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Trastorno De Atencion


Enviado por   •  15 de Junio de 2014  •  2.355 Palabras (10 Páginas)  •  226 Visitas

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Las vertientes más habituales para la educación de los niños con discapacidades son tres: la educación «especial» o segregada, la educación integrada y la educación inclusiva. La historia nos muestra cómo la mayoría de países a nivel mundial se ha centrado en proporcionar una educación para niños discapacitados en colegios separados, los cuales a su vez se orientan por lo general a discapacidades específicas. De este modo, se clasificaría a los niños según su deficiencia y se les asignaría un colegio que responde a esa deficiencia específica. Esto implica que los niños con discapacidades reciban una educación en un entorno de aprendizaje segregado y que a menudo se encuentren separados de su comunidad, de otros niños y de la educación convencional. De hecho, este tipo de colegio suele encontrarse alejado de la familia y de los amigos. Estas instituciones han tendido a llegar a solo una pequeña proporción de los necesitados, a menudo con oportunidades de segunda categoría que contribuyen poco a prepararlos para encontrar un empleo o para continuar su educación. Esta situación dificulta el desarrollo de su potencial individual y supone un reto para emplear la educación como herramienta en la lucha contra las desigualdades sociales y la discriminación.

Los sistemas integrados son aquellos en los que los niños con discapacidades asisten a colegios convencionales, pero normalmente disponen de una clase separada con otros estudiantes con discapacidad y un profesor entregado. Por desgracia, lo que suele suceder es que dejan a los niños olvidados en la clase, en un colegio que apenas se esfuerza por tratar las necesidades académicas o sociales específicas que podrían tener los alumnos. Como consecuencia, el niño ha de adaptarse al entorno.48 Esto tampoco ayuda a desafiar las percepciones de otros niños y puede reforzar el estigma y la discriminación.

Suele darse por hecho que un sistema integrado y un sistema inclusivo son primos hermanos, sobre todo si se comparan con el sistema segregado, llegándose incluso a emplear ambos términos de forma indistinta.49 Sin embargo, la inclusión va más allá de la «integración» y tiene unas raíces filosóficas bastante diferentes. La integración establece a los niños con discapacidades en un marco ya existente de normas y reglas. La educación inclusiva empieza por contemplar a cada estudiante como un titular de derechos: así, se traslada a los grupos marginados desde los márgenes hasta una posición más centralizada. Así, se desplaza la atención de la incapacidad al contexto social. La educación inclusiva promueve los cambios en el sistema educativo y en relación a las comunidades para asegurar que el sistema educativo se adapta al niño, en lugar de esperar que sea el niño el que se adapte al sistema.50 La educación inclusiva reconoce la necesidad de transformar las culturas, las políticas y las prácticas del colegio para dar cabida a las diferentes necesidades de cada uno de los estudiantes, además de contemplar la obligación de eliminar las barreras que impiden esa posibilidad.51

El compromiso de la Campaña mundial por la educación promueve los principios de igualdad y de no discriminación y se alinea con los fundamentos conceptuales de la educación inclusiva. Para ello, emplea un enfoque basado en los derechos en el cual los estados respetan, protegen y cumplen con los derechos y la educación de las personas. La educación inclusiva es, en muchos aspectos, una manifestación práctica de los sistemas educativos que representan los principios de los derechos humanos.

La UNESCO ve la educación inclusiva de este modo: “La inclusión se contempla como un proceso de abordar y dar respuesta a la diversidad de necesidades de todos los estudiantes a través de un aumento de la participación en el aprendizaje, las culturas y las comunidades; y como una reducción de la exclusión de la educación y dentro de ésta. Implica cambios y modificaciones en los contenidos, los enfoques, las estructuras y las estrategias, con una visión común que abarca a todos los niños del rango de edad apropiado y la convicción de que es responsabilidad del sistema general educar a todos los niños.”52

Es importante entender la educación inclusiva como un concepto amplio que hace referencia al derecho de todos los estudiantes (entre ellos los niños con discapacidades, pero también otros grupos marginados) y que se aplica a los estudiantes de todas las edades, tanto niños como adultos.53 Aunque gran parte de este informe se centra en los niños de los colegios, si nos introducimos en el contexto del compromiso de Educación para todos, la educación inclusiva también incluye un aumento en las oportunidades para el aprendizaje continuo inclusivo. Esto se consigue a través de una amplia gama de estrategias, actividades y procesos que buscan hacer realidad el derecho universal a una educación de calidad.

Por último, vale la pena señalar que la educación inclusiva es un proceso que puede llevar tiempo. El objetivo final debe ser la inclusión, pero llegar a ello podría requerir un largo proceso. A veces, esto puede implicar que las iniciativas especiales o integradas y los colegios inclusivos esperen uno al lado del otro mientras los gobiernos trabajan por desarrollar una inclusión apropiada para todos los niños (respetando los principios de los derechos humanos). En los lugares en los que existen diversas opciones educativas para los alumnos con discapacidades, el sistema educativo debería emplear las experiencias, habilidades y recursos existentes en los colegios especiales e integrados para promover el desarrollo de una educación inclusiva dentro de los colegios locales convencionales. Esto podría implicar, por ejemplo, que los profesores de los colegios especiales formen a los profesores generales en lenguaje de signos. Los enfoques deben establecer una comunicación proactiva entre sí, de forma que compartan lo que han aprendido con cada sistema y comuniquen el desarrollo de estrategias futuras en lugar de constituir procesos paralelos sin ningún tipo de conexión. En los lugares donde no existen «colegios especiales» previos para los niños, las autoridades deberían asegurarse de que la nueva disposición se planea de forma inclusiva. Conviene señalar que la clave para el éxito de este enfoque reside en que el gobierno establezca un plan para la inclusión con metas y objetivos claros, de los cuales puedan pedir cuentas las organizaciones de la sociedad civil. De no ser así, la inclusión podría convertirse en un compromiso vago e inalcanzable mientras que dos sistemas paralelos continúan tal y como antes.

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La educación inclusiva es buena para todos

El Informe mundial sobre discapacidad de 2011 sostenía, entre otras cosas, que la inclusión de niños con discapacidades en los colegios convencionales

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