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Enviado por   •  7 de Octubre de 2013  •  1.988 Palabras (8 Páginas)  •  195 Visitas

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Fundamentos de la dominación, desigualdad social y la historia en el venir neo-histórico venezolano.

Base estructural social:

Desde el punto de vista histórico en la sociedad la desigualdad forma para de la convivencia del hombre y sus necesidades, el concepto de desigualdad nos permite al acceso diferencial de las personas y sus recursos, esto se relaciona con las condiciones de vida cotidiana de la gente.

En un análisis la desigualdad y el dominio son las bases fundamentales del poder en la sociedad.

En buena parte el origen de la desigualdad se encuentra en los procesos sociales, no naturales. Siempre hay grados de desigualdades. No se conoce ninguna sociedad en la cual todos los miembros tuviesen los mismos recursos, prestigio y capacidad de decisión en la comunidad.

En Venezuela.

Desigualdad o no correspondencia justa y exacta: Podría ser lo referido a una situación en la que no todas las personas y ciudadanos de una misma sociedad, comunicado país, tienen iguales derechos y obligaciones.

Clase social: es una forma de estratificación social en la cual un grupo de individuos comparten una característica común que los vincula socioeconómicamente, sea por su función productiva o "social", poder adquisitivo o "económico" o por la posición dentro de la burocracia en una organización destinada a tales fines. Estos vínculos pueden generar o ser generados por intereses u objetivos que se consideren comunes y que refuercen la solidaridad interpersonal. La formación de un sistema de clases depende del hecho de que sus funciones sociales sean, independientemente de la existencia de una vinculación orgánica, mutuamente dependientes a un marco social mayor.

La sociedad de clases constituye una división jerárquica basada principalmente en las diferencias de ingresos, riquezas y acceso a los recursos materiales. Aunque las clases no son grupos cerrados y un individuo puede moverse de una clase a otra.1 Este sistema está muy relacionado con el sistema productivo y es el típico sistema de estratificación de las sociedades de Europa en los siglos XVII y XIX, así como de otras sociedades no igualitarias en que no existe igualdad de acceso a los recursos.

La dominación

Debe entenderse por "dominación", la probabilidad de encontrar obediencia dentro de un grupo determinado para mandatos específicos (o para toda clase de mandatos). No es, por tanto, toda especie de probabilidad de ejercer "poder" o "influjo" sobre otros hombres. En el caso concreto esta dominación ("autoridad"), en el sentido indicado, puede descansar en los más diversos motivos de sumisión: desde la habituación inconsciente hasta lo que son consideraciones puramente racionales con arreglo a fines. Un determinado mínimo de voluntad de obediencia, o sea de interés (externo o interno) en obedecer, es esencial en toda relación auténtica de autoridad.

La "legitimidad" de una dominación debe considerarse sólo como una probabilidad, la de ser tratada prácticamente como tal y mantenida en una proporción importante. Ni con mucho ocurre que la obediencia a una dominación esté orientada primariamente (ni siquiera siempre) por la creencia en su legitimidad. La adhesión puede fingirse por individuos y grupos enteros por razones de oportunidad, practicarse efectivamente por causa de intereses materiales propios, o aceptarse como algo irremediable en virtud de debilidades individuales y de desvalimiento.

El ámbito de la influencia autoritaria de las relaciones sociales y de los fenómenos culturales es mucho mayor de lo que a primera vista parece. Valga como ejemplo la suerte de dominación que se ejerce en la escuela, mediante la cual se imponen las formas de lenguaje oral y escrito que valen como ortodoxas. Los dialectos que funcionan como lenguajes de cancillería de una asociación política autocéfala, es decir, de sus señores, se convierten en su forma de lenguaje y escritura ortodoxa y han determinado las separaciones "nacionales" (por ejemplo, Holanda y Alemania). La autoridad de los padres y de la escuela lleva su influencia mucho más allá de aquellos bienes culturales de carácter (aparentemente) formal, pues conforma a la juventud y de esa manera a los hombres.

Existen tres tipos puros de dominación legítima. El fundamento primario de su legitimidad puede ser:

1. De carácter racional: que descansa en la creencia en la legalidad de ordenaciones estatuidas y de los derechos de mando de los llamados por esas ordenaciones a ejercer la autoridad (autoridad legal).

2. De carácter tradicional: que descansa en la creencia cotidiana en la santidad de las tradiciones que rigieron desde lejanos tiempos y en la legitimidad de los señalados por esa tradición para ejercer la autoridad (autoridad tradicional).

3. De carácter carismático: que descansa en la entrega extracotidiana a la santidad, heroísmo o ejemplaridad de una persona y a las ordenaciones por ella creadas o reveladas (llamada) (autoridad carismática).

El análisis de la situación socio-política en nuestro país, en los cuales y en la mayoría de ellos el asunto se restringe a la confrontación entre dos paradigmas sociales-políticos-económicos como lo son: el socialismo frente al capitalismo, me surge la duda si más bien lo que estamos confrontando actualmente son los paradigmas históricos de la liberación contra dominación en el país, lo cual por supuesto significa la ruptura de estructuras sociales, económicas, políticas y sobre todo ideológicas que durante más de 500 años han practicado y han internalizado en nuestro consciente e inconsciente la dominación a través de aquello que Althusser denominó los Aparatos Ideológicos del Estado, y es así como en nuestra estructura de pensamiento aceptamos y reconocemos la dominación como algo natural y legítimo en la mayoría de los casos en la que se presenta, en varias oportunidades le he escuchado decir al Presidente Chávez reflexiones sobre éste tema en las cuales el de manera altamente pedagógica ilustra esta realidad, y es por ello parte de su planteamiento del cambio necesario del currículo educativo, ya que el mismo mediante algunos contenidos históricos introyectaba en el niño y adolescente elementos ideológicos que legitimaban y propiciaban el ejercicio de la dominación del hombre, es decir la educación como Aparato Ideológico de un Estado para el cual la dominación era un elemento central del ejercicio del poder, lo cual tiene su máxima expresión en la terrible figura del Terrorismo de Estado, que es el ejercicio mediante el cual el Estado a través de la administración legítima de la violencia utiliza a los organismos militares y policiales para reprimir todas aquellas corrientes

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