ÉTICA Y PEDAGOGÍA.

ÉTICA Y PEDAGOGÍA

Las experiencias de los niños que se forman en las interrelaciones con la   sociedad son de modo significativas las cuales logran ser parte de la conciencia moral de ellos mismos, es decir, todas reacciones emocionales que el niño obtenga sobre su andar en la vida cotidiana logra desarrollar un buen manejo de su moral y de su ética haciéndolos propios. De esta manera se justifica el hecho de no poder preparar una educación moral, pues la educación moral no se enseña; se aprende mediante el intercambio de ideas, conocimientos, experiencias, juegos, entre otras cosas.

Ventura (1992), menciona que todas las experiencias que el niño obtenga se deben orientar de manera positiva hacia la sociedad, las correcciones son de suma importancia para el tipo de personalidad del niño. Si no se corrigen las acciones malas, se espera que el niño mantenga mas acciones inmorales que morales, provocando una desadaptación personal. Roben Hogan citado en Ventura refiere tres tipos de desadaptación personal que si no se previenen pueden surgir en la adolescencia:

Realista moral: es insensible a las necesidades del otro con una aguda consciencia sobre normas y reglas

Entusiasta moral: una alta sensibilidad emocional y una pobre perspectiva social

Fanático moral: fuerte sensibilidad moral con escasa comprensión de las reglas sociales

Autoindulgente mencionado por Damon: coloca sus necesidades en el centro de las preocupaciones morales y excesivamente exigente para sus derechos e insensible ante los demás.

Ante lo anterior debemos hacer consciencia de nuestro egoísmo, ante los demás; las consecuencias de ello, son profundamente perjudiciales tanto para uno mismo como para la sociedad. Pero todo acto inmoral se puede corregir y cambiar buscando actividades en los niños (etapa primordial para aprender a orientar nuestros actos) como el fomentar el desarrollo de la vida colectiva quitar  el egocentrismo en los niños que lo presentan promoviendo la ayuda mutua (con la finalidad de quitar el egoísmo), desarrollar en los alumnos un espíritu de grupo que logre la participación de todos intercambiando ideas, y compartiendo conocimientos, en general promover en los alumnos acciones que busque favorecer y conocer que las reglas son igual para todos, para lograr  en la sociedad “El respeto al derecho ajeno es la paz” Benito Juárez.  También debemos abstenernos de los reconocimientos y premios  que distinguen los logros de conocimiento dejando de lado las actitudes y destrezas de los alumnos como factor importante.

La autoestima de los alumnos influye de manera trascendental pues ayuda a que el niño se conozca y se sienta valorado por los demás. Si se logra una buena autoestima en la mayoría de los alumnos del salón  de clases se lograra el respeto entre ellos mismo pues así aprenden a conocerse que son seres diferentes y cada quien es único. La autoestima favorece en la enseñanza y aprendizaje de los alumnos.

La toma de decisiones nos conlleva a un proceso de reflexión de las alternativas de solución del problema, asiendo énfasis en la moralidad y la ética que el niño tenga, y sobre ello dependerá la decisión absoluta.

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