Tipología de caso

Nombres de los integrantes del equipo

• Alonso Ayala Nayeli
• Garrido Aldana María de Los Ángeles
• Villagómez Leal Irais Antígona

Materia

COMU0019E-53OM05A2001: COMPETENCIAS DE COMUNICACIÓN

Institución educativa

Universidad del Valle de México.

Fecha

24 de enero de 2020

En la Escuela Preparatoria Oficial No. 216, se planteó un proyecto transversal con la elaboración de una revista escolar, las profesoras Nayeli, Amelia y Lorena, estarían a cargo del planteamiento, desarrollo y calificación de este. Al finalizar la jornada laboral, las profesoras se reunieron de manera apresurada para coordinarse, sin embargo, desde un inicio, las tres maestras, muestran poca disposición para negociar y delegar responsabilidades, cada una impone lo que considera más adecuado, por lo que, en ese momento, no logran llegar a un acuerdo.

Un mes antes de la entrega del proyecto a subdirección, la profesora Amelia, sin consultar con las demás profesoras, decide pedir ayuda a una profesional en el tema y prepara un curso-taller para los alumnos, el cual, se llevó a cabo en el horario de clase de la profesora Nayeli, por lo que Lorena y Amelia, no tuvieron acceso a la información. Amelia, comentó que Nayeli debería realizar el proyecto, debido a que ella fue la única que presenció dicho taller. Lorena, al sentirse excluida de las actividades implementadas, decide realizar de manera individual, la rúbrica para evaluar el proyecto final, únicamente basándose en el proyecto que realizaría Nayeli.  

Días más tarde, cada una de las profesoras (de manera individual) en su clase, aborda el tema con el grupo, Amelia les plantea de manera general la realización de una revista, Nayeli hace entrega del proyecto con las características solicitadas y finalmente, Lorena entrega la rúbrica de evaluación.

El grupo se dividió en 12 equipos de trabajo, para que cada una de las profesoras, asignará calificación a cuatro equipos. Los equipos entregan borradores cada mes y se realizan las correcciones pertinentes, sin embargo, existen muchas dudas por parte de los alumnos, y las profesoras, al no haberse vinculado desde un inicio, comparten información diferente e incompleta.

Cuando se presentan las calificaciones del primer parcial, Amelia, siendo muy crítica y estricta, asigna calificaciones de 6 a sus equipos, Nayeli, un poco más flexible, considera 7 y 8 de calificación, y finalmente Lorena, quien estaba menos familiarizada con el tema, asigna calificaciones mayores a 9, por lo que surgen inconformidades dentro del grupo.

Los equipos a cargo de Amelia, en tono molesto y agresivo, exigen una explicación a su nota tan baja, Amelia, de forma poco asertiva, exige respeto a las alumnas y se niega a revisar nuevamente el trabajo y modificar la nota. Las alumnas se dirigen con Nayeli para una segunda opinión, sin embargo, para evitar problemas entre profesoras, Nayeli sugiere a las alumnas, que busquen las estrategias adecuadas para establecer un dialogó cordial y eficiente con la maestra en cuestión. Las alumnas no tienen éxito, Amelia no permitió que su criterio fuera cuestionado.  

Las alumnas, ponen una queja en subdirección y Amelia es llamada para aclarar la situación. Dentro de los argumentos que exponen las jóvenes, mencionan que siguieron minuciosamente las indicaciones del proyecto y la rúbrica, pero que recibieron información variada de cada una de las docentes. La profesora Amelia, argumenta que la rúbrica realizada por Lorena no cubría todos los aspectos importantes, pero, al no querer enfrentamientos con ella, decide no comentárselo e implementa sus propios criterios para evaluar.

Finalmente, la subdirección exige que se califique con la rúbrica ya establecida y que se modifique la calificación de los equipos.  

Al final, las profesoras se culparon unas a otras por la falta de comunicación y los alumnos perdieron interés en la actividad, el proyecto no se concluyó y el ambiente escolar se volvió tenso e incómodo.                    

En el caso planteado se presentan problemas tanto de comunicación como de información. La información fue muy abundante y diversa gracias al curso-taller, a la experiencia y al conocimiento de las docentes, sin embargo, la comunicación entre ellas fue escasa y poco asertiva debido a que no establecieron los canales adecuados, generando un ambiente tenso, ya que cada una impuso lo consideró más significativo para la construcción del proyecto; así como creando un conflicto cognitivo en los estudiantes, ya que al  no existir una artículación entre la información y la instrucción dada por cada una de las docentes, los alumnos hicieron su proyecto, apegado a lo que consideraron más importante. Finlamente necesario señalar que esta situación se pudo evitar; la carencia de una escucha activa limitó la comunicación asertiva y dándo cabida a la confusión entre los estudiantes y la sensación de desagrado entre los involucrados; considerando lo anterior, el rol que jugó el directivo, fue pasivo, ya que tampoco se asumió como una figura que favoreciera la mejora de la comunicación entre las docentes y los estudiantes.