Totem Y Tabú

TÓTEM Y TABÚ

La vida de los aborígenes salvajes son legados del desarrollo de la civilización del hombre. Estos individuos sin la más mínima educación, sin moral y ética, nos enseñan las diversas formas de organización en las que se encontraban formando pequeños grupos llamados clanes, y como lograban alcanzar el respeto hacia sus jefes. Cómo una persona ya sea individual o colectivamente empieza a plantearse a sí mismo preguntas sobre un ser infinitamente supremo, el cual ellos pueden asociar de una manera casi racional con los fenómenos que se manifiestan en su entorno y que para ellos eran totalmente desconocidos. En este lapso de tiempo es que deciden darle una forma a este ser supremo, convirtiéndola en una figura que los representaran, de allí, nacen los tótem; esta figura divina tenía la función de proteger, cuidar y castigar los comportamientos del individuo, o del clan, al cual el tótem representaba.

Es preciso decir que el tótem era hereditario, y que casi siempre por parte de madre. Por lo tanto dos personas que tengan el mismo tótem no pueden casarse, por el contrario deben alejarse y hasta incluso evitarse el contacto físico y visual.

Algunos investigadores, nos explican de una forma muy interesante, cómo a través del denominado tótem, se empieza a moldear unas leyes y delitos los cuales variaban de acuerdo a la ubicación geográfica del clan o grupo étnico.

En este punto era muy importante la creación de un ser supremo que pudiera canalizar todas las inquietudes de la comunidad, para transmitirlas al tótem.

Con la creación del tótem, también empiezan a crearse las diferentes normas, las prohibiciones y los castigos, como también los rituales de adoración hacia su tótem. De aquí parte el miedo hacia el incesto, lo cual era comportarse según la ley de exogamia “los miembros de un único y mismo tótem no deben entrar en relaciones sexuales y, por lo tanto, no deben casarse entre sí” [1]. Esta ley va ligada íntimamente con el sistema totémico. Por lo tanto cometer una falta contra él traería consigo una serie de castigos y rituales que aquel que cometiera dicha falta tendría que hacer.

Estas ceremonias de castigos o rituales, va con sacrificios, cómo aislarse por determinado tiempo, todo dependía de las faltas que cometiese. Era muy importante que en estas ceremonias existiera una energía sincronizada entre el jefe del clan o sacerdote, su pueblo y con la divinidad o tótem, para lograr limpiarse y que fueran perdonadas las faltas cometidas.

No se puede olvidar que algunos pueblos tenían un tipo de conducta especial para con sus enemigos, y que a la vez estas conductas tenían un determinado tipo de clasificación o categoría, que entraba en rigor solo en casos especiales, en la reconciliación con los muertos.

En otros pueblos se utiliza los cantos y las danzas fúnebres donde se buscaba que el alma del enemigo muerto en batalla se convirtiera en su amigo o protector, asegurando así la tranquilidad de la tribu vencedora, se puede decir que existía una conducta basada en el honor de algunas tribus las cuales persisten hoy en día.

A través de las investigaciones socio-culturales de ciertos autores, se puede observar patrones de conductas determinadas que dieron origen a lo que hoy consideramos como un tabú en algún momento. Que persiste en nuestros días, pues para algunos seres humanos aún no está totalmente claro el término tabú, ya que este encierra un significado muy misterioso. Por esto, se convierte en un tema igual o más complejo que el tótem.

“El tabú tiene dos significaciones opuestas: la de lo sagrado o consagrado y la de lo inquietante, peligrosa, prohibido o impuro” [2].

El tabú nos indica las prohibiciones, en otras palabras, lo prohibido, lo que no se puede hacer, lo que no podemos, ni tenemos acceso, por las diferentes razones que se presenten, traza líneas que los humanos no se atreven a cruzar, por los miedos que esto trae consigo.

Este tema del tabú está presente en nuestros días, que pueden causar horror y escándalos en la sociedad, en pequeñas comunidad y en determinadas tribus indígenas de la actualidad.

El psicoanálisis juega un papel de mucha importancia porque a través de él se pueden analizar los diferentes estado emocionales pasando por la neurosis individual, que nos muestra el tabú en los enfermos obsesivos, y como estos enfermos asimilan y actúan en las diferentes situaciones a las que se enfrentan, ellos se llenan de tabúes a los que obedecen tanto como los salvajes. Hay concordancias entre las prohibiciones obsesivas neuróticas y los tabúes, como por ejemplo que son igualmente inmotivadas y de enigmático origen, y además impuestas desde dentro del sujeto. Además, no sólo prohíben cierta acción sino también el mismo pensar en hacerla. Los enfermos obsesivos se portan como si las personas tabúes fueran portadoras de una enfermedad contagiosa, y mediante ceremoniales buscan anular la influencia de lo prohibido, ellos piensan que se pueden sanarlas con tales ceremonias.

Existen ciertos tabúes que influyen mucho en ciertas personas, como lo es el tabú a los muertos o a la muerte, para los salvajes, todo aquel que haya tenido algún contacto con ellos es impuro, como también es impuro pronunciar su nombre, los neuróticos obsesivos también temen pronunciar el nombre del muerto, ya que se perturban con el dolor que la muerte trae consigo, la perdida de parientes muy cercanos. Ellos empiezan un duelo para poder llagar a la desligar ese ser muerto. “El duelo tiene que desempeñar una misión psíquica definida, que consiste en desligar de los muertos, los recuerdos y esperanzas de los supervivientes” [3].

Es posible afirmar que para los neuróticos llegar a hacer algo prohibido les da temor, porque temen al castigo para las personas más cercanas.

El psicoanálisis nos ha demostrado que al que le cae la elección sexual del joven es de naturaleza incestuosa condenable, porque este está representado siempre por una madre o por una hermana.

Si entre los primitivos encontráramos ciertos conflictos de sentimientos hacia una persona u objeto en los neuróticos vemos ciertos conflictos entre un deseo y su contrario, quedaría prácticamente asegurada la concordancia psicológica entre el tabú y la neurosis obsesiva.

En los salvajes los conflictos de sentimientos son más intensos que el hombre de la actualidad, estos conflictos fueron disminuyendo porque el tabú fue desapareciendo, aunque en la actualidad cada persona se enfrenta

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