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UN HOMBRE SE LE MIDE POR SUS VALORES, NO POR SUS RIQUEZAS.


Enviado por   •  29 de Enero de 2014  •  Tesina  •  9.171 Palabras (37 Páginas)  •  601 Visitas

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INSTITUTO TECNOLOGICO DE OAXACA

ANTOLOGÍA DE VALORES

TALLER DE ÉTICA

PROFESORA: NOEMÍ SANCHEZ

LAE- AB

JUSTIFICACIÓN.

Quisiera comenzar con que son los valores; estos son principios que nos permiten orientar nuestro comportamiento en función de realizarnos como personas. Son fuente de satisfacción y plenitud.

Los valores se refieren a necesidades humanas y representan ideales, sueños y aspiraciones.

Los valores valen por sí mismos. Son importantes por lo que son, lo que significan y lo que representan, y no por lo que se opine de ellos.

El valor se traduce en pensamientos, conceptos o ideas, pero lo que más se aprecia es el comportamiento de la persona. Una persona valiosa es alguien que vive de acuerdo a los valores en los que cree; quizá por esta razón tenemos la tendencia a relacionar los valores con reglas y normas de comportamiento, pero en realidad son decisiones. Es decir, decidimos actuar de una manera y no de otra con base en lo que es importante para nosotros como valor.

UN HOMBRE SE LE MIDE POR SUS VALORES, NO POR SUS RIQUEZAS.

Contenido

JUSTIFICACIÓN. 2

GENEROSIDAD. 4

RESPETO. 5

GRATITUD. 6

AMISTAD 7

RESPONSABILIDAD 8

PAZ 9

SOLIDARIDAD 10

TOLERANCIA 11

HONESTIDAD 12

JUSTICIA 13

LIBERTAD 14

FORTALEZA 15

LEALTAD 16

PERDÓN 17

BONDAD 18

HUMILDAD 19

PERSEVEREANCIA 20

ESPERANZA 21

DIGNIDAD 22

CONFIANZA 23

GENEROSIDAD.

“Para las almas generosas todas las tareas son nobles”

Generosidad. (del lat. Generositas, -atis). f. inclinación o propensión de ánimo a anteponer el decoro a la utilidad y al interés. 2. f. largueza, liberalidad. 3. Valor y esfuerzo en las empresas arduas. 4. Nobleza heredada de los mayores.

El valor de la generosidad consiste en dar a los demás más de lo que nos corresponde por justicia u obligación. Implica la capacidad de ver y atender las necesidades de los otros. En la dimensión material, significa compartir nuestras pertenencias; en la espiritual, consiste en poner nuestras capacidades y cualidades al servicio de las personas que nos rodean.

El reparto de los bienes en el mundo no es uniforme. Unos tienen más y otros menos. Cada persona, además, tiene necesidades diferentes y particulares. La generosidad nos permite procurar su satisfacción para construir grupos humanos basados en la entrega mutua.

La alegría de compartir.

Muchas personas tienen más cosas de las que necesitan para estar bien. A pesar de lo que parece no son tantos los objetos realmente indispensables. Hay quien tiene la costumbre de acumular más y más objetos sin compartirlos con los demás. Esa es una persona tacaña. Tal actitud está acompañada siempre de egoísmo, o falta de disposición para ayudar a los otros en aspectos importantes de su vida. Quienes no saben compartir llevan una existencia solitaria, aislada y se pierden uno de los mayores placeres de la vida: observar como disfrutan los demás el esfuerzo que se hizo por amor a ellos.

El camino a la generosidad.

• Ser generoso significa estar dispuesto a dar todo sin esperar algo a cambio de aquél a quien se lo das. Es importante aprender a dar de forma desinteresada.

• Trata de ayudar a quien no tenga forma de recompensarte o darte algo. Ésa es la verdadera generosidad.

• Mucha gente piensa que la generosidad sólo se relaciona con el dinero. Hay que aprender a cuidarlo pero nunca darle más valor que a las personas y sus sentimientos.

“Hay sólo un modo de ser felices: vivir para los demás”

–León Tolstoi

“No hay entusiasmo sin sabiduría, ni sabiduría sin generosidad”

-Paul Éluard

Una persona generosa siente placer al dar y compartir sus bienes sin temor ni egoísmo.

RESPETO.

“¡Qué delicia es respetar a las personas!”

Respeto. (Del lat. respectus, atención, consideración). m. Veneración, acatamiento que se hace a alguien. 2. m. Miramiento, consideración, deferencia.

El valor del respeto se ejerce cuando mostramos aprecio y cuidado por algo o alguien. Puede estar dirigido hacia los derechos y la dignidad de las demás personas, hacia los de nosotros mismos y también hacia el entorno natural, que incluye a las plantas y a los animales que lo integran. Puede vivirse en forma colectiva –entre un país y otro- o individual –entre dos personas-.

Una idea muy popular afirma que, al solicitar algo, importa tanto lo que pedimos, como la forma en que lo hacemos. Llamamos “cortesía” a la manera atenta en que se solicita un servicio o un objeto; es un elemento que transforma cada detalle de la vida.

Pero la cortesía es sólo la superficie de una actitud más profunda… respetar a los otros consiste en reconocer su importancia como personas que habitan el mundo y comparten la vida contigo, en saber que cada una es tu prójimo, tu semejante. Todos ellos son tus iguales.

CUENTO

‘Micha y su abuelo’

El abuelo, el mayor de la casa, era muy anciano. Sus piernas ya no soportaban su peso, sus ojos ya no podían ver, sus oídos no escuchaban y en su boca no quedaba un solo diente. Su hijo y su nuera no le servían la comida en la mesa, sino al lado de la estufa, para que no ensuciara. Una vez le pusieron la comida en un tazón. Cuando el viejecito quiso levantarlo, lo dejó caer sin querer, y el traste se rompió. Todo se derramó sobre el piso.

Muy disgustada, su nuera le reprochó a gritos que ensuciara todo el suelo de la casa y que rompiera así los trastes de su vajilla. Empleando un tono grosero, le dijo al abuelo que a partir de ese día le servirían de comer en una cubeta de madera, como las que usaban para dar su alimento a los animales.

El anciano suspiro profundamente, pero no dio respuesta alguna a esas palabras que lo habían lastimado.

Paso algún tiempo desde esa ocasión. Un día estaban en la casa el hijo y la nuera del anciano. Los dos esposos miraban con mucha atención a Micha, el pequeño niño de ambos. El infante estaba en el suelo, jugando con unos bloques de madera. Los acomodaba de una manera y de otra, como si quisiera darle forma a un objeto.

-¿Qué figuras estás haciendo con esos pedazos de madera, hijo?- preguntó con curiosidad su padre.

-Estoy haciendo una cubeta de madera papá.

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