Cirue Du Soleil
Enviado por SusanaGpeB • 29 de Noviembre de 2014 • 2.087 Palabras (9 Páginas) • 262 Visitas
Prefacio
Por Guy Laliberté, fundador y Consejero Delegado
La magia no es sólo un intenso tour de las operaciones y
actividades del Cirque du Soleil. Es ante todo un encuentro
íntimo con sus colaboradores, que viven cada día de
forma creativa. Y aunque cuenta la historia del viaje de
autodescubrimiento de un hombre, La magia revela una
variedad de maneras sencillas que cualquiera puede utilizar
para ser más creativo, ver posibilidades más amplias y
crear su propia visión del futuro.
Con más de 3.000 empleados trabajando a tiempo
completo, artistas, artesanos, técnicos y gerentes en gira alrededor
del mundo, sería prácticamente imposible señalar
los méritos de todas y cada una de las contribuciones creativas
individuales. Por consiguiente, muchos de los personajes
singulares que aparecen en este libro son un mosaico
de los generosos, apasionados y talentosos hombres y mujeres
que han compartido la experiencia del Cirque du Soleil.
Sus historias, sin embargo, son reales. De sus grandes
expectativas y «sueños espléndidos» han surgido productos
creativos. Han aprendido a no ofrecer resistencia a sus
sentidos, confiar en sus instintos, asumir riesgos y enfrentarse
a los desafíos en un ambiente artístico y enriquecedor.
Trabajan tanto solos como en equipo, aprendiendo a
conectar con la gente y a llegar a ella de nuevas maneras,
9
La magia 7/7/06 09:52 Página 9esforzándose siempre en reinventarse a sí mismos. Y aspiran
a recompensar al mundo en el interminable proceso de
cambio, intercambio y renovación. Son catalizadores.
A partir de una chispa insignificante puede surgir una
gran hoguera…
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LA MAGIA
La magia 7/7/06 09:52 Página 101
Cruzando las puertas blancas
Cuando no tienes idea
de lo que andas buscando...
Si alguien me pregunta cuándo empezó mi extraordinario
viaje, le digo que sucedió entre la primera y la séptima puerta.
Al menos allí fue donde me descubrí después de dejar
atrás la algarabía del casino, con sus parpadeantes luces, el
sonido de los dados y la excitación que había por doquier.
Por más que me fascinara la tierra de la suerte, necesitaba
dar a mis sentidos un breve respiro del giro de las ruedas de
la fortuna.
Estaba buscando algo, aunque no sabía exactamente
qué. Iba en busca de algo extraordinario. Algo más allá del
mundanal ambiente del marketing y del dinero que me había
llevado en primer lugar hasta Las Vegas. Más allá de la
rutina que se había instalado en mi vida. Pero, por supuesto,
cuando no tienes idea de lo que andas buscando, es muy
difícil encontrarlo.
Cuando estaba a punto de refugiarme en la habitación
de mi hotel para gozar de unos momentos de tranquilidad,
vi a dos hombres vestidos de negro alejándose de las máquinas
tragaperras y dirigiéndose hacia una parte más tranqui-
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La magia 7/7/06 09:52 Página 11la del casino. Los seguí casi en un estado de ensueño. Desaparecieron
por una puerta blanca, quizá la única del casino
que no anunciaba lo que había detrás de ella. Intrigado, la
empujé y al abrirse, me condujo a un silencioso pasillo de
color blanco inmaculado, iluminado con tanta maestría que
casi parecía irradiar energía. A pocos metros vi otra puerta,
tan prístina y atractiva como la primera. También la abrí,
aunque esta vez con más tiento, porque podía decir que había
abierto una puerta por error, pero la segunda ya hubiera
parecido una indiscreción más seria.
Detrás de la segunda puerta había una tercera. ¿Quiénes
eran esos hombres y adónde iban? ¿Y qué haría yo cuando
me los encontrara? ¿En qué clase de aventura de Alicia-enel-País-de-las-Maravillas-cayendo-por-el-agujero-del-conejo
me estaba metiendo? Al atravesar la siguiente puerta, advertí
una cámara de seguridad colgando del techo y la mesa del
personal de seguridad a la izquierda, y sentí que se me tensaban
los hombros. ¿Qué era lo que estaban intentando
proteger? Como no se veía un alma, seguí adelante. Al llegar
a la sexta puerta, ya había aceptado que no tenía idea de
adónde me estaba llevando aquel pasillo, pero tenía la inconfundible
sensación de que a cada puerta que dejaba
atrás, estaba un paso más cerca de lo que andaba buscando.
Al empujar la séptima puerta comprendí que había llegado
al final del pasillo y al inicio de mi viaje. Al abrirla apareció
un inmenso teatro. A mi izquierda se extendían, formando
un arco, hileras de asientos forrados de felpa azul. El
techo se elevaba a unos treinta metros de altura y tuve que
resistirme a la tentación de ponerme a gritar para escuchar el
eco de mi voz y comprobar que no estaba soñando.
A mi derecha se encontraba el escenario más extraño
que jamás había visto. Contemplé cómo una misteriosa es-
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LA MAGIA
La magia 7/7/06 09:52 Página 12tructura monolítica, quizá de doce por veinticuatro metros,
se movía de izquierda a derecha, y hacia arriba y hacia abajo,
hasta que al final, al llegar a un cierto punto, se mantuvo
derecha, como si desafiara la fuerza de la gravedad. No
tenía idea de para qué servía: ¿formaba parte del decorado?
¡Para escalar tal precipicio uno tenía que ser Spiderman!
Al otro lado del teatro vi a los individuos que sin proponérselo
me habían hecho cruzar las puertas. Estaban ajustando
el equipo de la plataforma mecánica giratoria que colgaba
peligrosamente detrás de uno de los pisos del escenario
que llevaba a lo que parecía ser un abismo sin fondo. Aunque
se encontraban al menos a unos dieciocho metros de
distancia, podía oír claramente sus voces ya que la acústica
del teatro era perfecta. Advertí que la media docena de personas
dispersas por el escenario hablaban con distintos
acentos: escocés, ruso, tejano y francés canadiense.
Estaban tan concentradas en lo que hacían que no parecían
haberse percatado de mi presencia. La última vez que
sentí tanta curiosidad había sido en la universidad, cuando
cada experiencia era una nueva aventura para mí y no tenía
que preocuparme por las consecuencias de
...