

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A lo largo de este curso seminario de Temas Selectos II, el cual estuvo a cargo del Dr. Adelfo Hernández Díaz, se tuvo es espacio para analizar, reflexionar, socializar ideas acerca del mundo actual en el que se vive, de manera racional e inconscientemente de manera irracional, por los aconteceres del mundo social, del cual somos actores y observadores a su vez.

Este curso se dividió en tres unidades, y estas a su vez en temas, los cuales fueron discutidos, analizados por todos y cada uno de los compañeros en diferentes maneras; de manera individual y por equipos, y además con el toque final del Dr. Adelfo Hernández Díaz.

El análisis de la primera unidad se baso principalmente al estudio del aspecto filosófico, ontológico y epistemológico de la educación, en el cual el grupo desarrollo diálogos de análisis acerca de la problemática que existe entre lo conocido y lo desconocido, así como aquello en lo que participamos y de lo que somos solo espectadores.

El determinismo de las situaciones, que determina a las acciones y sus resultados. Además de analizar las dos tradiciones científicas que se basan en el objeto y sujeto de la investigación y de la relación que existe entre sí, se contemplo la importancia de la investigación participativa y la evaluación de la misma, el ser humano se concibe como un hacedor de sus propios conocimientos, y se basa en la investigación para obtener conocimientos de lo desconocido y fortaleza de sus conocimientos en lo conocido.

¿Qué significa saber algo? La importancia de saber discernir entre lo objetivo y lo abstracto, el ser humano siempre tendrá la libertad de refutar o contradecir lo que ya está establecido, existe una consciencia de confrontar y comprobar todo lo predeterminado, hasta corroborar lo comprobado. Después de saber acerca de algo, como socializar esos conocimientos y llevarlos a la potencialización y a su propia valorización y con su propia relevancia (refiriéndome a los conocimientos). Por lo tanto se concibe al conocimiento como un potenciador de la práctica investigativa de todos los procesos sociales, que tiene como privilegio dentro del ser humano la búsqueda del conocimiento y del entendimiento, de manera autónoma y consciente.

En el transcurso de la unidad dos: La Formación Docente: Proceso de Transformación o Repetición de Procesos. El desarrollo de esta unidad se llevo a cabo bajo la autorreflexión del acontecer diario del docente y su contexto. Se analizó la formación del docente, su cultura, su educación, retrospección y reconstrucción de su espíritu.

Se reconoció además de las crisis actuales en las que atraviesa el profesionalismo docente, desde el conocimiento, la responsabilidad, y su autonomía; de tal manera que se abordo algunas situaciones que nos ayudan a limpiar esa crisis profesional del docente a través del empleo de una Teoría Crítica, que según Habermans constituye la esencia del verdadero profesionalismo.

En esta misma unidad se atendió la importancia que tiene la actividad dentro de la escuela para fortalecer al aprendizaje y a la enseñanza, a través de situaciones sociales guiadas por el docente y que propician un desencadenamiento de procesos de aprendizaje, los cual nos conllevaría a reconocer la importancia del aprendizaje autónomo, ¿para qué me sirve aprender a aprender? Y ¿Qué quiero aprender y para qué? Analizamos la importancia de los tres pilares del aprendizaje autónomo: Saber, Saber hacer y querer, como los tres pilares fundamentales del aprendizaje autónomo, así como el de Aprender a aprender, como un camino hacia la didáctica, y como factor indispensable en la enseñanza que favorece el aprendizaje autónomo.

Por último en la unidad tres se analizo y reflexionó acerca de la cultura de identidad del profesor, así como la investigación de su práctica docente, desde una perspectiva de cambio, en donde al docente se le conoce como un actor decisivo en los cambios de una sociedad que demanda más su participación para el cambio decisivo de la vida social, hacia una calidad educativa con ética profesional, cambios de actitudes, autocrítica, innovación y formación continua, en fin de ser profesores totales, completos responsables al cambio, y al bienestar social, que garantice un perfeccionamiento continuo.

Para finalizar esta unidad abordamos el tema de la Educación o la Utopía necesaria, donde asumimos de tener la responsabilidad como docentes de concebir a la educación como un instrumento indispensable para que la humanidad progrese hacia los ideales de la paz, libertad y justicia social, grandes desafíos que propone la Comisión Internacional sobre la educación para el siglo XXI a través de la UNESCO así como los cuatro pilares de la educación, concebida por al misma comisión y ambas presididas por Jacques Delors. Lo cual tiene como idea principal que la educación es un Tesoro de la Humanidad que debemos de cuidar, y que existen cuatro pilares que nos ayudaran a sostener ese tesoro: Aprender a conocer, Aprender a hacer, Aprender a vivir juntos y con los demás y Aprender Ser.

DESARROLLO

La formación racional del hombre en la racionalidad para un mundo racionalmente edificado, característica de la escuela del gobierno por la razón propia de la modernidad, ha resultado sustituida por una escolarización tan apremiante como coercitiva, cuya finalidad es la inserción profesional –laboral- en un sentido amplio; tal finalidad se sustenta eminentemente en una perspectiva reproductora.

En tal perspectiva, el carácter social es el referente curricular último, los objetivos educativos son los demandados por la sociedad en cada momento y en cada contexto y, además; el profesor sólo resulta eficaz si sabe ubicarse y actuar como mediador entre el educando y la sociedad real –la que hay- y si es capaz de estar en plena sintonía con lo demandado socialmente aquí y ahora, guiando constructivistamente más que proporcionando o transmitiendo contenidos.

De esta forma, acaba desintegrándose el telos de la estructuración racional para reconfigurarse como una finalidad cuyo único objetivo es la preparación para el dinamismo, la adquisición y el reciclaje de destrezas de aprendizaje exitoso –educación permanente al margen de ideales y de modelos de vida- y la diversificación que demanda el mundo laboral tan fragmentado y discontinuo como la misma postmodernidad que ideológicamente le engloba.

El conocimiento resulta legitimado no por sí mismo, esto es, por su mismo valor de verdad y por su universalidad, sino por su “localismo” y capacidad de proporcionar adecuaciones concretas, por la eficiencia de que es capaz, y de ahí su “eficientismo” o hiperfuncionalización.

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