Trabajo Monografico
Enviado por josesmish • 29 de Septiembre de 2013 • 1.937 Palabras (8 Páginas) • 259 Visitas
El trabajo monográfico
El trabajo monográfico es un texto extenso de carácter expositivo que tiene por objeto demostrar los conocimientos que se poseen acerca de un tema concreto. Un trabajo monográfico tiene que estar bien documentado, redactado y presentado.
Realizar un trabajo por escrito no consiste en copiar unas páginas de un libro distinto al que utilizamos como texto o incluso de varios libros por muy buenos y novedosos que éstos sean. El trabajo monográfico no es una mera copia sino que, a ser posible, deberá aportar datos nuevos sobre el tema; en caso contrario al menos se le debe dar un enfoque personal en el que aparezca una valoración original, la propia visión sobre el asunto de quien realiza el trabajo, algo que lo diferencia del trabajo de los demás.
Finalidad del trabajo monográfico
El trabajo monográfico es un texto expositivo que se produce como resultado de una actividad de investigación intelectual.
Los trabajos según su finalidad pueden tratar de los temas más diversos: la fauna de una determinada zona, el arte de una época histórica, la producción literaria de un autor...
Siempre que se realice un trabajo monográfico hay que obtener y seleccionar una información para analizarla y exponerla en un orden coherente, como veremos a continuación.
Cómo se hace un trabajo
Para elaborar un trabajo, es necesario seguir una serie de pasos:
1. Documentarse, es decir, recopilar información sobre el tema del que se va a tratar. Las principales fuentes de información son las enciclopedias generales, las revistas especializadas, los libros que se consagran al estudio monográfico de un tema determinado e internet. Conviene recoger en fichas la información que se obtenga.
2. Analizar y seleccionar la información obtenida, teniendo siempre en cuenta cuál es el objetivo del trabajo y el enfoque que se le quiere dar.
3. Elaborar un esquema o guión, en el que se establezcan y jerarquicen los distintos apartados en los que se va a agrupar y organizar la información. Normalmente, en todo trabajo se establecen tres grandes bloques:
o Introducción, en la que se deja constancia del título y el objetivo del trabajo, el método seguido para realizarlo y la forma en que se va a organizar la información.
o Desarrollo, constituido por la exposición ordenada de los contenidos. Con frecuencia, la información va dividida en distintos capítulos o apartados.
o Conclusión, en la que el autor resume las ideas expuestas y valora los resultados obtenidos.
4. Redactar el trabajo, corregirlo y pasarlo a limpio, cuidando la presentación. Los trabajos deben presentarse sin correcciones ni tachaduras, con espacio suficiente entre las líneas y márgenes laterales amplios.
5. Incorporar un índice general al principio o al final del trabajo. En el índice deben figurar los títulos de los distintos apartados y la página en la que cada uno de ellos comienza.
6. Presentar la bibliografía al final del trabajo, es decir, la relación del material que se ha consultado para realizar el trabajo. En la cita de cada libro deben figurar los siguientes datos: apellidos y nombre del autor, año y lugar de edición y editorial.
La elaboración de la información
Todo trabajo exige un proceso de documentación. Pero la información que se obtiene sólo es un punto de partida, una materia prima que se ha de elaborar. Dar forma a esa materia, ordenarla e integrarla en un texto coherente son las tareas básicas en el proceso de realización del trabajo.
Con la realización de diversos trabajos en el ámbito escolar, el alumno debe mostrar que posee unos conocimientos sobre el tema y demostrar que domina las técnicas de búsqueda y elaboración de la información, de organización de los materiales, de redacción y revisión y que es capaz de elaborar una opinión propia.
La selección del tema
Los trabajos pueden ocuparse de temas muy diversos: históricos, literarios, científicos...
Si el tema nos ha sido impuesto, habremos de reflexionar sobre qué aspectos vamos a tratar y qué punto de vista adoptamos.
• Si el tema es libre, tendremos que elegirlo en función de nuestros gustos personales, los conocimientos que poseemos y las posibilidades de acceso a la información que se nos ofrecen.
Tras elegir el tema, deberemos acotarlo suficientemente, de manera que no sea demasiado general -y resulte, por tanto, inabarcable- ni tan restringido que exija de nosotros un grado de especialización que quede fuera de nuestro alcance. Así, nuestro tema no será, por ejemplo, el cine, sino el cine de los años noventa, el cine policíaco, el cine histórico español...
La búsqueda de información
Una vez fijado el tema del trabajo, debemos obtener información sobre él. Para ello podemos acudir a distintas fuentes orales o escritas:
• Las principales fuentes orales son las entrevistas y las encuestas. Estos procedimientos son especialmente útiles cuando se precisa conocer las opiniones de una o varias personas.
• Las fuentes escritas más comunes son los libros, las revistas especializadas, los diccionarios enciclopédicos e Internet. Cada una de ellas nos ofrece un tipo de información diferente y, a menudo, complementaria. A la hora de seleccionar las fuentes, deberemos tomar en consideración nuestro nivel de conocimientos sobre el tema, el enfoque del trabajo y el tiempo de que disponemos para realizarlo.
La elaboración del guión
Antes de empezar a redactar el trabajo, debemos definir la estructura que va a tener, es decir, la forma en que vamos a organizar la información que queremos transmitir. Para ello, habremos de elaborar un guión, esto es, un esquema jerarquizado en el que figuren con cierto detalle los contenidos básicos distribuidos en el orden en que vayan a aparecer.
Observaremos si existe una buena conexión entre todos los apartados del esquema y no perderemos nunca de vista el objetivo inicial: ¿responde lo que ya tenemos a lo que nos propusimos hacer?
El guión no debe concebirse como un esquema rígido, sino como un proyecto provisional que nos servirá de guía para la redacción del texto y que puede ser modificado. Ejemplo:
Imagen:
Las fuentes de información
• Los libros constituyen la principal fuente de información. En ellos podremos encontrar desde un panorama general o introductorio sobre el tema del que nos vamos a ocupar hasta un estudio pormenorizado que aborde cualquiera de los aspectos que lo integran. La existencia de diversos libros que tratan un mismo asunto nos permitirá además contrastar puntos de vista diferentes.
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