Trabajo Monografico
marituna123456722 de Enero de 2015
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por la presencia de episodios frecuentes de atracones de comida (al menos 2 veces a la semana durante un mínimo de 3 meses) , con preocupación fuerte por perder el control de la ingesta, junto con la necesidad ocasional de necesitar comer de manera compulsiva, y conductas para intentar contrarrestar los efectos 24
• 25. de los atracones : vomito autoprovocado, abuso de laxantes, periodos de ayuno, y uso de medicamentos adelgazantes o que disminuyan el apetito. La persona se suele sentir obesa. Caso clínico: Se trata de una mujer de 35 años, casada y sin hijos, sin antecedentes de trastornos mentales. Acude al servicio de urgencias del hospital presentando síntomas de debilidad y aletargamiento. Se aprecia deshidratación con arritmia cardiaca. La analítica da valores de alteración importante e el equilibrio normal. Refiere esta mujer que a los 18 años inició una conducta caracterizada por atracones de comida y gran apetito, comiendo cada vez mas. Añade que esto lo comenzó al llevar un régimen de adelgazamiento del que no tuvo éxito. Nota la necesidad imperiosa de comer, a pesar de saber las consecuencias. Estas crisis de voracidad son cada vez mas frecuentes y van precedidas de gran ansiedad que no cede sino es comiendo. Como los laxantes son insuficientes para perder peso ha aprendido a vomitar y a provocarse el vómito. Al principio lo hacía metiéndose los dedos en la boca, pero últimamente lo consigue solo con proponérselo. Después de estos episodios de ingesta masiva se siente digustada con ella misma, triste y arrepentida, pero incapaz de cambiar de hábitos. Progresivamente ha cambiado de carácter, volviéndose mas impulsiva, irritándose fácilmente y con tendencia a la depresión. Se aísla socialmente, fuma y bebe alcohol en exceso. 31. TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD Caracterizados por que el modo de ser o el carácter de la persona se desvía de la normalidad esperada en su ambiente sociocultural . Esta desviación se caracteriza por unos patrones rígidos de conducta en al menos una de las siguientes áreas: (1) Cognición : Actitudes y tendencias a interpretar las cosas, las acciones de los otros y a si mismo, (2) Estado de ánimo : intensidad y adecuación de la afectividad y respuesta emocional, (3) Control de los impulsos y de las necesidades de gratificación y (4) Relaciones con los demás y estilo de relación con los otros. --TRASTORNO PARANOIDE LA PERSONALIDAD El patrón de conducta de estas personas se caracteriza por ser fundamentalmente desconfiados. Sospechan de todo el mundo sin base suficiente y ve en todas partes indicios de amenazas y conjuros, no creen en la lealtad de los demás ni tan siquiera de las personas más próximas, guardan celosamente sus opiniones y la información que poseen para que 25
• 26. no pueda ser utilizada en contra suya, es rencoroso y no olvida las injurias o desprecios. --
1) Si difieren de las del resto del grupo socioeconómico y cultural.
2) Si conducen a consecuencias inadaptadas en el orden de higiene, para la salud fisiológica y psicológica del individuo.
3) Si no son secundarias a procesos orgánicos como tumores o enfermedades endocrinas.
4) Si dependen principalmente de problemas de origen psicopatológico.
5) Si son reactivas a problemas situacionales conflictivos transitorios.
En la nueva clasificación de enfermedades (ICD-10) propuesta por la OMS se incluyen en el capítulo de los trastornos alimentarios, como perturbaciones básicas la anorexia y la bulimia, también se consideran como cuadros independientes, los trastornos bulímicos inespecíficos, la avidez asociada a disfunción psicológica y los vómitos asociados a disfunción psicológica.
Debe tenerse en cuenta que a lo largo de la infancia la prevalencia de desórdenes alimentarios, varía a tenor de la edad.
En la infancia más precoz la dependencia de la madre es completa, a partir de los diez meses de edad, cuando la alimentación ya inicia su diversificación aparece la influencia de la moda en la forma de administrarla y en el tipo de alimentación que se administra, tanto a través de la madre, gracias a las múltiples publicaciones de divulgación, como del médico a través de actitudes bien orientativas, de tolerancia, o a tenor de modas basadas en hallazgos científicos, sobre los hábitos nutricionales.
Las actitudes irracionales y las fantasías sobre la comida prevalecen en este período de la alimentación del niño a través del rigor materno, aunque al fin a lo largo del desarrollo del lactante y también porque la madre se va sintiendo más segura, las actitudes más racionales se irán progresivamente imponiendo.
