Como pensamos.

Cómo pensamos

John Dewey

Todos somos diferentes, nacemos, pensamos, actuamos y somos educados de diferente forma, tenemos distintas preferencias y gustos, las situaciones que vivimos, los contextos en los que nos desenvolvemos, las culturas que nos dan forma, nuestras creencias, todos esos aspectos influyen y nos hace diferentes, por lo tanto no todos pensamos de la misma manera. Hay formas mejores que otras eso queda muy claro, pero cada quien puede modificar su propia manera de pensar para realizarlo de una manera más eficaz y conveniente. La mejor manera de pensar se conoce como pensamiento reflexivo y este consiste en tomarse en serio algún tema en específico y analizarlo constantemente desde todos los ángulos.

El pensamiento se considera como sinónimo de creencia y se asocia también a los sucesos que solo ocurren en nuestra mente, es decir invenciones irreales. Estemos dormidos o despiertos siempre hay algo que está presente en nuestra mente, al suceder mientras dormimos, los llamamos sueños. Generalmente suele presentarse primeramente una imagen mental de algo que está presente en nuestra realidad y posteriormente se da la sucesión de dichas imágenes, es a esto a lo que se le conoce como "pensar".

A diferencia de lo anterior, el pensamiento reflexivo tiene un propósito que va mas allá de la diversión que resulta de un montón de imágenes e invenciones mentales. Esto debe guiarnos hacia alguna meta en específico, esta meta controlara entonces la secuencia de ideas, debe haber una justificación y de este modo podremos llegar hacia una conclusión solida.

La reflexión comienza cuando comenzamos a preguntarnos sobre la claridad y valor de cualquier situación, cuando tratamos de comprobar su veracidad. El pensamiento reflexivo nos impulsa hacia la investigación e implica la creencia en la evidencia, es decir, la reflexión implica creer o no creer en algo, no por esa cosa en si misma sino por algo mas que funciona de evidencia, prueba o garantía

En ocasiones únicamente actuamos por impulso no pensamos en las consecuencias o en lo que podemos provocar si hacemos o decimos cualquier cosa. El pensamiento es de vital importancia en la educación, debido a la importancia de las actitudes, la capacidad para educar el pensamiento, no se consigue simplemente mediante el conocimiento de las mejores formas de pensamiento, ya que esta no es ninguna garantía de capacidad para pensar correctamente.

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