Capacidad humana

En la época actual ya es bien sabido que el hombre es un ser formado por muchas

atribuciones que lo hacen un algo complejo, y en varias ocasiones, hasta inestable

intentando encontrar algo que lo satisfaga por completo. El placer y el dolor, además de

muchos otros sentimientos, son los que podrían llegar a definir la personalidad y el vivir de

un individuo, más sin embargo, ¿en dónde y cómo se podría encontrar la posibilidad de una

existencia plena?

La búsqueda constante de acciones, personas, lugares o momentos que generen placer se

han convertido en el propósito o meta final de la vida, sin caer en cuenta que la búsqueda

insaciable genera insatisfacción en la vida, no se llenan los vacíos que se tienen y lleva a

cuestionarse si realmente se es feliz, debido a que relacionan directamente la felicidad con

el placer, cuando son cosas independientes. El placer si genera un rendimiento interior, algo

que en sí aumenta la alegría personal, pero la felicidad se ve como un sentimiento más

profundo dado por diferentes factores presentes en la vida de cada individuo que

enriquecen al mismo y hacen que le de valor a su vida.

Por lo tanto, se entiende que el placer es un mecanismo de autoconstrucción, es algo

propio, según su criterio y sus experiencias, cada persona le da la importancia y valor a las

cosas que crea necesarias o que vea como un placer; porque para algunos el placer sólo se

limita a lo sexual pero para otros es el disfrute en la naturaleza. En este sentido, se puede

afirmar que todo es subjetivo debido a que cada persona es un universo independiente y

define su concepto de placer. Pero la búsqueda constante del placer en la vida ha llevado a

que cierto individuos pasen por encima de otros buscando la cima del placer de manera

insaciable. Esto ha generado que la sociedad busque el beneficio llevando a la

monetización del mismo, lo que produce problemas pandémicos en la sociedad como los

son la pornografia, la pedofilia, las drogas y prostitución, en donde se ve placer, gozo en el

dolor de los demás, afectando su vida y generando una actitud de egoísmo e irrespeto a la

libertad y derechos del otro.

Con esto, se ha visto que con el correr de los años, las emociones humanas se han

convertido en una ilusión materialista en la que predominan las sensaciones tangibles, en

lugar de las espirituales. El poseer elementos que sean más frívolos pero menos profundos

en nuestro ser, han llevado a dejar la sensibilidad de lado, a pasar por encima de la libertad

del otro y a una transformación en seres insustanciales, en los cuales las aspiraciones y las

motivaciones son insuficientes y limitadas para el goce de la vida; conduciendo a, cómo

mencionaba el autor, una falta de dominio de las propias emociones y sentimientos. Por lo

tanto, se hace necesario el conocer las expectativas futuras y encaminar la energía vital a

un camino específico, enfocado en encontrar la plenitud de la existencia, sin la intromisiónde elementos vacíos que ofrezcan una alternativa de vida sin rumbo ni esencia alguna,

obteniendo así un autodominio y un autoconocimiento que permita el descubrimiento propio

del ser junto con la formación de un carácter sólido y libre que lo lleven a desenvolverse en

la vida.

Una vez se encuentre esta comprensión de sí mismo, será irremediable el lidiar con el dolor,

que en lo posible, se busca evitar. El ser humano tiene una capacidad racional inverosímil,

que le permite encontrar solución a muchos de los dilemas que lo aquejan bajo su propia

curiosidad de entender; además de esto, la capacidad de expresar y entender emociones

que van acorde a su forma de pensar, y el dolor en una de estas emociones. Pero es este

mismo dolor, el que brinda fortaleza y tenacidad para situaciones futuras y, además al

integrarlo al camino que surge de la experiencia, ayudaría a entender el cómo funciona la

vida y su pleno goce. El dolor abre las expectativas a lo que es posible en el transcurso de

la vida, incluso si se tiene un plan infalible para vivirla y. Se conecta con su punto contrario

(la

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