Los problemas alimentarios en el período más temprano de la infancia, en el estadío de recién nacido, generalmente se deben a perturbaciones físicas que disminuyen su fortaleza y afectan su capacidad de succión.
Los deficientes mentales y los paralíticos cerebrales, por sus dificultades de coordinación y su afectación del movimiento muscular presentan muy a menudo trastornos alimentarios, que en éstos últimos pueden llegar a tener consecuencias fatales al presentarse fácilmente aspiraciones pulmonares.
Las madres muy jóvenes o las que padecen alteraciones emocionales o provienen de medios sociales muy perturbados también frecuentemente tienen dificultades para nutrir a los lactantes de forma correcta, debido a las alteraciones secundarias a su estado de tensión; se ha demostrado que la tensión muscular de la madre es percibida por el lactante, induciendo en él alteraciones alimentarias, del sueño e irritabilidad.
A lo largo de la infancia los trastornos dependientes de problemas relacionales severos o de perturbaciones físicas conducen a una desnutrición que caracteriza una forma concreta de alteración del crecimiento.
Una alteración especifica de la lactancia es la Rumiación, es un trastorno que aparece entre el sexto y el octavo mes de la vida y consiste en la aparición de regurgitaciones con actividad de rumiación, que el lactante se produce, en una cierta actitud de "éxtasis", con la mirada más allá del observador y que tiene consecuencias nutricionales. Depende, parece ser, tanto de ciertas alteraciones neurológicas innatas como de alteraciones ambientales en proporción variable según cada caso (de acuerdo con nuestra experiencia).
La Pica, es otra alteración que aparece, también, en la primera infancia, consistente en la ingesta de sustancias no nutritivas, cuya causa puede estar relacionada a una perturbación relacional afectiva, pero también a una anemia hipocroma ligada a una hiposideremia y que puede tener serias consecuencias sobre el desarrollo del niño, sin olvidar que puede producir alteraciones orgánicas secundarias como el saturnismo, gracias a la intoxicación por plomo, debido a la ingesta de pintura de pared.
La sobrealimentación, el cebamiento, en la infancia puede ser la base de una futura obesidad que aparezca tardíamente.
En el segundo y tercer año de la vida, el apetito decrece, al igual que disminuye el índice de crecimiento del niño.
A menudo esta eventualidad, desencadena que los padres se preocupen en demasía por la aparición de hábitos de selección de comida que el niño empieza a hacer, sin darse cuenta de que la selección es proporcional a la oferta que el medio-ambiente, los padres, hacen al niño. Las actitudes que de forma permanente se adopten incorrectamente en este momento evolutivo van a favorecer la aparición de la llamada anorexia selectiva (empecinamiento rotundo en no ingerir determinados alimentos y reducción de la ingesta a determinados platos o caprichos concretos, que de alguna manera los padres terminan por darle). Esta oferta en la mayoría de las ocasiones está íntimamente ligada a la angustia que desencadena el "no ver comer" al niño, a pesar de que no presenta ningún signo de desnutrición y de estar en estado de salud absolutamente correcto (frustración de cebamiento).
a conducta es el sistema dialéctico y significativo en permanente interacción intersistémica e intrasistémica, y que, normalmente, involucra una modificación mutua entre el individuo y su entorno social, así como una modificación de su mundo interno. Desde la psiquiatría, la conducta puede ser normal o patológica ('desviada'), y tanto en uno como en otro caso se manifiesta en las tres áreas del cuerpo, la mente y el mundo externo.
Ejemplos de conductas patológicas:
Sabemos que las pautas culturales han determinado que la delgadez sea sinónimo de éxito social. Muchos de nuestros jóvenes luchan para conseguir el "físico ideal" motivados por modelos, artistas o por la publicidad comercial. Muchos creen que el mundo es de los delgados. Otros, por un peso natural que excede el estándar de delgadez que la sociedad impone, se deprimen y se autocritican sintiéndose fracasados o desvalorizados. Actualmente la bulimia y la anorexia nerviosa, dos complejas enfermedades alimentarias, se han convertido en un verdadero flagelo para la juventud de nuestro país
Signos Visibles Característicos:
Bulimia: Conductas Patológicas
Preocupación constante por la comida (habla de peso, calorías, dietas...).
Atracones, come de forma compulsiva, esconde comida.
Miedo a engordar. Evita el hecho de ir a restaurantes o fiestas y reuniones donde se vea socialmente obligado a comer.
Acude al lavabo después de comer.
Vómitos autoprovocados, abusa de laxantes o diuréticos.
Usa fármacos para adelgazar.
Realiza egímenes rigurosos y rígidos.
Tiene una conducta
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