VOZ Y DICCIÓN
Enviado por YESSIKA24 • 29 de Julio de 2014 • 4.002 Palabras (17 Páginas) • 564 Visitas
Esta guía está elaborada con el propósito de brindarles a los participantes del curso “El uso correcto de la voz” la información que complementa el material desarrolla en el mismo, algunos conceptos básicos, ejercicios diarios y recomendaciones de interés para todo aquel que acepte la importancia de la palabra hablada como elemento efectivo y necesario para la buena comunicación.
El arte de hablar, además del contenido de los mensajes que se emiten, pone especial cuidado en la forma como éstos son expresados. Es por eso que en este curso revisaremos algunos aspectos relativos a la manera más conveniente de expresarse.
LA VOZ (Definiciones varias)
Conjunto de sonidos que salen de la boca del hombre. (Diccionario General)
La voz es un sonido articulado que sólo el hombre es capaz de producir.
La voz es aire (George Canuyt)
Según del doctor en foniatría Jorge Perelló “El cuerpo humano no posee ningún aparato exclusivamente destinado a la producción de sonidos, pues para la fonación se necesita del aparato respiratorio y la primera parte del aparato digestivo, es decir, órganos que tienen otras funciones como masticar, respirar, deglutir, etc., se complementan para producir la voz, respiratorio, fonador, resonador y digestivo (en parte).”
Sin embargo, es de suma importancia su ejercitación constante para desarrollar la capacidad respiratoria y movilidad de los órganos involucrados en la emisión de la palabra hablada. Partiendo del concepto de que “la voz es aire” se hace necesario darle a la respiración el papel fundamental que representa para la expresión oral, porque todos los seres humanos respiramos pero hace falta aprender a dominar el aparato destinado para ello y así respirar correctamente.
Simultáneamente con una buena respiración toda persona debe aprender la articulación, dicción, las entonaciones y la proyección de la voz para darle la belleza deseada.
Cada persona tiene un tipo de voz innato, derivado de sus características físicas y emocionales propias. Al analizar los componentes de la voz, debemos referirnos a: el tono, el timbre, la intensidad y la duración.
El tono se refiere a la altura de la voz. Nos indica su agudeza o gravedad. En las clasificaciones de voces para canto, se habla, en una escala de grave, medio y alto, de voces dominadas bajo, barítono o tenor en el caso de los hombres, y de contraalto, mezzosoprano y soprano en las mujeres.
El timbre es el sonido propio de cada persona. Dos oradores pueden tener un mismo tono de voz (agudo por ejemplo) pero su timbre siempre tenderá a ser diferente.
La intensidad, se relaciona con la fuerza de emisión de la voz, sin que necesariamente se vincule con mayor volumen. Todo aumento del volumen de la voz representa una mayor intensidad del sonido, aunque no todo aumento en la intensidad de la voz implica un mayor volumen. Se puede hablar en voz baja y aún así expresar intensidad.
La duración de la voz se relaciona directamente con la cantidad de aire disponible en los pulmones, así como con nuestra habilidad para administrarlo durante la fonación, sin afectar la calidad de los sonidos que emitimos. Quienes han logrado dominar la técnica de la respiración, puede decir más palabras con menos cantidad de aire, y sus expresiones se escuchan con mayor potencia y claridad.
LA RESPIRACIÓN
En este curso consideraremos la respiración desde la perspectiva de su importancia en la emisión de la voz y en la calidad de la expresión oral en general.
Fisiológicamente, la respiración se define como una función del organismo, mediante la cual se producen cambios gaseosos entre nuestras células y el mundo exterior.
Es el proceso de mayor importancia en nuestra vida, pues constituye el gran regulador del equilibrio y la integridad psicofísica, ya que condiciona y afecta de diversas formas todos nuestros sistemas funcionales. Por fortuna, la respiración es un aspecto de nuestra actividad orgánica en la que podemos intervenir directamente de manera voluntaria.
Es evidente que la calidad de las emisiones orales de un locutor, tienen mucho que ver con la manera como éste maneje el aire dentro de su aparato fonador.
De aquí que sea necesario y hasta indispensable, que los locutores aprendan las técnicas adecuadas que les permitan influir en el mecanismo respiratorio, a fin de poder expresarse con mayor claridad y comodidad. Esto evitaría el cansancio vocal y favorecería una mayor calidad comunicativa.
Tal como lo dijo el foniatra francés George Canuyt, el aire es el aspecto esencial de la comunicación, puesto que: “Si no hay aire, no hay voz”.
Podemos distinguir tres tipos de respiración: Pectoral, abdominal e intercostal de diafragma.
Para saber si la respiración que realizamos es pectoral, basta con colocarnos una mano sobre el pecho e inspirar. Si el pecho sube, la respiración es pectoral. Si nos acostamos de espaldas al suelo o nos sentamos, y colocamos una mano sobre el abdomen, al inspirar notaremos que el abdomen sube o se eleva.
Asimismo, si colocamos ambas manos de lado y lado a la altura de las llamadas costillas falsas, e inspiramos, notaremos que se produce un desplazamiento de las manos horizontalmente “hacia afuera”. Esto nos revela que la respiración que estamos haciendo es intercostal.
La especialista Irina Alexandrova afirma que la respiración de pecho es perjudicial ya que al realizarla se inhala poco aire, produce tención en los hombros, impide que el aire llegue a la base de los pulmones, y limita el estiramiento del músculo diafragmático y el ensanchamiento de la caja torácica. Así, la capacidad respiratoria disminuye cuando lo adecuado sería que aumentara.
Irina, en su manual:”Educación de la voz” afirma que la respiración abdominal tampoco es la más recomendable pues no favorece la buena emisión de la voz. Para ella la más adecuada es la intercostal, porque aumenta la capacidad respiratoria, hace más firme la voz, reduce el esfuerzo vocal, elimina el cansancio y la dificultad en la inspiración, permite tomar más aire, es estética, casi invisible y permite mantener el cuerpo relajado.
Además, conviene señalar que la respiración del locutor debe ser nasal, ya que al inspirar por la nariz el aire ingresa al organismo filtrado, húmedo y caliente, con lo cual se evita el error estético y dañino para la salud vocal, de respirar por la boca, especialmente en espacios que se mantienen a muy bajas temperaturas, lo cual puede convertirse en causal de lesiones guturales.
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