Té Guaraní

Te guaraní

El fin de una empresa es lograr ganancias, ganar dinero. Las grandes empresas multinacionales, las empresas con mucho dinero, son reconocidas en la sociedad. Y la mayoría de nosotros pensamos que su único fin es acumular riquezas, sin pensar en el prójimo. Sin embargo, son pocos los que se detienen a pensar: ¿Que sucedería si esas empresas tan exitosas no tuviesen personas que las ayuden en los primeros tiempos? ¿O que estén con ellas en los tiempos difíciles? La respuesta es simple, hubiesen fracasado estrepitosamente.

El ejemplo de esta empresa Te guaraní, nos muestra que la empresa no es solo la cabeza administrativa, sino que, necesita trabajadores y por sobre todo el apoyo de la comunidad en donde está asentada. Un negocio que tenga el respaldo de la sociedad, irá directo a la cima, por el simple hecho de que las personas no ven en ella un sentimiento capitalista indiscriminado, sino todo lo contrario, la gente ve una oportunidad de avance en ella. Una posibilidad de una mejor calidad de vida.

En este paradigma también se nota que Te guaraní tiene una visión idéntica de la comunidad, sabe que con el apoyo de los pobladores logrará el éxito y por lo tanto busca devolverles de diversas formas el “favor” que las personas le hacen a la empresa, como son los donativos a diversos organismos y clubes de la localidad.

Es admirable el sentimiento de fraternidad existente entre el negocio y la población de San Juan Bautista, pues nos demuestra que a pesar de todo, nosotros los empresarios, dependemos de sobremanera de las personas de nuestra comunidad, tanto como clientes potenciales como mano de obra. Es un estado de simbiosis perfecto porque ambas partes reciben un beneficio mutuo, mientras la empresa logra el objetivo de satisfacer las necesidades de las personas y obtener ganancias; la misma comunidad consigue remuneración por parte del negocio al generar fuentes de trabajo para los pobladores y además contribuye en varias instituciones (hospitales, escuelas, etc.). Hace que el pueblo se sienta honrado de que exista en su región una empresa que no solo busca ganancias, sino que también agradece el apoyo recibido por tantos años.

En conclusión, las empresas deben saber que no serían nada sin la comunidad que las alberguen, por eso deben estar agradecidas a los habitantes del lugar, por permitirles progresar o simplemente porque la aceptaron a formar parte de su pueblo y de ellos mismos.

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