Un Modelo Evaluador Y Su Metodología.

Un modelo Evaluador y su Metodología.

Título de la obra: Manual de Evaluación Educativa.

Un Modelo Evaluador y su Metodología.

Autor: Casanova Ma. Antonia.

Editorial La Muralla, S.A.

p. 129 – 186.

Capitulo V. Un modelo Evaluador y su Metodología.

Aprender sobre evaluación es una de las cúspides fundamentales para entender nuestro proceder docente, construir nociones, tomar decisiones y trasformar nuestra práctica no puede darse en un mejor recinto que en el de la evaluación. Ahora bien, si de seguir un modelo evaluativo se trata, hay que reflexionar que si la evaluación como procesos de comprensión, dialogo y mejora es formativa, debe serlo también su planteamiento, su metodología, su informe y la interpretación y utilización de los resultados obtenidos.

Es entonces preciso decir que todo modelo evaluativo que se jacte de ser veraz, eficiente y efectivo, ya sea para un proceso de aula o para un proceso institucional, debe ser meramente formativo, esto debido a que todos los elementos o sucesos imprescindibles de un modelo ocurren durante el proceso.

Todo modelo evaluativo debe considerar que tras el proceso evaluador, siempre conviene reflexionar sobre lo realizado y sobre lo conseguido, para incorporar la experiencia a nuevas evaluaciones y conseguir un proceso efectivo educativamente hablando.

La importancia de la elección de un modelo radica en que para alcanzar las finalidades establecidas en un proceso evaluativo, hay que elegir una metodología adecuada. Por ejemplo, puede plantearse una evaluación formativa, pero si se elige una errónea metodológica, puede tenerse una evaluación esencialmente sumativa que deforme los procesos de enseñanza y aprendizaje.

En resumen, una metodología adecuada de evaluación es la que considera un paradigma cualitativo; un método inductivo – descriptivo; la utilización de técnicas, como la de recogida de datos y de análisis de datos; una metodología que discurra en instrumentos como el anecdotario, lista de control, escala de valoración, etc.; y finalmente una metodología que considere un informe de evaluación como culminación racional del proceso evaluativo.

A continuación, se plasma una concreta descripción de las peculiaridades que un modelo evaluativo debe tener para hacer de la evaluación un proceso sistemático que conduzca a la mejora educativa, ya sea al interior de un aula o un centro educativo.

Técnicas para la recogida de datos.

Son un paso fundamental del proceso de evaluación, ya que las técnicas que se utilicen para ello deben estar en consonancia y ser absolutamente congruentes con el modelo y método de evaluación aplicados, con el resto de elementos que se utilicen durante el proceso evaluador y con la finalidad que éste pretenda.

Las técnicas para la recogida de datos en un modelo evaluativo de mejora educativa, deben de ser formativas. y un ejemplo excelente de ellas es de la manera en que a continuación se mencionan:

Observación.

Consiste en el examen atento que un sujeto realiza sobre otro u otros sujetos o sobre determinados objetos y hecho, para llegar al conocimiento profundo de los mismos mediante la obtención de una serie de datos generalmente inalcanzables por otros medios. La observación es un método cuya función primera es recoger información sobre el objeto que se toma en consideración. La observación es la mayor fuente de datos que posee la persona, por lo que es utilizada tanto en los procesos de evaluación áulicos, como en cualquier proceso estudio o investigación, experimental o no, y en todas las situaciones de la vida.

Para que los datos recogidos por la observación sean fiables y validos, deben plantearse con una serie de características entre las que cabe destacar: unja buena planificación, definición clara y precisa de objetivos, sistematización, delimitación de los datos, uso de instrumentos, triangulación, etc.

Se distinguen dos tipos fundamentales de observación: la participante y la no participante. En la observación participante, el observador esta integrado, en mayor o menor medida, en el grupo al que debe observar. En la observación no participante, el observador es absolutamente externo al grupo, se mantiene al margen de las actuaciones del mismo desde las relaciones que se establecen entre sus miembros.

Entrevista.

La entrevista puede definirse como una conversación internacional. También se conceptúa como un cuestionario, más o menos estructurado o abierto, planteado y respondido de forma oral en situaciones de comunicación personal directa.

Esta técnica suele utilizarse en el campo clínico, investigador, orientador y de los medios de comunicación. Por ello, las funciones que cumple son de carácter diagnostico, terapéutico, evaluador, investigador, orintador e informativo.

En el campo educativo tiene las siguientes ventajas, es una garantía de que los datos obtenidos son veraces, posibilita la captación de la actitud del entrevistado hacia la problemática y facilita un mayor conocimiento del entrevistado por parte del entrevistador y del entrevistado hacia sí mismo.

Los tipos de entrevista que pueden adoptarse, según los objetivos perseguidos, son: formal (estructurada, semiestructurada o abierta) e informal.

Encuesta.

La encuesta consiste en la obtención d información relativa a un tema, problema o situación determinada, que se realiza habitualmente mediante la aplicación de cuestionarios orales o escritos.

Refiriéndonos a la evaluación de los procesos de enseñanza y aprendizaje, cabe concretar la aplicación de la encuesta:

a) Al alumnado de un grupo; para obtener información sobre os objetivos y contenidos que ha alcanzado tras el trabajo desarrollado en una o varias unidades didácticas; y también para solicitar información acerca de diferentes elementos de la programación.

b) Al alumnado, profesorado y familias de un centro para obtener datos acerca de la coherencia que se está produciendo en la aplicación práctica de lo acordado en los proyectos institucionales.

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