Asumir El Liderazgo Como Transformación Total
Enviado por beny123 • 25 de Enero de 2013 • 1.744 Palabras (7 Páginas) • 647 Visitas
El libro de Stephen Covey Los siete hábitos de la gente eficaz se ha convertido en un
manual esencial para la formación y autoformación de los directivos escolares y de directores
de empresas. Su propuesta incorpora tanto la transformación a nivel personal tanto de
principios, de hábitos e incorporando la búsqueda de otra cultura de vida y de trabajo.
Los principios
Para Covey “la ética del carácter se basa en la idea fundamental de que hay ‘principios’
que gobiernan la eficacia humana, leyes naturales de la dimensión humana que son tan
reales, tan constantes y que indiscutiblemente están tan ‘allí’ como las leyes de gravitación
universal en la dimensión física”. La “realidad objetiva”, o el territorio en sí, está compuesto
por principios-faros que gobiernan el desarrollo y la felicidad humanos: leyes naturales
entretejidas en la trama de todas las sociedades civilizadas a lo largo de la historia; y que
incluyen las raíces de toda familia e institución que haya perdurado y prosperado.
Los principios [...] no son ideas esotéricas, misteriosas o “religiosas”. Son evidentes
por sí mismos, y todo individuo puede comprobarlo fácilmente. Es como si tales principios
o leyes naturales formaran parte de la conciencia cognitiva y de la conciencia moral
humanas. Parecen existir en todos los seres humanos, con independencia del
condicionamiento social y de la lealtad a ellos, incluso aunque puedan verse sumergidos
o adormecidos por tales condiciones y por la deslealtad. Para el autor, ejemplos de estos
principios son la rectitud, la integridad y honestidad, la dignidad humana, el servicio, la
calidad, la excelencia, el potencial (como la idea de que tenemos una capacidad embrionaria
y de que podemos crecer y desarrollarnos, liberando cada vez más potencial, desarrollando
cada vez más talentos), el crecimiento, la paciencia, la educación y el estímulo. Pero Covey
explica que los principios no son prácticas pues estas son específicas de las situaciones.
Los principios son verdades profundas, fundamentales, de aplicación universal. Se aplican
a los individuos, las familias, los matrimonios, a las organizaciones privadas y públicas de
todo tipo. Cuando esas verdades se interiorizan como hábitos, otorgan el poder de crear
una amplia variedad de prácticas para abordar diferentes situaciones.
He aquí lo central de la obra de Covey, la interiorización de estos principios a través
de hábitos que se dividen o estudian en dos grupos: los de las actitudes internas -la victoria
privada (como los llama el autor) y los de las relaciones con los demás -la victoria pública.
Esta es la eficacia personal e interpersonal que el autor predica con su enfoque.
El enfoque “de dentro hacia fuera” y los “hábitos”
La sabia frase del autor será, a partir de este momento: “de dentro hacia afuera”. Y
esto significa empezar por la persona; más fundamentalmente, empezar por la parte más
interior de la persona: los paradigmas, el carácter, los motivos. El enfoque de dentro hacia
fuera dice que las victorias privadas preceden a las victorias públicas, que debemos
hacernos promesas a nosotros mismos y mantenerlas entre nosotros, y sólo después
hacer y mantener promesas ante los otros.
De dentro hacia fuera es un proceso, un continuo proceso de renovación basado en
las leyes naturales que gobiernan el crecimiento que conduce a formas progresivamente
superiores de independencia responsable e interdependencia eficaz. Para el autor, por su
propia experiencia y el cuidadoso examen de individuos y sociedades que han tenido éxito
en la historia, existe el convencimiento de que muchos de los principios encarnados en
los “siete hábitos” se encuentran de antemano profundamente arraigados en nuestro
interior, en nuestra conciencia moral y en nuestro sentido común. De ahí que para
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Liderazgo
reconocerlos y desarrollarlos con el fin de dar respuesta a las preocupaciones más
profundas hay que pensar de otro modo, de manera profunda, “de dentro hacia fuera”.
Un hábito es una intersección entre conocimiento, capacidad y deseo. El conocimiento
es el paradigma teórico, el qué hacer y el por qué; la capacidad es el cómo hacer. Y el deseo
es la motivación, el querer hacer. Para convertir algo en un hábito de nuestra vida necesitamos
esos tres elementos. Para crear un hábito eficaz hay que trabajar en esas tres dimensiones.
Trabajando sobre el conocimiento, la capacidad y el deseo, podemos irrumpir en nuevos
niveles de eficacia personal e interpersonal cuando rompemos con viejos paradigmas que
pueden haber sido para nosotros una fuente de pseudo seguridad durante años.
Hasta aquí está edificado el cimiento de este enfoque. Primeramente el reconocimiento
de la existencia perenne de principios-“faros” que guían la conducta humana en la familia
y en las organizaciones. Luego, la actuación humana tendría que desarrollarse en función
de la interiorización de esos principios. Primeramente de aquellos que están en el fuero
interno, y luego los que se centran en la relación con los demás. Tal interiorización estaría
potenciada por la vivencia de hábitos adquiridos a través de la combinación de conocimiento,
capacidad y motivación.
Dependencia, independencia e interdependencia
Antes de entrar en los hábitos específicos que el autor nos propone, hay que tomar
en cuenta lo que el autor llama el continuum de la madurez. Los siete hábitos no son
un conjunto de fórmulas independientes o fragmentarias para la mentalización o preparación
psicológica. En armonía con las leyes naturales del crecimiento, proporcionan un enfoque
gradual, secuencial y altamente integrado del desarrollo de la eficacia personal e interpersonal.
Nos mueven progresivamente sobre un continuum de madurez, desde la dependencia
hacia la independencia y hasta la interdependencia. Es pasar de la dependencia (tú: tú
cuidas de mí; tú haces o no haces lo que debes hacer por mí; yo te culpo a ti por los
resultados), a la independencia (yo: yo puedo hacerlo,
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